Inclusión financiera
150 kilómetros al día para atender a la Catalunya rural
Santa Eulàlia de Riuprimer es uno de los municipios que recibe por primera vez, este mes de diciembre, el servicio de banca móvil
La banca ha logrado disminuir en un 75% la brecha financiera rural en tres años
CaixaBank desplaza oficinas móviles a localidades afectadas por la DANA en Valencia

Una clienta es atendida en el interior de la unidad de banca móvil en Santa Eulàlia Riuprimer. / David Aparicio


Glòria Ayuso
Glòria AyusoPeriodista
Por la calle Major, a la una del mediodía, se acerca por primera vez el camión con la oficina bancaria móvil que pasará la siguiente hora y media en Santa Eulàlia de Riuprimer, un pueblo rural de 1.055 habitantes de la comarca de Osona (Barcelona). Ha salido de buena mañana de Olesa de Montserrat, donde se encuentra la base de operaciones de la oficina móvil destinada a cubrir el interior de Catalunya. Cada día recorre una media de unos 150 kilómetros para atender entre tres y cuatro municipios. Esta mañana, antes de llegar a su último destino de la jornada, ha pasado por Sant Bertomeu del Grau y Muntanyola.
La oficina móvil aparca delante del Ayuntamiento. Desciende en seguida Núria Hollederer, la empleada que atiende a los vecinos que deseen realizar cualquier transacción bancaria. María Prat, una vecina que pasa por delante, se interesa por la oficina móvil y Hollederer la invita a entrar. Suben las escaleras, que se despliegan junto a la plataforma alternativa para personas con problemas de movilidad. Lo primero que encuentra Prat es un cajero automático. A continuación, una puerta que atraviesa para adentrarse en lo que se asemeja plenamente a una pequeña oficina bancaria con una mesa, dos sillas destinadas a los clientes y todo lo necesario para operar. Prat toma asiento y la empleada, al otro lado de la mesa, le explica el servicio que en adelante Caixabank ofrecerá en el municipio.

La unidad de banca móvil que cubre la Catalunya central recorre unos 150 kilómetros para prestar servicio a entre tres y cuatro pueblos por día. / David Aparicio
Sin opción de moverse
“Hasta ahora iba cada día a Vic para trabajar”, a seis kilómetros de Santa Eulàlia, explica Maria Prat. Aprovechaba entonces para hacer las compras y los trámites, también los bancarios. “Pero hace un año que me he jubilado. Solo tenemos un coche, y si mi marido no está aquí no tengo opción para moverme”, explica la vecina, que pregunta qué día volverá a pasar por el pueblo la oficina móvil.
A cada cliente Hollederer entrega un papel con la fecha y la hora de la próxima visita, escrito bien grande, “para colgarlo en la nevera”. Al salir de la pequeña pero cómoda oficina, equipada con calefacción, se nota el frío de diciembre de Santa Eulàlia de Riuprimer.
Mucha proximidad
Hollederer se muestra “contenta de poder ofrecer un servicio de mucha proximidad” en los pueblos que visita. Los clientes, la mayoría personas mayores, suelen realizar reintegros o ingresos en efectivo. “Los acompaño al cajero y les ayudo si lo necesitan. Muchas veces veo que sin darse cuenta van a sacar el dinero a crédito en vez de a débito”, explica. A la oficina móvil “también han venido con niños pequeños a abrirles una cuenta”, afirma. Además de responder a una que otra consulta, otra de las tareas que realiza es explicar “cómo operar por Internet sin tener que pagar comisiones”. Las oficinas móviles también permiten pagar recibos e impuestos y realizar cualquier operativa disponible en una sucursal convencional. La empleada transmite los requerimientos algo más complejos de los clientes a los asesores financieros o gestores de cuentas de forma telemática, que “responden al momento”.
Antes de irse, Hollederer pasa un momento por el bar del pueblo para avisar de la próxima visita, porque “el boca-oreja también funciona muy bien”.

La oficina de banca móvil, también llamada ofibús, este martes delante del Ayuntamiento de Santa Eulàlia Riuprimer. / David Aparicio
Servicio esencial en València
Además de cubrir poblaciones rurales en toda España, las oficinas móviles se han revelado como una solución para ofrecer un servicio esencial en situación de emergencia. Seis unidades se dedicaron diariamente a atender a localidades afectadas por la DANA en la provincia de València, desde los primeros días, en coordinación con el Centro de Coordinación Operativo Integrado (CECOPI) y los diferentes ayuntamientos. El objetivo fue “prestar servicios bancarios esenciales como retirada de efectivo, solicitud de anticipos, gestión de moratorias de préstamos o tramitación de seguros y préstamos ICO”, según CaixaBank.
El servicio arrancó el 5 de noviembre con la atención a los vecinos de Albal, Algemesí, Paiporta, Benetússer y Aldaia; y se amplió después a Sedaví y Massanassa, para retirarse a medida que se recuperan las oficinas convencionales de las poblaciones afectadas.
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