Nuevas tecnologías médicas

La empresa catalana Integra Therapeutics cierra un acuerdo para incorporar una tecnología pionera de edición genética a su plataforma

La compañía empezará a trabajar con unas proteínas que se han demostrado más potentes que CRISPR y que pondrán a prueba en un ensayo clínico contra una enfermedad pediátrica sin cura

19 proyectos ‘made in Catalunya’ que aspiran a diseñar la medicina del futuro

Las cofundadoras de Caszyme e Integra Therapeuticas, Monika Paulė y Avencia Sánchez-Mejías, en la feria BIOEurope

Las cofundadoras de Caszyme e Integra Therapeuticas, Monika Paulė y Avencia Sánchez-Mejías, en la feria BIOEurope / Integra Therapeutics

Paula Clemente

Paula Clemente

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Paso de gigante en la carrera de Integra Therapeutics por lograr que la edición genética consiga tratar enfermedades actualmente sin cura. Esta empresa catalana surgida a raíz de investigaciones llevadas a cabo en la Universidad Pompeu Fabra (UPF) ha llegado a un acuerdo con la compañía lituana Caszyme para empezar a utilizar sus nucleasas –las enzimas capaces de romper el ARN y el ADN– como una de sus herramientas básicas de trabajo. Las llamadas Cas12l son más pequeñas que las que utilizaban actualmente (las CRISPR Cas9), lo que logra hacerlas más manejables y que sea más fácil llegar a las células y tejidos a los cuales se dirigen. Son, además, más accesibles en términos de coste. Es decir, que su propuesta acaba de dar un salto cualitativo y, consecuentemente, han mejorado sus posibilidades de empezar a tratar más pronto que tarde enfermedades de origen genético.

Integra ha desarrollado una plataforma tecnológica capaz de recortar, escribir y pegar partes del ADN para crear nuevas terapias génicas y celulares. La idea es que esto sirva como base para que otras farmacéuticas o compañías biotecnológicas desarrollen sus tratamientos para distintas enfermedades, pero, para demostrar que funciona, están probando la herramienta en una enfermedad genética pediátrica sin cura. De momento, están en fase preclínica y gestionando las primeras pruebas en animales, así que no será hasta dentro de unos 3 años que podrán hacer un ensayo clínico con humanos.

De todos modos, esta empresa ya atesora varios logros: entre otras cosas, haber logrado financiación de reputados fondos internacionales, entre los cuales figura el brazo inversor de la farmacéutica japonesa Takeda Ventures. Fue la primera vez que este gigante médico invertía en una empresa española en una fase tan inicial.

A esto se suma, ahora, el acuerdo con Caszyme. Ambas compañías –que llevaban colaborando tres años en un proyecto europeo– han anunciado el acuerdo en un encuentro de la industria biomédica en Estocolmo (BIO Europe), y ambas se han referido a él como una alianza clave para impulsar la tecnología de edición genética.

Diferenciación de la plataforma

"La integración de las nucleasas de Caszyme en nuestra plataforma FiCAT 2.0 refuerza la misión de Integra Therapeutics de generar productos de terapia génica y celular de la más alta calidad para el tratamiento de una amplia variedad de enfermedades genéticas y oncológicas", allanan los cofundadores de Integra, Avencia Sánchez-Mejías y Marc Güell, quienes creen que esto supondrá una diferenciación estratégica de su plataforma en el mercado.

Por su parte, los cofundadores de Caszyme ven un modo de llevar todavía más lejos sus nucleasas. "Esta colaboración es una alineación perfecta entre dos empresas europeas altamente innovadoras y, si tiene éxito, ayudará a llevar terapias avanzadas basadas en la edición genética al mercado", explican Monika Paulé y Giedrius Gasiunas.

En total, Integra estima llegar a pagar unos 40 millones de euros a Caszyme por los hitos que prevé ir consiguiendo gracias a su tecnología.