crisis energética

Los Veintisiete prorrogan hasta marzo de 2024 la reducción del 15% del consumo del gas

La medida tiene carácter voluntario aunque incluye un mecanismo de alerta para hacer obligatorio el recorte en caso de problemas

Los ministros de energía aprueban definitivamente la legislación que prohibirá la comercialización de coches de gasolina, diésel e híbridos a partir de 2035

Kadri Simson, comisaria de energía

Kadri Simson, comisaria de energía / Alex Halada (CE)

Silvia Martinez

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Los ministros de energía de la Unión Europea han cerrado este martes un acuerdo político para prolongar un año adicional la reducción voluntaria del 15% del consumo de gas natural. La medida, en vigor desde el pasado 1 de agosto, caducaba a finales de marzo y ahora será extendida hasta el 31 de marzo de 2024 para garantizar que la UE estará preparada para afrontar el próximo invierno. Según datos del Ejecutivo comunitario desde la adopción de la medida, para paliar el impacto de posibles interrupciones en el suministro, hasta enero el consumo de este combustible se redujo en la UE un 19,3%.

Los Veintisiete adoptaron la medida el pasado 5 de agosto en el marco de un plan de emergencia para responder a la crisis energética desatada por la invasión rusa de Ucrania. El objetivo principal es impulsar una reducción voluntaria y coordinada del consumo aunque el reglamento, también prevé la posibilidad de que los gobiernos europeos activen una “alerta europea” en caso de problemas de suministro que haga obligatoria la reducción de la demanda aunque hasta ahora no ha sido necesario activarla. 

“Gracias a las contribuciones voluntarias, la demanda de gas en toda la UE se redujo más de un 19% entre agosto y enero de 2023, superando el objetivo del 15% y ahorrando a Europa unos 42.000 millones de m³ de gas”, explicaba el pasado 20 de marzo la comisaria de energía, Kadri Simson, con motivo de la presentación de la propuesta. Por países, las reducciones más potentes corresponden a Lituania (-40,5%) y Suecia (-40,2%) que se sitúan por delante de los grandes países de la UE: Alemania (-19,4%), Italia (-18,6%), Francia (-17,1%) y España (-13,7%). Durante este período solo registraron un menor ahorro Irlanda (-0,3%), Eslovaquia (+4,6%), y Malta (+12,1%).

Datos mensuales

El pasado 20 de marzo la Comisión Europea propuso, por el procedimiento de urgencia, prorrogar la medida un año más, hasta el 31 de marzo de 2024, que los Veintisiete han respaldado este martes y se confirmará formalmente en los próximos días. El acuerdo recoge que los gobiernos europeos tendrán que comunicar los datos de ahorro mensualmente, en lugar de cada dos meses. Además, a partir de ahora, los informes deberán realizarse por sectores, con el fin de mejorar el seguimiento y la orientación de las medidas nacionales. 

“Nuestros esfuerzos colectivos para reducir la demanda de gas han sido fundamentales para pasar este invierno con seguridad. Hemos avanzado mucho en la diversificación del suministro y en la reducción de nuestra dependencia de Rusia, pero es probable que los mercados mundiales del gas sigan tensos en los próximos meses. Nuevas reducciones de la demanda de gas garantizarán que estemos preparados para el próximo invierno y facilitarán la consecución del objetivo del 90% de almacenamiento de gas para el 1 de noviembre”, justificaba hace dos semanas Simson sobre la necesidad de prolongar la medida. El nivel de almacenamiento de gas en la UE se encuentra actualmente al 56%, muy por encima del 40% fijado como objetivo para finales de marzo. "Ahora que salimos de la temporada de frío es un buen indicador de que estamos mejor, pero todavía no se ha acabado, tenemos que prepararnos para el siguiente invierno", ha recordado la ministra sueca de energía, Ebba Busch.

Adiós a la gasolina y el diésel

Tal y como se esperaba los ministros de energía también han aprobado de forma definitiva -y sin cambios respecto al texto acordado en octubre pasado por Parlamento Europeo y Consejo- el reglamento que prohibirá la comercialización de coches de gasolina, diésel o híbridos a partir de 2035. Alemania ha votado finalmente a favor del texto que solo ha recibido en contra el voto de Polonia mientras que Bulgaria, Rumanía e Italia se han abstenido, insuficiente para evitar la aprobación. Berlín ha accedido a modificar el sentido de su voto tras obtener una declaración por escrito con el compromiso de la Comisión Europea de que propondrá la comercializando vehículos con combustibles sintéticos -los llamados e-fuels- a partir de la fecha límite de 2035, aunque no con biocombustibles como pedía Italia ya que Bruselas considera que no son climáticamente neutros.

En la declaración, de solo tres párrafos, Bruselas confirma que presentará en otoño de este año una propuesta, a través de un acto delegado- que especificará cómo los vehículos con combustibles sintéticos contribuirían a los objetivos de reducción de emisiones de CO2. La diferencia con una propuesta legislativa normal es que esta vía permitirá a la Comisión evitar la habitualmente larga tramitación legislativa, salvo que los gobiernos o el Parlamento Europeo rechacen el acto delegado. Si la propuesta fuera rechazada Bruselas volverá a plantearse el futuro de los combustibles sintéticos en el marco de la revisión prevista en 2026.

La idea de Bruselas para los combustibles sintéticos es que a partir de 2035 se cree una categoría nueva de vehículos con motor térmico pero que solo puedan circular con combustibles sintéticos. Para garantizar esto, tendrán que incorporar un dispositivo electrónico que permita distinguir entre los llamados e-fuels y los combustibles de origen fósil. La Comisión Europea desconoce si los fabricantes tienen apetito por desarrollar este tipo de coches aunque la vicepresidenta tercera y ministra de transición ecológica, Teresa Ribera, lo tiene claro. “Honestamente no creo que esto vaya a tener éxito. De acuerdo con las evaluaciones de los últimos días es demasiado caro para ser la respuesta adecuada para el ciudadano medio en Europa así que probablemente tiene que ver con demandas específicas pequeñas. Lo bueno es que la Comisión ha encontrado la forma de acomodar las demandas de Alemania sin poner en peligro la sustancia de este expediente”.