Empresa de ChatGPT
OpenAI recauda la mayor ronda de financiación de la historia y dispara su valoración hasta 157.000 millones de dólares
ChatGPT: un año del asombro que propulsó la fiebre por la IA generativa

Sam Altman. / AFP


Carles Planas Bou
Carles Planas BouPeriodista
Periodista especializado en tecnología y poder. Escribe sobre IA, capitalismo de plataformas, privacidad y derechos digitales. Excorresponsal político en Berlín entre 2015-2019. También ha cubierto la actualidad en Europa Central y Canadá. Graduado en Periodismo por la URL y máster en Relaciones Internacionales por la UAB. Ha colaborado con medios como TVE, Catalunya Ràdio, Deutsche Welle, TV3, Cadena SER, El Orden Mundial o Watif.
OpenAI, empresa responsable de ChatGPT, ha anunciado este miércoles que ha cerrado un acuerdo para recaudar 6.600 millones de dólares (5.973 millones de euros) de financiación, una ronda que consolida su posición pionera en el mercado de la inteligencia artificial (IA) y que dispara su valoración hasta alcanzar los 157.000 millones de dólares (142.000 millones de euros).
Se trata de la mayor operación de capital riesgo de la historia, superando los 6.000 millones de dólares recaudados a principios de año por xAI, la nueva compañía de IA del magnate tecnológico Elon Musk. Además, con esa valoración, OpenAI afianza su posición como la tercera mayor startup (empresa emergente) del mundo, solo por detrás de la china ByteDance, propietaria de TikTok, y del fabricante aeroespacial SpaceX, también en manos del hombre más rico del planeta.
Esta nueva ronda de financiación ha estado liderada por la firma de capital riesgo Thrive Capital —propiedad del inversor Joshua Kushner, hermano de Jared Kushner, el yerno de Donald Trump— y apoyada por pesos pesados de la industria tecnológica como Microsoft —que en el pasado ya ha invertido hasta 13.000 millones de dólares—, Nvidia, el fondo Khosla Ventures, la firma de inversión emiratí MGX o la multinacional japonesa SoftBank. Aunque formó parte de las negociaciones, finalmente Apple no ha participado en la operación. El gigante de la manzana mordida también ha abandonado sus planes de conseguir un papel de observador en la junta directiva de OpenAI, según Bloomberg.
Turbulencias internas
La colosal ronda de financiación de OpenAI llega tan solo una semana después de confirmar que trabaja en una reestructuración de su negocio que le permitirá operar con ánimo de lucro, una estrategia que le ha permitido atraer a grandes inversores. Además, ese cambio beneficiará enormemente al director ejecutivo de la firma, Sam Altman, que podría hacerse con una participación del 7% de la compañía responsable de ChatGPT, unas acciones que podrían estar valoradas en unos 10.500 millones de dólares.
Sin embargo, ese cambio en su modelo corporativo también ha despertado críticas de quienes creen que la priorización de los beneficios comportará mayores riesgos en el desarrollo de la IA, algo que la compañía rechaza. Probablemente, también ha llevado al éxodo de muchos de sus empleados. La semana pasada fue Mira Murati, hasta entonces directora de tecnología de OpenAI, quien anunció su dimisión, un adiós al que se sumaron dos altos directivos al mando del equipo de investigación.
OpenAI arrastra meses de turbulencias internas. En noviembre de 2023, la junta directiva de la startup despidió por sorpresa a Altman, acusándolo de ocultar información. Su cofundador y hasta entonces jefe científico, Ilya Sutskever, participó en esas maniobras. Sin embargo, el culebrón del año en Silicon Valley terminó cinco días después con Altman consolidando su poder al frente de OpenAI y con un cambio de la junta directiva que trató de apuñalarle. En mayo, Sutskever abandonó la compañía y esta desintegró el equipo centrado en los riesgos de la IA que lideraba.
El alto coste de la IA
El tamaño histórica de esta ronda de financiación también refleja el elevado coste de la IA generativa. Para que ChatGPT sea capaz de responder a las preguntas de los usuarios, antes debe entrenarse con millones de datos extraídos de Internet, un proceso que requiere de una ingente potencia computacional. A medida que la tecnología en la que se basan estos sistemas es cada vez más compleja también absorbe una mayor cantidad de energía y agua. Solo el uso de los servidores de Microsoft y el entrenamiento de esos modelos podría costar unos 7.000 millones de dólares al año, según ha revelado The Information.
"La nueva financiación nos permitirá redoblar nuestro liderazgo en la investigación de vanguardia de la IA, aumentar la capacidad de cálculo y seguir creando herramientas que ayuden a las personas a resolver problemas difíciles", ha comunicado la empresa.
Actualmente, ChatGPT acumula 250 millones de usuarios activos semanales. Sin embargo, OpenAI solo obtiene dinero de los 11 millones de suscripciones que pagan por usar la versión premium de la app. Los ingresos de la compañía van creciendo, hasta proyectarse en 3.700 millones para 2024. Sin embargo, su negocio aún no es lo suficientemente robusto como para presentar números verdes. Para este año se espera que sufra pérdidas de unos 5.000 millones.
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