Inversión

Los 'family offices' se vuelcan en invertir en locales y oficinas en vez de viviendas en Barcelona

Los grandes patrimonios evitan los activos residenciales, lo que los expertos achacan a las limitaciones legales al alquiler de la ley de vivienda

El BCN Fira District gana peso como polo económico de la ciudad

El BCN Fira District.

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Agustí Sala

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Barcelona
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El dinero - o, más bien quienes lo poseen en sumas elevadas- no es solo temeroso sino que busca la máxima rentabilidad, ganar la disputa a la inflación, cuanto más mejor. Y los 'family office', los instrumentos inversores de las sagas con elevado patrimonio han detectado que en Barcelona lo mejor, hoy por hoy, son los locales comerciales y las oficinas, más que las viviendas para uso habitual por parte de individuos y familias, que es una de las mayores necesidades de la ciudad. Así lo reflejan los datos de la primera mitad del año, que presentan una elevada tendencia hacia el sector terciario.

Este cambio estratégico ha dejado atrás la inversión en activos residenciales, motivado por la nueva normativa vigente (la ley de vivienda, que limita los alquileres en las zonas tensionadas, que solo se aplica actualmente en Catalunya). Esa regulación "ha introducido limitaciones y complicaciones para este tipo de operaciones", según concluye Cat Real State, compañía especializada en la gestión de patrimonios inmobiliarios.

Entre enero y junio, esta empresa registró datos históricos al gestionar 20 millones de euros en inversiones por parte de 'family offices' en locales comerciales y oficinas situadas en el centro de la capital catalana. Estas operaciones han alcanzado una rentabilidad media del 5,5%, con un enfoque "en activos conservadores y ubicados en zonas privilegiadas". Se trata de un rendimiento muy superior al de la Obligación del Estado a 10 años, situada en el 3,45% o el bono a cinco años. que está al 3,50%.

“La nueva normativa de la regulación de los alquileres ha provocado que los 'family office' hayan decidido parar de invertir en la inversión de residencial para dedicarse al alquiler. Son operaciones que actualmente tienen un gran riesgo e inseguridad. Este capital se dirige en estos momentos a la compra de otro tipo de activos inmobiliarios. Esta situación provoca que la oferta de pisos en alquiler en propiedad de los 'family office se reduzca'”, según Nacho Castella, director general de Cat Real Estate.

Y es que los inversores profesionales destacan los activos comerciales y de oficinas por su estabilidad. Barcelona es uno de los grandes ejemplos. El barrio del Eixample ha sido el principal foco de inversión. De las operaciones totales contabiizadas, el 60% fueron en locales comerciales y un 40% en oficinas. Además, el 90% de estas transacciones se han realizado sin financiación externa, lo que refuerza la capacidad de los 'family office' de operar con recursos propios, con lo que se consolidan como actores clave del mercado en 2024.

Este giro estratégico hacia el sector terciario refleja "una nueva tendencia en el panorama inmobiliario, donde los inversores profesionales buscan rentabilidad y estabilidad en activos comerciales y de oficinas, frente a las complejidades asociadas a la inversión residencial". Al aprobarse la ley de vivienda también promotores y constructores advirtieron de que la oferta de alquiler, muy alejada de la demanda potencial iba a reducirse aún de forma más sustancial.

Cat Real Estate, cuya principal actividad se concentra en Barcelona y en Madrid, es una consultora inmobiliaria con sede en la capital catalana con 20 años de existencia. La empresa está especializada en la gestión de patrimonios inmobiliarios para 'family office' y gestiona un patrimonio superior a 800 millones de euros.