Iniciativa privada

La pista sobre el mar del aeropuerto de El Prat "es una propuesta seria para el debate"

Los ingenieros y economistas que la han impulsado defienden que "no es una ocurrencia"

Simulación de la propuesta de la pista sobre el mar para el Aeropuerto de Barcelona

Cristina Buesa

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Tres ingenieros, dos economistas y un ecólogo han detallado este martes la propuesta para construir una pista sobre el mar para ampliar el aeropuerto de El Prat. Han elegido la sede del Col·legi d'Economistes de Barcelona y, según ha explicado el economista Guillem López-Casasnovas, su voluntad es abrir el debate. "No venimos a vender ni a colocar nada: somos nosotros. Alguien podría pensar que es una ocurrencia pero no es una improvisación", ha advertido.

El ingeniero Joaquim Coello ha sido el encargado de explicar los frenos para que el aeródromo barcelonés crezca. Ha asegurado que la infraestructura necesitaría dos pistas de 3.500 metros de longitud para que los vuelos intercontinentales operen "con normalidad" porque la que está junto al mar tiene "limitaciones" por el impacto acústico sobre Gavà Mar. Si se decidiera ampliar la pista corta, la del mar, impactarían negativamente en las zonas protegidas del Delta del Llobregat, ha advertido.

El grupo promotor de la pista del aeropuerto de El Prat sobre el mar, este martes en el Col·legi d'Economistes de Barcelona.

El grupo promotor de la pista del aeropuerto de El Prat sobre el mar, este martes en el Col·legi d'Economistes de Barcelona. / ÀNGEL GARCÍA

Seis meses de trabajos

Con Casasnovas y Coello, en el centro de la estrecha mesa, estaba el 'exconseller' Andreu Mas-Colell, que se ha encargado de las valoraciones más políticas: "No es una propuesta exótica o disparatada" o "Somos una colección de individualidades aficionados a pensar en Barcelona y ahora es la Generalitat la que se lo debe presentar a Aena", ha invitado.

Coello, que forma parte de la comisión de Foment del Treball y que trabaja en esta propuesta de pista sobre el mar desde hace unos seis meses, la ha diferenciado de otras que hay en el mundo. "No queremos que se construya una plataforma sobre una isla artificial, como hay algún caso en Japón, sino con una tecnología de pilones por la que las olas del mar traspasarían. Los temporales no harían mella porque ni el Gloria tuvo olas tan altas". Se tardaría cuatro años en construirla, costaría 2.200 millones de euros, tendría 3.500 metros de longitud y estaría situada a un kilómetro y medio de la costa.

Desde tierra, como la pista está 10 metros sobre el nivel del mar, "no tiene impacto visual", ha asegurado Coello mientras enseñaba una fotografía ("Juzguen ustedes mismos", ha mostrado). El ingeniero Fernando Hermosilla, -"la persona que más ha intervenido en el proyecto", según Coello-, ha comparado su idea con la de hacer una pista en una isla, lo que sí tendría "un impacto medioambiental muy elevado porque estaríamos generando una barrera".

Un estudio de 1991

"No vamos a destrozar las mareas de la zona, con nuestro bosque de pilotes se disminuirá el movimiento de sedimentos", ha descrito. Junto a él estaba también el ecólogo Joandomènec Ros, que ha recordado que estudió la zona en 1991 y que estaba contaminada: "Ahora se deberá repetir el estudio", ha encajado.

Los impulsores han presentado la idea al 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès (que adelantó que no la ve viable, pero que se analizará la fórmula en la comisión pactada entre el Govern y el PSC), al 'conseller' de Territori, Juli Fernàndez. Se la han explicado a la 'consellera' de Economia, Natàlia Mas, y en los próximos días se reunirán con Junts o el PSC para que la conozcan, aunque ambos ya han expresado sus dudas sobre la viabilidad.