Energía

Naturgy augura que 2023 "no será un año fácil ni en calma" para el sector energético

La junta de accionistas aprueba la reelección de Francisco Reynés como presidente de la compañía por cuatro años más

El presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés.

El presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés.

Sara Ledo

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"No será un año fácil ni en calma". Esa es la predicción del presidente de Naturgy, Francisco Reynés, para este 2023, año en el que la compañía energética aspira a reeditar el récord de beneficios de 2022, marcado por la subida de precios del gas derivada de la guerra de Ucrania. Así lo ha trasladado Reynés durante su discurso ante la Junta General de Accionistas, celebrada este martes en Madrid, en la que no ha habido sorpresas y los propietarios de la gasista le han reelegido como presidente para los próximos cuatro años. Es su segunda etapa al frente de Naturgy, después de su nombramiento en 2018 tras la marcha de Isidre Fainé.

El presidente de la energética ha explicado que la compañía pretende durante este año impulsar un crecimiento "moderado" del negocio de redes en España a través de más inversiones y digitalización y con "actuaciones relevantes" en Latinoamérica con un incremento de la demanda "que viene con retraso respecto a la demanda europea". En el mercado liberalizado ha dicho que persiste la incertidumbre, pero se trabaja "de forma intensa" para estabilizar las condiciones de aprovisionamiento de gas y "adaptarlas a las condiciones del mercado". En este breve análisis dividió la compañía en dos, como hacía el dormido proyecto Géminis, que no ha sido mencionado en la Junta.

Respecto a los precios de la energía, Reynés ha advertido que es "superprematuro" augurar cualquier nivel a día de hoy para los próximos meses, pero ha insistido en que en el presente ejercicio se mantendrá la "volatilidad y la incertidumbre". "Cualquiera que analice el precio del mercado de futuros de gas, petróleo o electricidad verá que la evolución varia día a día", ha expresado tras la pregunta de una de las accionistas presentes en la sala y ha añadido que, en cualquier caso, Naturgy "está mejor preparada".

Después del año pasado, la compañía dispone de suficiente dinero para "seguir invirtiendo y no dejar pasar ninguna oportunidad". "La compañía dispone de liquidez suficiente si hubiera proyectos que meditar si la compañía se interesara", ha apuntado el presidente de la energética. La prioridad de asignación de recursos se destinará a tres ejes: "a invertir, a retribuir a los accionistas y a la sociedad en general, y dedicar los excedentes a la reducción de deuda".

Pobreza energética

Todos los accionistas que han intervenido durante la Junta se han referido a la problemática de la pobreza energética. Una de ellas --María Campuzano Guerra-- planteó a la empresa la posibilidad de condonar la deuda acumulada de las familias más vulnerables que no pueden hacer frente a los recibos de luz y gas y a quienes, de momento, se les mantiene el suministro por la prohibición de cortes de suministro que impuso de forma temporal el Gobierno desde la pandemia. Desde la compañía no se dio respuesta directa a la cuestión, más allá de defender su compromiso con la pobreza energética, pero "dentro de la ley".

Otro de los accionistas --Juan Carlos Lage López-- centró la problemática en la Cañada Real y la falta de suministro eléctrico "desde el 2 de octubre del año 2020". El presidente de la empresa limitó la problemática a una parte del barrio, el sector seis, donde solo hay dos personas dadas de alta en el suministro eléctrico a quienes se les corta el suministro por una cuestión de restricciones técnicas a petición de Red Eléctrica. "Lo que saltan son las protecciones, igual que a cualquiera de nosotros nos saltan los plomos si tenemos un consumo superior al que tenemos contratado", ha explicado Reynés.

Por otra parte, otra accionista y antigua clienta de la empresa, Mari Carmen Gómez Pérez, se quejó de "mala praxis" de la compañía al privarle de su derecho a la energía tras informar a la empresa que no podía pagar debido a su situación de precariedad (400 euros de ingresos mensuales). Reynés pidió perdón a la afectada y añadió que la compañía la dirigen "personas que tenemos corazón, que tenemos alma y que queremos lo mejor para todo el mundo y que haremos lo posible para que todo el mundo tenga lo que le toca".