Compromís nacional per un turisme responsable

¿Cómo será ir de vacaciones en 2040?: Las 5 claves del plan del Govern

Aragonès junta a Colau y a Foment en un consenso de mínimos para renovar el modelo turístico de Catalunya

Turistas en Barcelona.

Turistas en Barcelona. / RICARD CUGAT

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Gabriel Ubieto
Gabriel Ubieto

Redactor

Especialista en Mercado laboral, empresas, pensiones y las diferentes derivadas del mundo del trabajo

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El Govern ha presentado este martes su 'Compromís nacional per un turisme responsable’, un documento de 47 páginas que sintetiza qué modelo turístico pretende para Catalunya y hacia donde debería reconvertirse el sector. Es decir, ¿qué debiera ser hacer turismo en el horizonte 2040? Este manifiesto ha sido suscrito por 111 entidades, desde la histórica patronal Foment del Treball, hasta gremios hoteleros, de restauración, las principales asociaciones de municipios, el Ayuntamiento de Barcelona, los sindicatos mayoritarios y colegios profesionales, entre otros. El 'Compromís' traza una serie de objetivos no vinculantes, pero que comprometen a los firmantes para tratar de adaptar el sector turístico -tanto para locales como para visitantes extranjeros- a los retos de la crisis climática.

Gastar la mitad de agua, que la mitad de los alimentos que consuman se produzcan en Catalunya, reducir el 40% las emisiones de CO2 de los cruceros o limitar el acceso con coches de combustión a municipios con alta presencia de visitantes son algunos de los objetivos que recoge el manifiesto. Este busca ser una hoja de ruta compartida por administraciones y sector privado para tratar de reconvertir un ramo de actividad tractor en la economía catalana, que mueve el 13% del PIB y el 15% de la ocupación. El plan del Govern obvia diversas materias de peso -como un debate en profundidad sobre los cruceros, la ampliación del aeropuerto de El Prat o el rol de macroproyectos como el Hard Rock de Tarragona- en aras del consenso entre esos 111 diversos firmantes.

Alojamientos turísticos

El plan del Govern parte de una autocrítica respecto al monocultivo turístico en el que han caído partes del territorio catalán. Para tratar de revertirlo, los firmantes se fijan como meta aumentar un 20% el peso relativo de las actividades no turísticas en la ocupación de los municipios del litoral para 2035. Y una de las vías para limitar esa excesiva dependencia del turismo es limitar o reorientar la presencia de alojamientos turísticos.

En este sentido, "los diversos niveles de la administración pública, de acuerdo con sus competencias, se comprometen a incrementar las medidas de control y de inspección que garanticen una reducción sistemática de la oferta turística que no respete la legislación sectorial y general", según recoge el documento. El 'Compromís' también aboga por redistribuir los flujos turísticos y repartirlos por todo el territorio, sin concretar mucho más cómo conseguirlo.

Agua y alimentos

Un ciudadano no gasta la misma agua cuando está de vacaciones que cuando no lo está. Más visitas a la piscina, hospedaje en hoteles que lavan constantemente sus instalaciones en aras del ir y venir de huéspedes, consumo de alimentos muchas veces traídos de la otra punta del mundo... La bibliografía publicada ha acreditado que la huella hídrica de los turistas es superior a la de los residentes y la voluntad del Govern es corregir esa brecha.

El documento compromete a los firmantes a trabajar para la progresiva equiparación de los consumos de agua por habitante de los residentes y de los turistas, hasta alcanzar la paridad en 2040. Las empresas firmantes del pacto se comprometen a reducir “sensiblemente” su huella hídrica. 

Hoteles, bares y restaurantes deberán readaptar sus cadenas de proveedores para que en 2035 la mitad, como mínimo, de los alimentos servidos a turistas hayan sido producidos en Catalunya. Además, deberán reducir a la mitad la cantidad de comida que compran de más y acaban tirando. Actualmente la industria alimentaria genera 35 kilos de comida de más por catalán y que acaban en la basura. Y la Generalitat estima que el nivel de deperdicio alimentario en el caso de los turistas es el doble que el de los residentes. En 2040 el objetivo de desperdicio es cero. 

