La firma energética de la Generalitat aspira al menos a duplicar su presupuesto de 25 millones en 2024

L’Energètica, la firma constituída por la Generalitat, aspira al menos a duplicar el año que viene el presupuesto de 25 millones de euros con el que ha comenzado a operar en 2023, aunque incluso apunta a los 100 millones, según estima el director general de la compañía, Daniel Pérez. Uno de sus objetivos es sumarse a proyectos renovables con autorización administrativa, que son en su totalidad huertos solares de pequeños promotores, con la compra de la totalidad o la participación en el capital. Actualmente hay más de 40 proyectos de menos de 5MW con autorización administrativa en Catalunya.

Para comenzar, L'Energètica pasará a contar con las participaciones de la sociedad pública Avançsa en los parques eólicos Pebesa, de 4 megavatios (MW) en el Baix Ebre, con el 25%; y Trucafort, de 29 MW, con el 9,65%, 29 MW, en el Priorat; y contratará a una treintena de personas entre febrero y septiembre de este año. Además ha constituido un consejo asesor con una veintena de expertos, presidido por Mar Reguant.

Centrales hidráulicas

Otra de las 'herencias' que recibirá L'Energètica son las centrales hidroeléctricas de cuencas internas, que son aquellas en las que tiene competencias la Generalitat y cuya concesión venza o revierta al sector público por incumplimientos, ha explicado Pérez, que procede la energética catalana Holaluz . De todas formas, la concesión de la mayor parte de las 350 existentes vence en 2061 y solo podría acceder actualmente a la de la Colònia Llaudet o Can Trinxet; y muchas de estas instalaciones tal vez ya no puedan utilizarse a su vencimiento por cambios en el caudal.

Aunque la rentabilidad económica guiará las actuaciones de la compañía, por su naturaleza pública tendrá en cuenta otras variables como la social o territorial, según Pérez. Una de las metas de la compañía presidida por el exdiputado de ERC, Ferran Civit, es hacerse con los proyectos de autoconsumo en tejados de edificios públicos, cuyo potencia teórica asciende a 329 millones de MW, aunque podría ser inferior dado que no en todos los inmuebles se puede instalar toda la potencia. Y en esa línea de visión social prevén que un porcentaje de la energía generada sea para personas y familias vulnerables a dos kilómetros a la redonda, que es el límite fijado para extender el autoconsumo por parte del ministerio de Transición Ecológica.

Comercializadora

Otro reto de la compañía es lograr la licencia como comercializadora y empezar a hacer pruebas en nuevos centros de la Generalitat que aún no tengan contratos de suministro. Al ser de carácter público no requiere concurso, aunque como contrapartida los ingresos procedentes del sector privado no pueden superar el 20% del total. Su principal objetivo será cubrir la demanda de la Generalitat y quizás de ayuntamientos de más allá del área metropolitana, una zona en la que se ha hecho fuerte la energética del ayuntamiento de la capital catalana, Barcelona Energia.

La empresa pública también prevé asegurar líneas de crédito suficientes con el Institut Català de Finances (ICF) y otros mecanismos para asumir 2.800 puntos de suministro que se licitan en contratación centralizada en 2024. Otro de sus objetivos es convertirse en agentes del mercado para poder comprar y vender energía.