Energía

Tope al gas: hasta cuándo se aplicará, cuánto se paga y precios

El Congreso da luz verde a la extensión del mecanismo ibérico hasta final de año para contener el precio de la factura de la luz

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económico, Nadia Calviño, y la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económico, Nadia Calviño, y la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. / Fernando Alvarado

Sara Ledo

Sara Ledo

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Sin sorpresas, el Congreso de los Diputados ha convalidado este jueves la prórroga del tope al gas hasta finales de año con solo un voto negativo, 148 abstenciones y 197 votos a favor. La Comisión Europea dio luz verde en junio de 2022 al mecanismo ibérico negociado por España y Portugal para establecer una referencia de precio del gas que evitase el contagio de los precios sobre la electricidad. La medida comenzó a notarse a partir del miércoles 15 de junio y se preveía mantener hasta el 31 de mayo de este año. Pero el 28 de marzo, el Gobierno español aprobó la extensión de esta medida hasta final de año, tras conseguir el aval de Bruselas. "El balance de los ocho meses es enormemente positivo con un precio medio de la electricidad (en el mercado mayorista) de 183,4 euros por megavatio-hora (MWh), muy por debajo del observado en otros países europeos como Francia (273 euros por MWh), Alemania (240 euros por MWh) e Italia (206 euros por MWh). Entre un 25% y un 40% inferior al resto de la Unión Europea", ha defendido la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Estas son algunas de las claves de un mecanismo que PNV y ERC han pedido extender más allá de final de año a través de un mecanismo automático en casos emergencia.

¿Cómo funciona el mecanismo?

El denominado mecanismo ibérico supone poner un tope al gas que se usa para generar electricidad. Las centrales que producen electricidad con gas (ciclos combinados, carbón y algunas cogeneraciones) reciben una compensación por la diferencia entre ese precio máximo y el precio real del gas, pero el consumidor se ahorra la sobrerretribución que recibían el resto de tecnologías (renovables y nucleares) que no tienen el gas natural entre sus costes. La compensación a las centrales de gas corre a cuenta de todos losconsumidores de electricidad, así como de las ventas de gas a Francia cuyos ingresos se utilizan para reducir ese recargo. No obstante, el precio total del mercado mayorista más el tope será siempre inferior para cualquier consumidor que lo que supondría la inexistencia del mecanismo en un contexto de precios altos.

¿Por qué se extiende hasta final de año?

Ribera ya anunció a principios de enero su intención de pedir extender este mecanismo a Bruselas hasta que "finalice la guerra" o “al menos hasta final de 2024”. A partir de ahí se sucedieron las reuniones políticas y técnicas entre España, Portugal y el departamento de Competencia de la Comisión Europea que lidera Margrethe Vestager. En una de ellas, celebrada a finales de enero, Vestager planteó a sus interlocutores que a lo sumo, la prórroga podría extenderse hasta diciembre de 2023 ya que el marco temporal de las medidas de apoyo a la guerra de Ucrania dura hasta esa fecha. Y por eso que, por el momento, esa es la fecha tope.

¿Cuáles son los nuevos cambios?

Además de prorrogar el mecanismo de finales de mayo hasta finales de diciembre de este año, la regla anterior establecía que entre junio y diciembre de 2022 el tope era de 40 euros por megavatio-hora (MWh), mientras que en enero se incrementa a razón de 5 euros más cada mes hasta mayo cuando debía finalizar en 65 euros por MWh. La prórroga supone la creación de una nueva senda de precios, desde este mes de abril de 1,1 euros por MWh cada mes, para alcanzar esos 65 euros a finales de este año.

¿Cuánto ahorro consigue?

Según las cifras del Ministerio para la Transición Ecológica, desde su puesta en marcha el 15 de junio de 2022, el apodado por el Gobierno como 'excepción ibérica' ha permitido un ahorro acumulado de más de 5.100 millones de euros para los consumidores. Esta cifra hace referencia a la diferencia entre lo que se habría pagado a los generadores de electricidad sin el mecanismo ibérico y lo que se ha pagado con el tope al gas. Es decir, a la sobrerretribución que reciben el resto de centrales eléctricas que no queman gas. Según un análisis de la escuela de negocios Esade, realizado entre el 15 de junio y el 31 de diciembre de 2022, los hogares con tarifa regulada (la denominada PVPC) se han ahorrado de media el 31,8%, lo cual corresponde a unos 209 euros por hogar y se traduce en un total de 1.880 millones de euros para los cerca de 9 millones de clientes que tienen esta tarifa. ¿Y los usuarios del mercado libre? El resto de clientes de luz también se deberían beneficiar de los efectos reductores de este tope puesto que las compañías utilizan como referencia para fijar el precio de sus ofertas minoristas el precio mayorista, aunque en este punto depende de la praxis de cada compañía.

¿Y si el gas baja de precio?

Coincide el anuncio de prórroga de la 'excepción ibérica' en un momento en el que el mecanismo no está logrando efectos prácticos, pues desde mediados de febrero el precio del gas se ha mantenido prácticamente a diario por debajo del tope que en marzo alcanza los 55 euros por MWh. La propia vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, reconocía antes de que se aprobara la prórroga que "si el gas natural se mantiene a los precios actuales probablemente no se active el mecanismo, pero si volviera a subir sus precios conseguiríamos mantener el precio de la electricidad a un precio razonable y no tan dependiente de la evolución del precio del gas natural". En la actualidad, el gas tiene un coste inferior a 40 euros por MWh, el doble de lo que era habitual antes de la guerra en Ucrania, pero lejos de los 300 euros a los que llegó este verano. Pero la guerra de Ucrania sigue en marcha y no se puede descartar que dentro de unas semanas la volatilidad vuelva a dominar los mercados de la energía. "El decreto ley que someto a convalidación permite contar garantías extra para los consumidores españoles que nos protegerían frente a volatilidades", ha defendido este jueves en el pleno del Congreso.

¿Por qué la Comisión Europea tiene que dar su autorización?

La Comisión Europea debe dar su visto bueno en virtud de las normas sobre ayudas de Estado de la Unión Europea para evitar que la distorsión en la Península Ibérica afecte en negativo a otros estados miembros. Es por eso que el Gobierno ha tenido que trabajar mano a mano con el departamento de Competencia de la Comisión Europea que dirige Margrethe Vestager para encontrar la fórmula idónea de beneficiar a España y Portugal sin perjudicar al resto de Estados miembros. Y de hecho, este es el motivo por el cual las ventas de electricidad a Francia se benefician también de los precios bajos, pese a que no tienen que abonar ninguna compensación. El planteamiento inicial del Gobierno español, trasladado en la primavera del año pasado, incluía que las exportaciones tuvieran un precio sin tope, pero la Comisión Europea rechazó este extremo.

¿Francia, entonces, también se beneficia?

Así es. Francia se beneficia de los precios bajos de la electricidad en España. En el último año España logró el mayor saldo exportador de electricidad en su historia (19.841 millones de euros), casi el doble que en otros 'buenos años' para las ventas al país vecino como 2008 o 2012. Pero esto también implica un retorno para España. Las rentas de congestión es el dinero que pagan las comercializadoras por el intercambio de gas a través de las interconexiones eléctricas, en este caso del tubo que conecta con Francia. Ya sea España o Francia el exportador neto el montante resultante por este concepto se divide a partes iguales entre ambos países. Normalmente, España destinaba ese dinero al sistema eléctrico, pero con la creación del tope al gas se estableció que se utilizase para reducir la cuantía del ajuste, es decir, el dinero que los consumidores pagan para compensar a las centrales de gas.

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