Revolución tecnológica

Siete de cada 10 empresas españolas ya utilizan aplicaciones de inteligencia artificial

La valoración alcanzada por OpenAI, de 142.000 millones de euros, difumina cualquier duda sobre el crecimiento de la IA

Sam Altman.

Sam Altman. / AFP

Eduardo López Alonso

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La Inteligencia Artificial (IA) está en marcha en las empresas españolas. No es la IA un futurible, sino un trasfondo tecnológico que se está aplicando ya en muchos ámbitos de la vida cotidiana. De la mano de los teléfonos móviles, profesores y estudiantes hace ya tiempo que emplean Chatgpt y programas de ese tipo para planificar las clases o plantear respuestas a exámenes diseñados también con IA. También en las empresas es herramienta común a la hora de elaborar notas de prensa o respuestas multilingües en servicios de atención al cliente. O para decisiones de inversión hace tiempo que se utiliza a la hora de evaluar las inversiones en bolsa o incluso para asesorar en la creación de nuevas empresas, elaborar planes de márketing y afrontar el análisis de la competencia. Pero también para la elaboración de vídeos o fotografías que sin AI no existirían. 

Se calcula que siete de cada 10 empresas españolas ya han incorporado tecnologías de IA y automatización en sus estrategias de márketing. Lo afirma la multinacional Hubspot, dedicada al desarrollo de aplicaciones que usan IA, asegura en su 'Informe sobre el Estado del Marketing 2024' que la IA ya ha tomado impulso y que el 89,8% de las empresas planean utilizar herramientas de IA en 2025. Un 19,4% de los participantes en ese mismo estudio ya mencionan la IA como una de las tendencias de márketing que genera el mayor retorno de inversión, lo que está alineado con el 17,3% que señala la IA como una de las áreas en las que más han invertido durante este año 2024. La implantación acelerada de la IA ya fue detectada hace meses por grandes consultoras tecnológicas como McKinsey ("el 79% de las empresas estadounidenses ya habían tenido contacto con la IA el año pasado"), Gartner ("en 2026, el 75% de las empresas utilizarán la IA generativa") o PwC ("un año después de que ChatGPT llegara al mercado, más de la mitad de las empresas habían implementado GenAI en algunas áreas de su negocio"), por ejemplo.

ChatGPT en iPhone

La multinacional OpenAI anunció este miércoles que ha completado un acuerdo para captar 6.600 millones de dólares (5.973 millones de euros), lo que le da a la empresa de inteligencia artificial una valoración de 157.000 millones de dólares (142.000 millones de euros) y refuerza sus esfuerzos para construir la tecnología de IA generativa líder en el mundo. Por ejemplo, Apple, el fabricante de iPhone, no se ha sumado a la ampliación de capital de ChatGPT, pero mantiene una asociación con OpenAI para integrar ChatGPT en sus dispositivos y a través de su asistente de voz Siri. 

La IA utiliza técnicas de 'machine learning' o IA generativa. Muchos informáticos llevan una decena de años impulsando modelos de análisis de datos en 'big data', el caldo de cultivo ideal para el desarrollo de esas aplicaciones sofisticadas ya en marcha y que utilizan el lenguaje natural para expresar resultados de ese tratamiento de datos masivo. 

Sector farmacéutico

El sector farmacéutico fue el primero en darse cuenta del potencial de las herramientas de IA. El informe anual del Foro Económico Mundial sobre Las 10 tecnologías emergentes para afrontar los desafíos globales ya apuntaba en esa dirección. Ese listado sitúa en la cúspide de la lista de 2024 los avances en el uso de la IA en los descubrimientos científicos y especialmente en la lucha contra enfermedades, a través del adelanto de los diagnósticos o el hallazgo de nuevos tratamientos. Pero quien haya leído a Yuval Noaḥ Harari en su último libro ('Nexus') también habrá reconocido los puntos negros de una revolución tecnológica que desde el punto de vista de este autor puede descontrolarse de manera letal para el ser humano. Aunque las compañías farmacéuticas llevan tiempo aplicando la IA, es en los últimos tiempos cuando se ha acelerado su implantación gracias al 'machine learning' o la IA generativa. Las máquinas son capaces de aprender de la experiencia y de la información que proveen los propios usuarios. En consecuencia, la IA ha extendido su uso a toda la cadena de valor del medicamento, desde la capacidad de identificar nuevas moléculas y dianas terapéuticas, con la posibilidad de aportar soluciones en campos hasta ahora especialmente complejos, como el de las enfermedades raras. 

La inteligencia artificial es también ya muy útil para la optimización en el diseño de los ensayos clínicos, de la fabricación y el control de procesos, la automatización de los datos para la farmacovigilancia o la mejora de la eficiencia medioambiental. Así mismo, hay un gran potencial en la mejora de los procesos e interacciones con el Sistema Nacional de Salud.

En el elemento positivo de la balanza, la IA puede acelerar el desarrollo de terapias innovadoras y mejorar la atención a los pacientes. "La inteligencia artificial es una herramienta esencial para afrontar los retos globales en salud y las compañías farmacéuticas innovadoras son líderes en la implementación de tecnologías avanzadas como la IA, que contribuyen al desarrollo de nuestra industria y al liderazgo de España como un país innovador", afirma Juan Yermo, director general de Farmaindustria. De la ética y responsabilidad de aquellos que manejen los datos médicos dependerá la manera en la que se selecciona o se otorga prioridad a los pacientes para su curación, por ejemplo. 

IA también en la pequeña y mediana empresa

La firma Godaddy explica de qué manera la inteligencia artificial generativa está utilizándose ya entre las empresas, por ejemplo en la generación de imágenes y de aplicaciones. Alude cuatro aplicaciones típicas de la IA entre las pequeñas y medianas empresas. Por ejemplo, la generación de nombres de empresa o de productos. Mediante buenos planteamientos es posible impulsar procesos creativos mediante aplicaciones de IA. 

Otra línea de trabajo es la automatización de los procesos para generar contenidos para sitios web, boletines o blogs. Las herramientas de generación de contenido basadas en IA usan algoritmos avanzados de procesamiento de lenguaje natural y técnicas de aprendizaje profundo para analizar el contenido existente en un sector o nicho específico. A partir de esta información, la IA genera contenido relevante, pero que debe ser siempre supervisado por expertos. 

La relación con los clientes es un campo especialmente interesante para las empresas y posiblemente frustrante para los clientes. La IA puede generar respuestas personalizadas, correos de atención al cliente, de agradecimiento, recordatorios de citas, etcétera. 

En el campo de las redes sociales, la IA está cambiando el entorno de manera rápida. Ya es complicado diferenciar las respuestas o intervenciones automáticas de las protagonizadas por personas. Para las empresas, el uso de la IA en redes sociales puede apoyar la imagen de marca. Ya es realidad. Y el crecimiento se prevé imparable.

Corriente que duda de la IA en la empresa

Pero no todas las corrientes del pensamiento en la actualidad se pliegan a la irrefrenable supremacía de la inteligencia artificial en el futuro. Para algunos economistas, la AI es, sin duda, una tecnología transformadora, pero para la mayoría de las empresas no será una fuente de ventaja competitiva sostenible. En lugar de verla como una herramiente estratégica, estos escépticos la ven como una poderosa herramienta para mejorar la eficiencia operativa pero no un elemento que logre diferenciarte de la competencia. La idea es que el verdadero desafío estratégico sigue siendo defender las barreras de entrada en el mercado propio. La inteligencia artificial puede ayudar en determinar esos mercados de poca competencia, pero no es elemento diferenciador que permita el éxito.