TRANSPORTES

Iryo avisa a España y Portugal que "es necesaria una estrategia común de infraestructuras"

El operador ferroviario acaba de lograr el aval de la Comisión Europea para unir Galicia y Lisboa

La alemana Arriva ya pidió mejoras en 2018

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez Jiménez, en un acto con Iryo el pasado mes de noviembre.

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez Jiménez, en un acto con Iryo el pasado mes de noviembre. / M. A. MONTESINOS

Víctor P. Currás

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Crece la presión social, política y económica para que España y Portugal se coordinen en la construcción de la línea de Alta Velocidad entre Vigo y Oporto. El novedoso proyecto avalado por la Comisión Europea para impulsar un nuevo servicio ferroviario entre Galicia y Lisboa nace con el mismo deseo que evitó que la propuesta de Arriva -convertida en márketing por su inconsistencia en 2018- no prosperara.

Una vez que se ha confirmado que la conexión propuesta por Iryo para unir ambos países figura entre las diez escogidas por Bruselas, desde la empresa hispanoitaliana -el 55% pertenece a Trenitalia, el 31% a Air Nostrum y el 24% a Globalvia- aseguran que se trata de un momento "demasiado incipiente" para dar respuestas concretas.

De esta forma, solamente se puede confirmar lo que ya figura en las bases de la propuesta: deberá estar en funcionamiento antes de diciembre de 2029, operar durante al menos un año y ofertar billetes más rápidos, con más frecuencias, más baratos o con mayor confort.

Sin embargo, el principal competidor privado a la marca AVE deja un recado crucial a ambos gobiernos para superar los obstáculos presentes: "la necesidad de elaborar un proyecto conjunto de desarrollo de infraestructuras que implique a España y Portugal".

Y es que esa fecha de puesta en servicio, anterior a la prevista para la finalización de la Salida Sur o el nuevo trazado entre Braga y Valença, supone un obstáculo que requerirá diálogo, inversiones y una apuesta en firme por parte de todos los actores públicos y privados.

Y es que desde Iryo tienen la "convicción" de que el tren terminará por ser "primera opción para todos los viajeros por ser la más sostenible y confortable". Actualmente ya opera en las líneas Madrid-Barcelona y Madrid-Valencia, y está previsto que en antes del verano se estrene hacia Sevilla, MálagaAlicante.

Las mismas fuentes de la empresa inciden en el "marcado carácter europeísta" de la compañía, ya que Trenitalia ya une en la actualidad el país transalpino con París Lyon. En un futuro también cuenta con la capacidad para operar de forma directa entre Madrid y Barcelona con el sur de Francia y Milán, al disponer sus Frecciarossa 1000 de todos los sistemas necesarios.