Uno de los principales objetivos del plan presentado por el Govern es atajar la emisión de CO2 de las empresas del sector turístico. Pero también de todos aquellos desplazamientos derivados de la propia actividad turística. Es decir, ir y venir a las playas, rutas en vehículo privado a la montaña o desplazamientos entre ciudades. La prioridad es habilitar el máximo de vías para el transporte colectivo -más concretamente el transporte público- y reducir así el uso del coche. Algo que no siempre es fácil, ya que cuatro de cada 10 municipios catalanes no cuenta con servicio de transporte público.

Y para incentivar ese uso de esas vías de transporte menos contaminantes el Govern y los firmantes apuestan por limitar la entrada de vehículos contaminantes, creando zona de bajas emisiones, en municipios con más de 20.000 huéspedes o veraneantes a tiempo completo. Además, también pretenden crear áreas de cero emisiones en barrios turísticos. La Generalitat pretende sacar todo vehículo de combustión de las zonas naturales de protección especial para el 2035.

Otro debate en relación al turismo y la contaminación derivada del mismo pasa por los cruceros. El plan no concreta si deberán disminuir la cantidad de pasajeros o el número de buques, solo que los barcos que desembarquen y se marchen deberán emitir cada vez menos emisiones de CO2. Concretamente en 2030 deberán emitir un 40% menos de las que emitían en 2008, para luego llegar a las cero emisiones en 2050. 

Eficiencia energética

De la misma manera que la industria y la agricultura son objeto de fiscalización de sus huellas ecológicas, la Generalitat aspira a incorporar también al turismo a ello. Gran parte de manifiesto presentado este jueves se dirige a mejorar la gestión de los recursos por parte de las empresas del sector. Con el objetivo de emitir menos CO2, gastar menos agua y consumir más energía verde. En este sentido, la meta a la que ha conjurado el Govern a los 111 firmantes es que, en 2035, toda la energía que consuma el sector turístico deberá ser 100% verde.

La Generalitat y los ayuntamientos firmantes -está el de Barcelona, que concentra a más de la mitad de los turistas extranjeros que visitan Catalunya, y las federaciones ACM y FMC- se comprometen a ir sacando ayudas públicas para incentivar a que las empresas inviertan en renovar sus calefacciones y aires acondicionados y que estos gasten menos. Concretamente, su compromiso es el de aumentar la eficiencia energética de los edificios turísticos en un 50% para el 2030.

Empleo

La hostelería es actualmente y desde hace años uno de los sectores con los sueldos más bajos. Y es que un empleado de la hostelería -que incluye desde un camarero, cocinero o friegaplatos hasta un chef o 'maitre'- gana de media 1.242 euros brutos al mes, mientras que el sueldo medio en el conjunto de la economía se sitúa en 2.152 euros, según los últimos datos de la Encuesta de Costes Laborales del INE. Además de tener unos horarios que en más de un caso dificultan la conciliación entre la vida laboral y familiar de los trabajadores.

El 'Compromís', firmado tanto por la patronal Foment como por CCOO y UGT, hace un llamamiento genérico a implantar unas buenas condiciones laborales en el sector, sin fijarse unos objetivos o indicadores concretos sobre el mismo. En este sentido aboga por la promoción de la contratación indefinida a tiempo completo y, en menor medida, de la fija discontinua. Y aquí la Generalitat se autoimpone el objetivo de “incrementar la actividad” de la Inspección de Trabajo para velar que no se incumple la normativa.

El documento también plantea la creación de un sello de igualdad, para diferenciar a aquellas empresas que son un modelo de éxito en este sentido. Una iniciativa que choca con el pobre cumplimiento de las actuales normativas, de corte obligatorio, a diferencia de este compromiso no vinculante.