Choque por unos permisos

Amazon presionó al Ayuntamiento de Martorelles para recibir trato de favor

MULTIMEDIA | El cierre de Amazon en Martorelles sacude a 85 municipios catalanes

La Generalitat y el consistorio niegan haber dado un euro público a la multinacional desde su instalación, en 2017

Centro de Amazon en Martorelles

Centro de Amazon en Martorelles / Ricard Cugat

Gabriel Ubieto

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Amazon está negociando su cierre en Martorelles para dejar tras de sí una superficie equivalente a cuatro campos de fútbol, de cuya actividad viven actualmente 800 familias. La clausura de esta nave de 30.000 metros cuadrados llega tras un año de ruido de sables, que la empresa insistía en desmentir, reafirmando su apuesta por la continuidad de la planta. Dichos rumores coinciden en el tiempo con un choque entre Amazon y el Ayuntamiento de Martorelles por una serie de permisos, en el que la multinacional reclamó un trato de favor al consistorio que no consiguió. Y un año antes de anunciar el cierre, la multinacional rechazó ampliar su operativa en el polígono.

El gigante logístico pretendía crecer a un ritmo que excedía el de los trámites ordinarios y presionó al consistorio para que le diera un trato especial de cara a un parquin de camiones imprescindible para mantener el alto tráfico de mercancías que entraban y salían de su centro y que condicionó la actividad de todo el polígono, según afirman fuentes conocedoras de las conversaciones con el consistorio. 

"Siempre nos han pedido un trato preferente, pero entendemos que éticamente no podemos hacer ese tipo de tratos si no se los hacemos también a un vecino. Además estamos hablando una empresa gigante, que reparte dividendos millonarios y que tiene capacidad para gestionar las cosas correctamente", explica el alcalde de Martorelles, Marc Candela, en conversación con EL PERIÓDICO.

Amazon ha levantado y se dispone a abandonar un centro logístico que alberga a 800 empleados en tiempo récord. En menos de un lustro el espacio se le ha quedado pequeño y en busca de mayores beneficios traslada sus producciones a Zaragoza y Figueres, territorios donde pagará sueldos más bajos. "Del 2018 al 2022, invertimos más de 10 millones de euros en Martorelles, con el objetivo de convertir el centro en una parte sostenible de nuestra red en España. Desafortunadamente, el tamaño del centro, su ubicación y la incapacidad para crecer más hacen imposible que sea una parte viable de nuestra red de cara al futuro", afirman desde Amazon.

La Administración niega ayudas públicas

La breve historia de la multinacional de origen estadounidense en Martorelles no ha sido regada con dinero público, según afirman las instituciones implicadas. La Generalitat, por su parte, afirma que no ha dado ni un euro público ni ha perdonado ni un euro en tasas o impuestos a Amazon para su instalación y actividad durante estos cinco años, según fuentes de la ‘conselleria’ de Empresa consultadas por EL PERIÓDICO. “Ni un euro”, coincide el alcalde de Martorelles. 

El primer edil de este municipio de 4.859 habitantes del Vallès Oriental explica que Amazon sí trató rebajar el precio que paga por el terreno. Terreno que pertenece a la empresa Segro, grupo inmobiliario de origen británico que es propietaria a su vez de múltiples terrenos para usos logísticos por toda Catalunya. 

Fue esta la que solicitó al municipio una rebaja del Impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) en aras de facilitar la implantación de esta corporación que en 2017, cuando se instaló, registró unos beneficios de 3.000 millones de dólares. En 2021 la multinacional se anotó un récord de 33.364 millones de dólares, impulsada por el ‘boom’ del comercio electrónico durante la pandemia.    

Choque en la antigua Derbi

El choque entre Amazon y el ayuntamiento de Martorelles surge a raíz de los terrenos que antaño ocupó la fábrica de la icónica marca de motos Derbi. En 2013 se ensambló allí la última motocicleta y Segro, en 2021, adquirió la propiedad del terreno, ubicado en el mismo polígono que el almacén de Amazon. Su intención era construir allí un parking de camiones, según fuentes conocedoras de las negociaciones con el Ayuntamiento. 

El parking era un requisito indispensable para seguir operando a la misma capacidad, pues el nutrido tráfico que la multinacional trasladó al polígono condicionó la actividad del resto de empresas allí instaladas e incluso obligó unos años antes a modificar la normativa viaria municipal para ello. Algo a lo que el consistorio accedió para facilitar su arraigo. "Nunca les hemos dado un trato preferente, pero sí hemos sido proactivos", afirma Candela.

Volviendo a 2021, la multinacional comenzó a presionar al consistorio para que acelerara los permisos de obras del estacionamiento, algo que era incompatible, según estimó la alcaldía, con que el reducido grupo de trabajadores municipales garantizarán el correcto cumplimiento de toda normativa. El consistorio, según explica su alcalde, sí intermedió para convencer a un privado que permitiera el paso de camiones por su propiedad, permitiendo a Amazon seguir creciendo en tráfico y actividad.

“En septiembre del 2021 nos presentaron formalmente la licencia de obras y en noviembre la autorizamos. Entonces nos replicaron que ya no les interesaba”, afirma el alcalde. ¿Por qué la multinacional renuncia, tras más de medio año de trámites, a acometer dicha obra una vez recibe el visto bueno? “No nos los justificaron. ‘Decisiones de arriba’ nos vinieron a decir”, cuenta el alcalde. Desde entonces la comunicación entre el consistorio y la multinacional se apaga. 

Unos meses después, en febrero del 2022, la dirección de Amazon convoca informalmente al comité de empresa de Martorelles y les comunica que el centro dejaría de estar especializado en almacenaje y envío de paquetes y pasaría a ser una planta de devoluciones, garantizando la ocupación en la misma. Promesa que finalmente la compañía ha incumplido, poniendo a sus 800 trabajadores en la tesitura de aceptar un traslado a entre 120 o 300 kilómetros o quedarse sin empleo pero con una indemnización mínima. 

"Evaluamos constantemente nuestra red de operaciones para asegurarnos de que se ajusta a nuestras necesidades como compañía y para mejorar la experiencia de nuestros empleados y clientes. Como parte de este esfuerzo, abrimos nuevos centros, mejoramos las instalaciones existentes o cerramos centros más antiguos", afirman desde Amazon.

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