Coste de la vida

La inflación desciende al 2,2%, la tasa más baja de los últimos 14 meses

El Gobierno atribuye el descenso al comportamiento bajista de alimentos y carburantes

La eliminación del IVA del aceite de oliva contribuyó a reducir la inflación en julio

El IPC baja al 2,2% este agosto

El IPC baja al 2,2% este agosto. Lo explica el ministro Carlos Cuerpo / JORDI OTIX / VÍDEO: MINISTERIO DE ECONOMÍA

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Con los precios de los alimentos a la baja y los de los carburantes casi en caída libre, el coste de la vida se ha abaratado este agosto hasta un 2,2% en España respecto a hace un año, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), que este jueves ha presentado los datos del Índice de Precios de Consumo (IPC) adelantado. Es la tasa más baja de los últimos 14 meses: en junio de 2023 fue del 1,9% y desde entonces no había bajado por debajo del 2,3%. El dato definitivo se conocerá a mediados del próximo septiembre.

Este descenso supone una reducción de seis décimas de una inflación que ya empezó a ir de baja en junio, y, en contra de lo que venía sucediendo los últimos años, supone una suavización de precios en un momento del año en el que, por las vacaciones, suele aumentar el consumo y, con él, el importe de los productos. Este agosto, en cambio, la tendencia es a la disminución, gracias, según el Ministerio de Economía "a la caída de los precios tanto de los carburantes como de los alimentos".

De hecho, esta última categoría ya fue decisiva también para la reducción del IPC de julio, cuando entró en vigor la aplicación del IVA cero en el aceite de oliva. La medida se va a mantener hasta finales de septiembre.

En lo relativo a los carburantes, que llevan meses abaratándose, el barril de Brent sigue, a pesar de las tensiones entre en Oriente Medio, por debajo de los 80 dólares el barril, lejos de los 100 dólares que se llegaron a alcanzar cuando empezó esta crisis inflacionaria. Las previsiones indican, incluso, que el precio siga bajando aún el año próximo.

La inflación subyacente, el indicador que refleja la evolución del coste de la vida sin tener en cuenta el precio de los alimentos o los productos energéticos (dos categorías muy fluctuantes, ya que están más sujetas a la demanda) también disminuye una décima, y se sitúa en un 2,7%. Esta sí, es la tasa más baja desde enero de 2022, justo antes de que empezara la escalada de precios originada tras el estallido de la guerra de Ucrania.

En la senda del 2%

"Seguimos en este proceso de moderación de los precios hacia el objetivo del 2% del Banco Central Europeo", subraya Economía, que considera que de este modo se evaporan de momento las previsiones de algunos analistas, que esperan un porcentaje del IPC de en torno al 3% al cierre del 2024. Una tasa de crecimiento de los precios del 2% es "lo suficientemente baja como para aprovechar los beneficios de la estabilidad de precios y, a la vez, proporciona margen para reducir el riesgo de deflación", según el criterio del Banco de España. Además, el objetivo del 2% proporciona espacio a los tipos de interés nominales respecto al límite inferior de los tipos de interés.

En todo caso, para el Col·legi d'Economistes de Catalunya cree que el dato conocido este jueves da alas para pronosticar que "estamos a las puertas" del fin del ciclo inflacionista. "Es importante destacar que la inflación acumula tres meses consecutivos de descensos, lo que nos permite decir que estamos a las puertas de final de esta etapa inflacionista", ha asegurado esta entidad en un comunicado.

Con todo, la entidad ha llamado la atención por el hecho de que "la electricidad y los servicios siguen presionando al IPC" y que "la volatilidad de los precios en los diversos ámbitos del apartado energético puede incidir negativamente en los próximos meses". El decano de la institución colegial, Carlos Puig de Travy, considera que la moderación de la inflación "ayudará" al Banco Central Europeo a tomar la decisión de iniciar el proceso de relajación de la política monetaria, "permitiendo una bajada de los tipos de interés".