Seguridad Social

Muchos trabajadores adelantan la jubilación a esta edad y cobran una pensión más alta que la ordinaria

Toreros, mineros o trapecistas: ¿Qué profesiones tienen ya reconocida la jubilación anticipada que reclaman los autobuseros?

Esta será la edad de jubilación a partir del 1 de enero de 2025

Una pareja de jubilados en el Passeig de Sant Joan .

Una pareja de jubilados en el Passeig de Sant Joan . / FERRAN NADEU

Pedro Sanjuán

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El sistema de pensiones español ha sufrido importantes reformas en la última década, buscando el equilibrio entre la sostenibilidad del sistema y las necesidades de los trabajadores. A pesar de los incentivos para retrasar la jubilación, un número significativo de trabajadores sigue optando por la jubilación anticipada, a menudo percibiendo pensiones más altas que quienes se jubilan a la edad ordinaria. Este fenómeno, aparentemente contradictorio, se explica por una serie de factores.

Las reformas de 2011 y 2021 buscaron, respectivamente, aumentar la edad de jubilación y fomentar las jubilaciones demoradas. La primera reforma, aplicada desde 2013, incrementó progresivamente la edad legal de jubilación para quienes no alcanzaban los requisitos de cotización. La segunda, introducida en 2021, ofreció incentivos económicos para retrasar la jubilación, mediante un porcentaje adicional del 4% por año cotizado extra o una cantidad fija, buscando alinear la edad efectiva de jubilación con la edad legal.

Si bien se ha observado un aumento en las jubilaciones demoradas, la preferencia por la jubilación anticipada persiste. Los datos muestran que, hasta octubre de 2024, el 28,5% de las jubilaciones fueron anticipadas, una cifra considerable aunque inferior al 43,8% registrado en 2015. Este dato revela que, a pesar de las penalizaciones que conlleva, la jubilación anticipada sigue siendo una opción atractiva para una parte significativa de la población trabajadora.

Perfil de los trabajadores que acceden a la jubilación anticipada

La clave de esta aparente paradoja reside en el perfil de quienes acceden a la jubilación anticipada. Generalmente, se trata de trabajadores con carreras laborales largas y cotizaciones elevadas. Aunque la jubilación anticipada implica la aplicación de coeficientes reductores sobre la pensión, la base de cotización más alta de estos trabajadores compensa la reducción, resultando en una pensión final superior a la que obtendrían jubilándose a la edad ordinaria con una base de cotización menor.

Es decir, que si cobran más pensión es porque han cotizado en cantidades más altas. Los trabajadores con cotizaciones moderadas o bajas, que originan pensiones más modestas, no ganan nada adelantando la edad de retiro.

Las cifras confirman esta realidad. En 2024, la pensión media de jubilación anticipada se sitúa en 1.759,58 euros mensuales, superando la pensión media de jubilación ordinaria, que alcanza los 1.460,89 euros. Esta diferencia se acentúa aún más en el régimen general, donde la pensión media de jubilación anticipada (1.801,22 euros) supera en 217,92 euros a la de jubilación ordinaria (1.583,30 euros). La diferencia es aún más palpable al comparar con el régimen de autónomos (RETA), donde la pensión media de jubilación anticipada es notablemente inferior.

Otro factor a considerar es la evolución de la edad media de jubilación anticipada. En la última década, ha aumentado de 62,1 años en 2014 a 63,5 años en 2024. Este incremento sugiere que, aunque se sigue optando por la jubilación anticipada, se tiende a retrasarla ligeramente. La diferencia entre géneros también es relevante: los hombres se jubilan anticipadamente a una edad media de 63 años, mientras que las mujeres lo hacen a los 63,4 años.

Jubilaciones voluntarias o involuntarias

Es importante distinguir entre las jubilaciones anticipadas voluntarias e involuntarias. Las primeras permiten adelantar la jubilación hasta dos años, mientras que las segundas, motivadas por situaciones como despidos o cierres de empresas, permiten un adelanto de hasta cuatro años. En 2024, la edad ordinaria de jubilación se sitúa en 66 años y seis meses, o en 65 años para quienes hayan cotizado al menos 38 años.

En definitiva, la aparente contradicción de pensiones más altas en jubilaciones anticipadas se explica por la mayor base de cotización de quienes optan por esta vía. Aunque las reformas buscan incentivar el retraso de la jubilación para garantizar la sostenibilidad del sistema, factores como las largas trayectorias laborales y las altas cotizaciones previas hacen que la jubilación anticipada siga siendo una opción atractiva para un segmento específico de la población trabajadora. El futuro del sistema de pensiones dependerá de la capacidad para equilibrar estos factores y asegurar su viabilidad a largo plazo. La continua monitorización de las tendencias de jubilación y la adaptación de las políticas a las realidades socioeconómicas serán cruciales para lograr este objetivo.