Descarbonización

Arcelor no espera a la Comisión Europea y tramita todas las fases de la acería verde

El Principado de Asturias inicia la evaluación ambiental de la planta de reducción directa de mineral de hierro tras dar el visto bueno al horno eléctrico

El horno alto B de Veriña.

El horno alto B de Veriña. / Juan Plaza

Pablo Castaño

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ArcelorMittal no espera de brazos cruzados la llegada de las ayudas públicas al plan para producir acero verde en Asturias. Pese a los retrasos en la Unión Europea, la multinacional sigue con su hoja de ruta y todos los elementos del plan para descarbonizar la factoría de Gijón antes de que finalice 2025 ya están en tramitación. En diciembre del pasado año se completaron las autorizaciones ambientales del horno híbrido de arco eléctrico y ahora se ha iniciado la evaluación ambiental de la planta de reducción directa de mineral de hierro (sistema DRI) mediante hidrógeno verde.

Esta segunda planta, con una capacidad anual de producción de 2,3 millones de toneladas de prerreducidos de hierro (una especie de pellets) abastecerá tanto al futuro horno eléctrico de Gijón como a los dos que tiene la acería compacta de Sestao (Vizcaya). Es la pieza clave para que ArcelorMittal reduzca en un 50% sus emisiones de gases de efecto invernadero en España.

El vicepresidente y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático del Principado, Juan Cofiño, destacó ayer que la inversión de ArcelorMittal tendrá un efecto notable en la mejora del medio ambiente de Asturias, "que ya está transitando hacia un modelo menos intensivo en emisiones de dióxido de carbono". Cofiño destacó que la intensidad de emisiones de la comunidad se ha reducido un 42%, pasando de un valor en 2015 de 1.400 toneladas de CO2 equivalente por millón de euros de PIB a 810 en 2019 "y mostrando una clara tendencia descendente". Lo afirmó ayer en la Junta General del Principado para responder a la diputada de Podemos Nuria Rodríguez, que denunció la "inacción" del Gobierno regional vistos los datos de un estudio de BBVA Research que sitúan a Asturias a la cabeza de emisiones de CO2 por unidad de PIB en España.

Rodríguez también reclamó al Gobierno regional que detalle los efectos "concretos" que tendrá en el medio ambiente la inversión de Arcelor teniendo en cuenta que "recibirá 450 millones de euros" de ayudas públicas. Cofiño señaló, como ya adelantó a La Nueva España, del grupo Prensa Ibérica, que las ayudas, pendientes del visto bueno de la Comisión Europea, superarán esa cifra y apuntó que los impactos se están evaluando. Fue entonces cuando destacó que el proyecto del horno eléctrico ya fue sometido a evaluación de impacto ambiental y que obtuvo la declaración favorable el pasado octubre. Además, apuntó que en diciembre se aprobó la modificación sustancial de la autorización ambiental integrada. "Y en la actualidad, ahora mismo, se ha iniciado la evaluación ambiental del proyecto de la planta de reducción directa de mineral de hierro y la autorización ambiental integrada de la misma", anunció Cofiño.

Arranque del horno alto

La planta DRI y el horno de arco eléctrico sustituirán al horno alto "A" de Gijón, en el que ayer se iniciaron los trabajos para reactivarlo después de una parada de cuatro meses por la contracción del mercado de productos siderúrgicos en Europa. La próxima semana producirá arrabio al 70% de capacidad.

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