El 'middle market' reclama más apoyo de la Administración

Las empresas que no son grandes ni pequeñas, denominadas con el término anglosajón de 'middle market', reclaman más atención por parte de la Administración. Huérfanas de aliados de porte, faltas de imagen de marca reputada de altos vuelos y dimensión financiera sensible a cambios de coyuntura, las empresas medianas sienten que la subida de tipos les afecta más que al resto y que las ayudas europeas pasan de largo sin encontrar cobijo entre dignos socios empresariales pero sin accionariados opulentos. Frente a un auditorio formado por empresas del ecosistema industrial, el 'Positive Industry Day' organizado este martes por la asociación Amec sirvió como altavoz de una situación menos conocida de lo merecido. La organización empresarial Amec destaca habitualmente el papel de estas firmas multinacionales medianas en la evolución de la economía, y mucho más ahora en un momento de 'glocalización' o internacionalización asociada a implantación industrial local.

El director general de Amec, Joan Tristany, ha evidenciado el sentimiento de "soledad" que tienen las empresas medianas, algunas líderes en su nicho de mercado a nivel global, que por tener un tamaño mayor a buena parte de las pymes pero menor al de las grandes empresas "quedan a menudo excluidas de numerosas iniciativas promovidas por las administraciones". "Sí, son empresas innovadoras, sostenibles, que utilizan todas las palancas de competitividad, pero quedan fuera en diversos aspectos, como vimos con los Fondos Next Generation”, reconoció la consejera delegada de Icex, María Peña, en el mismo acto y ante la mirada crítica de los presentes.

En opinión de Peña, parte del problema de estos líderes modestos hay que achacarlo al entorno de la Unión Europea: "Desde Icex trabajamos en ello y os acompañaremos en esta tarea de lobi frente al Ministerio (de Industria y Economía) y la Unión Europea", ha afirmado. Pero pese a estos reconocimientos, lo cierto es que los expertos constatan que las firmas medianas en momentos de subida de tipos de interés tienden a tener dificultades para el crecimiento, lo que supone una amenaza para los procesos de internacionalización en marcha. Pese al relativo optimismo de las empresas exportadoras, como muestran los últimos datos de la balanza comercial, las empresas están obligadas a anticipar tendencias, avistar tensiones geopolíticas y tomar decisiones antes de que las situaciones se conviertan en drama.