Fira de Barcelona capitaliza la recuperación de los eventos y gana 37 millones brutos en 2022

No dan la recuperación por hecha porque todavía falta mucho visitante intercontinental, pero las cifras ya tienen aroma postcovid. Fira de Barcelona ingresó 211 millones de euros en 2022, el triple que el año anterior y apenas un 3% menos que en 2019, último año entero antes de la llegada de la pandemia. Este volumen de negocio, combinado con una “gestión cuidadosa” propia de venir de dos años especialmente complicados para el sector de los eventos, se ha traducido en unos beneficios operativos récord (a los que habría que restar amortizaciones, impuestos y otros gastos contables) de 37 millones de euros, casi un 50% más que antes del covid.

En total, entre el recinto de la avenida Maria Cristina de Barcelona, el de Gran Via de l’Hospitalet de Llobregat y el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB), Fira de Barcelona ha gestionado 250 eventos. Entre ellos, como más destacables, el Integrated Systems Europe (ISE), el Alimentaria o el Mobile World Congress, que supuso por sí solo el 20% de esta facturación total.

“Son muy buenos resultados”, ha valorado en la presentación de estas cifras el director general de Fira Barcelona, Constantí Serrallonga, contento de que un año que empezaba con el aplazamiento del ISE hasta primavera haya terminado de forma tan sólida. “Todo ha sido algo inferior a lo que estábamos acostumbrado por la menor presencia de visitantes de China, pero esto se está recuperando: la recuperación a nivel europeo ha sido muy rápida y positiva y a nivel intercontinental más lenta”, ha analizado el mismo, que espera para 2023 el mismo número de eventos y una consolidación del crecimiento de este año.

También el presidente del organismo, Pau Relat, ha hecho una lectura en esta línea, resaltando, además, los hitos más destacables del año: la renovación del Mobile World Congress hasta 2030 pero con voluntad de permanencia, el primer año de gestión completa del CCIB y la puesta en marcha de la ampliación del recinto de l’Hospitalet de Llobregat, un proyecto que les convertirá en uno de los mayores complejos feriales de Europa.

Los trabajos para la ampliación ya comenzaron el mes pasado con el derribo del solar ocupado por Porcelanosa, en el que se construirá el nuevo pabellón del recinto de Gran Vía. Ocupará 60.000 metros cuadrados de superficie bruta y lo llamarán, según han confesado este jueves, pabellón cero. De acuerdo con el calendario puesto encima de la mesa, la aprobación definitiva del proyecto está prevista para el plenario del mes de marzo y la finalización de las obras, que costarán en torno a 200 millones de euros, para septiembre del 2026.

Consenso en peligro

A juicio de Relat (y también de la alcaldesa Ada Colau y de la presidenta de la Cambra de Comerç de Barcelona, Mònica Roca, presentes en el acto), la clave de este exitoso ejercicio ha sido la buena sintonía entre los diferentes miembros el consejo de administración del organismo, un consenso que parece peligrar dado el choque que están viviendo en el seno de Fira 2000, la sociedad creada precisamente para gestionar esta ampliación, y la decisión de ERC de sustituir a su director general.

“Apelo una vez más a que hagamos un esfuerzo por mantener estas claves del éxito de la institución”, ha lanzado Relat. “Pedimos que se siga trabajando por el consenso que ha caracterizado hasta ahora la Fira de Barcelona”, ha reclamado Colau. “Pensamos que una organización tan importante como es la Fira merece que estas decisiones se tomen con consenso, como se ha hecho hasta ahora”, ha coincidido Roca.

Todo esto, justo después de que, a su lado, el ‘conseller’ de Empresa i Treball, Roger Torrent, haya justificado el derecho que tiene ERC, su partido, de decidir en quien confía para gestionar esta sociedad. Porque de ahí viene la polémica, de la decisión de Esquerra de nombrar a David Poudevida nuevo director general de Fira 2000 contra la voluntad del resto de miembros del consejo de administración. “Quizás hacen una reflexión”, ha insistido la presidenta de la Cambra, en un deseo que induce a pensar que la discusión sigue viva. “Espero que recuperemos este consenso que hemos tenido hasta ahora”, ha concluido.

Expectativas para 2023

En cualquier caso, el discurso ha sido por encima de todo positivo. "La pandemia demostró el papel central de la Fira como dinamizador económico", ha remarcado Colau. "Estamos en un momento de incertidumbre y dificultad, pero la Fira, como el conjunto de la economía del país ha demostrado una resiliencia y una robustez que han permitido superar el presente y mirar con garantías el futuro", ha concedido también Torrent. "Barcelona es una capital de congresos y eventos y eso hace que Fira sea uno de los motores económicos de Barcelona y, por extensión, de Catalunya", ha sostenido Roca, que se ha congratulado al mismo tiempo de que todo esto sea un éxito de la colaboración públicoprivada.

En cuanto a 2023, el objetivo es que así siga. La meta, por ahora, es consolidar estas cifras. "Cuando tienes un crecimiento tan importante lo que tienes que hacer es digerir", ha razonado Serrallonga, que ha destacado, igualmente, dos grandes hitos del calendario ferial de este año: regresa a la ciudad el CPHI, la feria más importante del mundo de la industria farmacéutica, y se estrena el Shop Talk, una evento dedicado al comercio electrónico que se ha mudado de Londres a Barcelona.