Amenaza de crisis

Inflación y prisa con las renovables, los principales riesgos económicos para las empresas en 2023

El Observatorio del Institut Cerdà refleja que compañías como Abertis, Caixabank o Seat temen también el desaprovechamiento de los fondos europeos y las dificultades para acceder a financiación

La gran industria pide al Gobierno y a la Unión Europea 12.000 millones de ayudas en su factura de luz.

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Paula Clemente

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Es la gran paradoja del siglo XXI, plantea el ‘conseller’ de Economia i Treball, Roger Torrent, encima del escenario. “En un entorno en que la única certeza es la incertidumbre y que los cambios se producen de forma tan veloz, cada vez es más necesario hacer prospectiva”. Como prueba, que solo un año atrás la principal preocupación económica del tejido empresarial fuera la rotura de las cadenas de suministros, y que ahora lo sea la inflación. Así lo refleja el Observatorio de Riesgos para las Empresas elaborado por el Institut Cerdà, que en esta segunda edición señala también el peligro de querer correr demasiado en la transición energética, además de otros 8 riesgos prioritarios de cara a 2023.

Según el análisis llevado a cabo este año, lo que más amenaza a las empresas en 2023 es la posible escasez de materias primas y la falta de garantías de suministro y accesibilidad a la energía, el incremento de las tensiones geopolíticas, el auge de fenómenos meteorológicos extremos, el crecimiento de la desigualdad y de la fractura social, el desajuste entre la oferta y la demanda laboral, así como la creciente diversidad y sofisticación de los ciberataques, y el incremento del caos informativo.

Junto a ellos figuran, en sentido estrictamente económico, la persistencia de la inflación y las prisas ante la descarbonización. La primera, por la dificultad de tener que trasladar los incrementos de costes al producto final y por el descenso del consumo que provoca en las familias. El segundo, porque provoca mucha más tensión a las cadenas de suministros de las compañías. “Muchas de las políticas energéticas a nivel europeo y español adolecen de eso”, ha explicado en la presentación del informe el director general del Institut Cerdà, Carlos Cabrera. Se refería, el directivo, a que parecen no tener en cuenta que el tejido productivo depende mucho de energías “que no queremos, pero que todavía necesitamos”. “Dentro de 5 años tendremos cambios tecnológicos que serán muy significativos: tenemos que intentar hacer políticas con capacidad de flexibilidad”, ha recetado el mismo.

Otros factores de riesgo

El estudio, que se elabora a partir de informes similares de corte mundial y de entrevistas con expertos de grandes compañías como Abertis, Caixabank o Seat, señala otros muchos riesgos. Pese a que estos diez son los más acuciantes, en total la radiografía incluye 31 elementos que pueden amenazar la estabilidad empresarial. Entre ellos, la posibilidad de desaprovechar los fondos europeos Next Generation o las dificultades para encontrar financiación.

Sobre ello han hablado, en este mismo acto, el consejero delegado de Agbar en Catalunya, Narcís Barberana, y el presidente del Institut Cerdà, Salvador Alemany. También lo han discutido directivos de Aigües de Barcelona, ATM, Nedgia y Seat, en una mesa redonda posterior. Para ellos, algunas de las grandes solcuiones son la colaboración publicoprivada y entre compañías, la economía circular y la resiliencia, es decir, estar preparado para adaptarse a casi cualquier escenario. El ‘conseller’ Torrent, responsable de clausurar el acto, ha añadido dos más: una política industrial firme y una apuesta decidida por la formación