Producción sostenible

Empresas catalanas que innovan en ecodiseño

El Premi Catalunya Ecodisseny impulsa tanto a empresas consolidadas a apostar por la innovación centrada en minimizar el impacto ambiental como a la creación de nuevas iniciativas, algunas de las cuales ya han alcanzado un notable recorrido

La economía circular gana terreno

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Separadores de carriles bici fabricados con residuos de cables, diseñador por Curro Claret para Zicla.

Separadores de carriles bici fabricados con residuos de cables, diseñador por Curro Claret para Zicla. / EP

Glòria Ayuso

Glòria Ayuso

Barcelona
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La recaudación del canon impositivo por el envío de residuos a vertederos —131 millones en 2023 en Catalunya— se destina a incentivos para promover un cambio en el modelo de producción. Cada año, la Generalitat otorga alrededor de 100 subvenciones a proyectos de economía circular que incluyen iniciativas de investigación y desarrollo (I+D), desarrollo de prototipos, experiencias piloto, creación de nuevos productos y modelos de negocio innovadores.

Asimismo, el Premi Catalunya Ecodisseny, que ha convocado l’Agència de Residus, tienen como objetivo poner en valor “el esfuerzo de diseñadores y empresas para cambiar la forma en que se diseñan y fabrican sus productos” con el fin de reducir su huella ambiental. Desde 2001, se han presentado 1.167 candidaturas y se han premiado 47 proyectos. Los galardones “sirven además para que el mundo del diseño y del medio ambiente trabajen codo con codo”, así como para difundir la importancia del ecodiseño en las escuelas que forman a los nuevos diseñadores de los productos, explica la directora del Área de Economía Circular de la Agència de Residus de Catalunya, Pilar Chiva.

Vida útil

En un reflejo del avance de las soluciones que el ecodiseño puede ofrecer, la última edición de 2023 introdujo la evaluación no solo la reducción de residuos, sino también la extensión de la vida útil de los productos y la incorporación de un valor añadido en ellos.

Los premios reconocen tanto nuevas aportaciones de empresas ya consolidadas como las que quieren abrirse mercado. Cafès Novell, Emiliana Design, Simon y Escofet afirman que no solo han obtenido un mayor reconocimiento por desarrollar productos que reducen el impacto medioambiental. Aseguran que esta iniciativa les ha aportado también un mayor beneficio a su actividad.

Joan Pahissa Aranda de la escuela de diseño ELISAVA recoge el premio en la última edición en la categoría de diseño joven por su propuesta Veluga, para la defensa de amarraje en el muelle.

Joan Pahissa Aranda de la escuela de diseño ELISAVA recoge el premio en la última edición en la categoría de diseño joven por su propuesta Veluga, para la defensa de amarraje en el muelle. / EP

Nuevos negocios

Por su parte, Zicla surgió en 2009 a raíz de la presentación a los premios de su propuesta. Creada por el diseñador industrial Curro Claret, consistía en reutilizar residuos industriales, principalmente cables, para fabricar separadores que delimitan los carriles bici de la circulación de coches. Para poder aprovechar los plásticos que era muy difícil recuperar, Zicla desarrolló máquinas para realizar el proceso de separación del cobre. Actualmente, la empresa ha ido más allá y aprovecha el plástico que ya no permite volver a reciclarse para producir distintos tipos de mobiliario urbano.

Desde su presentación a los premios, Breinco es otra de las empresas que ha ido ampliando su catálogo de soluciones para adaptar las ciudades al cambio climático. Empezó con pavimentos producidos con material reciclado que tienen la característica de permitir el filtrado de agua de lluvia, que permite una mejor gestión del agua en las zonas urbanas.

Pese a los casos de éxito, el sector del ecodiseño pide un mayor respaldo para estas propuestas, que pese a aportar un beneficio pueden tener en un inicio unos costos de implementación más altos. “Son soluciones que previenen problemas cuyo impacto y reparación a largo plazo puede ser mucho más caro”, señala Claret. Legislar en favor de su adopción, evitando dejar toda la responsabilidad en el comprador, que suele decidir principalmente en función del precio, es una de las reivindicaciones de este sector dirigido a aplicar innovación. 

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