Transportes admite que el tren accidentado entre Chamartín y Atocha circulaba a una velocidad "bastante elevada"

La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), organismo dependiente del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, admite que el tren accidentado en el túnel que conecta la estación de Chamartín-Clara Campoamor con la de Puerta de Atocha-Almudena Grandes el pasado fin de semana iba a una velocidad "bastante elevada" como para descarrilar. Las declaraciones de la comisión encargada de la investigación técnica para dilucidar lo ocurrido coinciden con los audios de un empleado del centro de control de Adif en el que se señala que "ha descarrilado porque ha pasado el tren que iba a la deriva por las agujas del Jardín Botánico, que son de 50 km/h, a 100 o 200".

Los audios del descarrilamiento del tren de Atocha: "El tren que iba a la deriva se iba a estampar con otro de viajeros"

Los primeros resultados de dichas pesquisas no llegarán "hasta dentro de una o dos semanas, dependiendo de las complicaciones", explica, si bien legalmente la CIAF cuenta con un plazo máximo de hasta un año, según queda regulado en el Real Secreto 623/2014. El organismo ya ha desplazado a un grupo de personas hasta el convoy accidentado para inspeccionar los restos y tomar fotografías. Durante esta semana, su principal tarea es recopilar los datos de Adif, por ser el gestor de la Red ferroviaria de interés general (RFIG), y de Renfe, por ser el operador del tren.

Entre ellos, deberán recoger los registros grabados del tren, donde quedan recogidas las velocidades a las que circulaba el tren y las señales por las que ha transitado, entre otras cuestiones. La dificultad que surge en este punto es que, al encontrarse en una unidad averiada, desconocen si estaba activado este registro. En caso contrario, calcularán de manera indirecta la velocidad para saber si circulaba según la señalización del túnel. Otros datos que necesitan para componer lo ocurrido procederán del punto de mano. Fuentes de Adif y Renfe reiteran en la imposibilidad de avanzar más detalles sobre la investigación, puesto que todavía está en curso, pero desde el operador público explican que está centrada en saber por qué "el eje se desprendió de uno de los coches".

Cortar los vagones para extraer el tren

Conseguir el registro grabado donde aparecen las velocidades de circulación es una de las complicaciones que han surgido en la investigación, ya que todavía sigue dentro del tren, que continúa volcado en el interior del túnel. Según explica la CIAF, el tren estaba compuesto por cuatro coches, de los cuales tres están volcados y uno se mantiene en pie. La buena noticia es que, al ser un punto de doble vía, el descarrilamiento no ha interrumpido el tráfico por completo. Al ser un convoy de pasajeros, es necesario cortar cada coche para poder extraerlos con grúas.

La operación tendrá lugar durante el próximo fin de semana, según confirmó el presidente de Renfe, Raül Blanco, en una entrevista en 'Onda Cero' el pasado lunes, por lo que habrá algunos cortes en el servicio ferroviario. Normalmente, las retiradas de convoyes descarrilados se realizan a última hora del día, en las últimas circulaciones de los trenes, o por la noche para no interferir en el tráfico.

Hasta 13.700 personas de las líneas entre Madrid y el Levante se vieron afectadas durante el pasado fin de semana por las cancelaciones y modificaciones de trenes debido al descarrilamiento de este tren, sin viajeros, en el túnel entre Chamartín y Atocha. El tráfico se restableció este lunes. El ministro de Transportes, Óscar Puente, declaró en una entrevista en La 2 y Ràdio 4 la falta de normalidad de este accidente: "Es algo verdaderamente grave que un tren que va remolcándose a talleres se desprenda como parece que se desprendió del tren que lo remolcaba y acabe contra una pared de un túnel", afirmó.