Mercado laboral

De la fábrica al despacho: el peso de los profesionales de ‘cuello blanco’ se dobla en los últimos 20 años

Un informe de los colegios profesionales de Catalunya señala que la proporción de directivas catalanas va al alza, pero que estas cobran el 40% menos que sus homólogos

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oficina / Shridhar Gupta

Gabriel Ubieto

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Abogados, doctores, contables, consultores… La cantidad de catalanes que han cambiado la fábrica, el supermercado o el centro de atención telefónica por un despacho profesional se ha disparado en las últimas dos décadas. El número de trabajadores de ‘cuello blanco’ altamente cualificados ha ganado peso durante las últimas dos décadas, hasta el punto de que representan ya el 28% del total de ocupados en Catalunya, concentran el 40% de la masa salarial del país y pagan casi la mitad del IPRF que recauda el Estado, según cuantifica informe de la Associació Intercol·legial de Col·legis Professionals presentado este martes. 

Otra conclusión que deja el estudio es que los despachos profesionales ya no son cosa de hombres. Y es que actualmente en Catalunya hay más mujeres trabajadoras de ‘cuello blanco’ y con titulaciones universitarias que trabajadores. No obstante, y pese a esa mayor presencia de las mujeres, la brecha salarial no solo existe, sino que es superior que en el conjunto de la economía. Y a mayor altura de rango, mayor brecha salarial. Hasta el punto de que la diferencia entre lo que cobran directivos hombres y directivas mujeres asciende al 40%, en detrimento de las segundas. Una brecha el doble de abultada que entre el conjunto de la economía. 

La digitalización, internacionalización y sofisticación de las economías occidentales ha provocado que las empresas cada vez precisen de empleados más cualificados. Las sociedades industriales eminentemente formadas por trabajadores de cuello azul, conocidos así por el color de sus monos de trabajo, han mutado hacia sociedades postindustriales donde estos conviven con una cada vez mayor proporción de trabajadores de ‘cuello blanco’. Y la economía catalana no ha sido una excepción y el auge de firmas en el 22@ de Barcelona es ejemplo de ello.

El informe de los colegios profesionales ilustra que en las últimas dos décadas, aunque especialmente tras el estallido de la crisis financiera e inmobiliaria del 2008, el mercado laboral ha ganado en calidad. Seis de cada 10 nuevos empleos creados en el ciclo de crecimiento posterior a la caída de Lehman Brothers fueron de profesionales cualificados y con titulación universitaria.

Empleos con sueldos, por lo general, sustancialmente mejores del que gana un trabajador medio. Según los cálculos de los colegios, un profesional con titulación universitaria gana de media 43.011 euros brutos al año, frente a los 30.378 euros en los que se sitúa el salario medio en Catalunya, es decir, casi 1,5 veces más.