MWC 2023

El municipio de Madrid que vigila sus parques y jardines desde el espacio

Vodafone y OHLA lanzan un solución digital para gestionar zonas verdes urbanas con imágenes por satélite e inteligencia artificial y convierten a Fuenlabrada en la ciudad pionera en explotarla

Vodafone zonas verdes.

Vodafone zonas verdes.

David Page

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Controlar jardines y parques en mitad de las ciudades con fotografías de alta precisión e infrarrojos desde el espacio. Es lo que ha empezado a hacer uno de los grandes municipios de Madrid, estrenando una solución pionera para optimizar la gestión de sus zonas verdes utilizando tecnología geoespacial e inteligencia artificial.

El Ayuntamiento de Fuenlabrada ha sido el primero en implementar de manera real el proyecto de internet de las cosas impulsado por Vodafone y el grupo de infraestructuras OHLA -que lo han presentado en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona- utilizando imágenes satelitales de muy alta resolución para detectar zonas de mejora y optimizar la gestión de las zonas verdes de la ciudad.

Vodafone y OHLA, que lidera la iniciativa a través de su filial de servicios Ingesan, se han aliado para cimentar el proyecto con la empresa especializada en tecnología satelital e inteligencia artificial GeoAIT y con el grupo estadounidense Maxar, que opera una constelación de satélites para la toma de imágenes de la Tierra y que recopila cada día más de 3,8 millones de kilómetros cuadrados de imágenes de satélite de alta resolución.

La filial de OHLA ha diseñado la plataforma VerSat, con la que aplica las imágenes satelitales de muy alta resolución para detectar zonas de mejora y optimizar la gestión de zonas verdes urbanas. La herramienta facilita la toma de decisiones sobre el diseño y seguimiento de acciones de control de los espacios naturales. La combinación de inteligencia artificial y tecnología geoespacial hace que la solución de Vodafone sea capaz de hacer un inventario de la masa arbórea con una precisión estimada del 95%.

Los satélites utilizados en el proyecto no sólo toman imágenes de alta resolución de las zonas verdes de Fuenlabrada, también utilizan sensores infrarrojos para recopilar información más allá del espectro visible para clasificar tipos de cultivo, identificar el estado de salud de las plantas, detectar enfermedades y plagas o conocer su estrés hídrico para administrar los niveles de riego.

Toda esta información analizada en el marco de una solución IoT facilita a los equipos de trabajo de parques y jardines adoptar las mejores decisiones a la hora de asignar recursos para el mantenimiento de las zonas verdes, y así se optimizan los recursos disponibles y se contribuye a una gestión más eficiente. Con toda la información se establecen más de 30 índices vegetativos bioquímicos y biofísicos, así como firmas espectrales que clasifican la salud de la vegetación, categorizan la materia natural, detectan incendios o mapean minerales, entre otras funcionalidades.

'Funela' como experimento

Las administraciones locales han tomado conciencia de que la conservación de las zonas verdes urbanas es esencial en la lucha contra el cambio climático y están dando pasos para optimizar los trabajos de mantenimiento, maximizar el rendimiento de los equipos de trabajo y garantizar una correcta asignación de los recursos naturales, humanos y materiales para la conservación.

El Ayuntamiento de Fuenlabrada ha sido el primer organismo público de España en utilizar la solución para tal fin, mediante el desarrollo de una prueba de concepto para analizar de manera automatizada la vegetación en los parques y jardines urbanos del municipio.

Entre la información entregada figura un inventario con información geoespacial de la vegetación, el cálculo de la extensión de las superficies verdes arbóreas y herbáceas, una clasificación por especies, una línea de referencia de la salud de las masas a partir del análisis de las características biofísicas de la vegetación (área foliar y actividad fotosintética) y la evaluación comparativa de la salud vegetal respecto al año anterior.

Al digitalizarse el servicio, el inventariado de la masa arbórea y el control de sus parámetros de salud puede realizarse de forma más rápida, sin necesidad de ningún tipo de desplazamiento, lo que consigue ahorrar costes y reducir el tiempo de operación sobre el terreno. Además, se podrá acceder a los datos históricos del proyecto, facilitando el seguimiento de la evolución de todas las zonas controladas.