Horizonte energético

Extremadura lleva la batalla a todos los frentes en la cuenta atrás de Almaraz

Treinta alcaldes de la zona han convocando una doble concentración, temerosos de unas consecuencias "durísimas"

El Congreso aprueba una proposición de tinte extremeño para la "neutralidad" energética

Trabajadores en el interior de la planta, durante la recarga de uno de los reactores.

Trabajadores en el interior de la planta, durante la recarga de uno de los reactores. / CARLOS GIL

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El tiempo se agota para Almaraz. El primer reactor se desconectará en noviembre de 2027 y el segundo en octubre de 2028, según el programa de clausura de estas instalaciones recogido en el VII Plan General de Residuos Radiactivos. La central cacereña será la primera en el calendario de cierre. Esto significa que a partir de los primeros meses de 2025, revertir la decisión del Gobierno de apagar las nucleares estaría ya comprometida, porque su continuidad necesita de unas previsiones de mantenimiento y de unas inversiones que no están programadas. Y aunque lo hiciera (de momento no hay atisbo), habría que revisar además una fiscalidad que ahora mismo no permite que sea rentable la energía nuclear en España. Almaraz paga 435 millones en impuestos, una cantidad que cuestiona su viabilidad.

La central cacereña se asoma a su última oportunidad y, con 2025 a la vuelta de la esquina, arrecian estos días las acciones en todos los frentes, desde el municipal al provincial, desde el regional al nacional, e incluso en Bruselas. Está en juego la principal industria de Extremadura, con 3.000 empleos bien remunerados, a los que se suman 1.200 trabajadores más en las recargas, pertenecientes a 70 empresas colaboradoras.

Las fechas de las concentraciones

Los alcaldes de los municipios del entorno acaban de anunciar una doble protesta para el 17 de diciembre y el 18 de enero. En la primera ya están confirmados unos treinta regidores de los municipios del Campo Arañuelo y Los Ibores. "Tenemos que empezar a actuar porque no vemos freno a esta situación. El primer trimestre de 2025 es clave para detener el cierre. Luego se agota el tiempo. No queremos ni pensar en cómo afectaría la clausura de la central a nuestros municipios, se verían abocados a una despoblación contra la que tanto se está luchando. Sería durísimo, un desierto", explica Fernando Sánchez Castilla, alcalde de Belvís de Monroy, una de las poblaciones de la zona de influencia de la nuclear.

La organización de las protestas ha partido de los propios alcaldes de las zonas 1, 2 y 3 respecto a su distancia de la central. "Lo venimos tratando desde hace tiempo, pero a partir del verano, visto que nada cambia, hemos mantenido reuniones y hemos decidido actuar". Afirman que ha sido "fundamental" el respaldo recibido en sus recientes encuentros tanto con el presidente de la Diputación Provincial de Cáceres, Miguel Ángel Morales, como con la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola. "Al ver que todos estamos en la misma línea para defender una industria fundamental no solo en Campo Arañuelo, sino en toda la región, vamos a luchar por ello juntos", afirman. Cuentan además con el respaldo de la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC).

De hecho, a la segunda concentración, el 18 de enero, está llamada toda la población del entorno junto a sus alcaldes, y se prevé "multitudinaria". La organización espera la presencia de Guardiola y Morales, "y también la confirmación del presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo", subrayan.

Porque no hay alternativa de empleo a Almaraz. "Prometen una gigafactoría de baterías (Envision) de la que no hemos visto ni la segunda piedra". Y en cualquier caso: "Ojalá pongan esa planta sin cerrar la central, no hay que perder una para ganar otra, podemos tener las dos, complementarias", reflexiona el alcalde de Belvís.

Un argumento en el que confluyen los ayuntamientos de la zona. "Aquí no hay color político, somos de distintas formaciones, hablamos de un tema muy importante para los municipios", indican. "Cáceres es la segunda provincia que más energía suministra a España, pero la penúltima en recibir recursos por población", destacan. Porque los ingresos que genera la central resultan "cruciales" para estos municipios, incluso para la cabecera de comarca, Navalmoral, donde viven muchos de los trabajadores y donde realizan sus compras los vecinos del entorno. "El cierre provocaría numerosas quiebra", advierte Sánchez Castilla.

Otra ‘pica’ en el Congreso

Mientras en Extremadura se unen voces por Almaraz, en las Cortes se ha dado esta semana un paso a favor del mantenimiento de la energía nuclear. El diputado por Cáceres en el Congreso, Carlos Floriano, ha denunciado que España "es el único país del mundo con un plan para cerrar sus centrales nucleares", una posición "indefendible desde el punto de vista medioambiental, económico y social".

Con esta premisa, el Grupo Parlamentario Popular ha presentado una Proposición no de Ley ante la Comisión Mixta para la Unión Europea, en el propio Congreso de los Diputados, que ha sido aprobada con 18 votos a favor del PP, 13 en contra del PSOE y 2 abstenciones de Vox. Esto obliga al Gobierno de España a trasladar a la UE lo aprobado en dicha comisión: la aplicación de criterio de "neutralidad tecnológica para la transición energética", es decir, el respeto a todas las energías incluidas por la UE en la taxonomía verde (la nuclear está dentro), para que puedan competir por igual. Y ello choca de forma evidente con el calendario de ‘apagón nuclear’ que mantiene el Gobierno de España.

La proposición fue defendida este martes por Carlos Floriano "para pelear en todos los frentes posibles por evitar el cierre de los reactores de Almaraz", afirmó, "porque es una decisión en contra de la sociedad local, de la economía del entorno, de las zonas rurales, del medioambiente y de la lucha contra el cambio climático, que no solo es denunciar a los negacionistas, es poner en marcha políticas para evitarlo y para minimizar sus consecuencias".

El diputado afirma que se "luchará desde todos los frentes para tratar de revertir el calendario del 'apagón nuclear' que ha trazado el Ejecutivo de Sánchez. Esta posición política es "intransigente e insensata", prosiguió Floriano, quien subrayó que tanto las decisiones "regulativas como de impuestos" que está tomando el Gobierno de España con las nucleares "no respetan el principio europeo de neutralidad ecológica".

"Que nos dejen lo nuestro"

En cuanto a la compensación al Campo Arañuelo, que perdería esos 3.000 puestos de trabajo, "la gente de Cáceres no queremos que nos compensen, sino que nos dejen con lo que es nuestro, que vengan todas las industrias que quieran venir y que puedan encontrar, como tienen ya, una energía barata, eficiente, a precios competitivos, que permita jugar en el mercado europeo. Es una cuestión de justicia. No hay razones sensatas en estos momentos que puedan defender el cierre de las nucleares", insistió Floriano.

Por último, el diputado destacó que la UE quiere que haya una transición energética "que, salvaguardando el principio de neutralidad tecnológica, garantice un suministro seguro y asequible para las familias y competitivo para las industrias, por eso la Comisión Europea incluyó la energía nuclear entre las inversiones sostenibles". 

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