Moda

Nude Project cuadriplica sus ingresos y se prepara para abrir tienda en Barcelona este año

La marca de ropa nacida en redes sociales ha superado en 2022 los 11 millones de facturación

La empresa arranca 2023 con la intención de consolidar su posición en el mercado y lograr fuera el mismo vínculo que tiene con el público en España

Bruno Casanovas y Álex Benlloch, fundadores Nude Project

Bruno Casanovas y Álex Benlloch, fundadores Nude Project / Nude Project

Paula Clemente

Paula Clemente

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Empezó como amistad virtual, avanzó como proyecto emprendedor y ha acabado cuajando como marca de ropa que llevan artistas como Karol G, Rauw Alejandro, y buena parte del cásting de la serie Élite. Nude Project cierra 2022, su tercer año de vida, convirtiendo un volumen de ventas que en enero era de 2,5 millones de euros en 11 millones de facturación. Es decir que en solo un año la compañía ha multiplicado por cuatro sus ingresos. Y, pese a estar convencida de que seguirá creciendo en 2023, la empresa ahora se prepara para consolidar su posición en el mercado y abrirse paso fuera de las fronteras españolas.

La idea, visto el éxito de las enseñas en Madrid y Valencia (que se ha inaugurado esta semana con gente acampando en la puerta la noche previa), es abrir una tienda cerca del Portal del Ángel de Barcelona, ciudad donde la empresa tiene sus oficinas pero no establecimiento. Y, después, replicar el movimiento fuera de España: de esos más de 11 millones de euros facturados este año, el 30% ya son ventas internacionales, pero el objetivo es ir un poco más allá y lograr una relación con el público similar a la que han construido en España.

Porque Nude Project se ha convertido en una de las marcas de moda entre el público veinteañero. Fundada hace tres años, la empresa nace fruto de una amistad gestada en internet entre Álex Benlloch y Bruno Casanovas (uno viviendo en Bali y el otro en Burgos), y sus ganas de montar algo juntos tras conocerse presencialmente. Esta inquietud se materializó en comprar 20 camisetas, estamparlas y venderlas entre los amigos de la carrera, los vecinos de la residencia universitaria y la familia. Fue cuando vieron que la cosa tiraba, que decidieron hacerla grande aprovechando todo el potencial de las redes sociales.

“Nuestra filosofía es contar grandes historias sin grandes presupuestos”, sintetiza Benlloch, que apunta hacia su forma de entender las redes y la transparencia en sus comunicaciones para explicar parte de su éxito hasta 2022. “Comunicamos a través de las posibilidades que tenemos hoy en día que son las redes sociales (estamos en TikTok, Instagram, Youtube…) y llega un punto en que de repente vemos que no somos los únicos que pensamos así”, completa Casanovas.

Diseño propio, fabricación externa

Para muestra, que el primer año con la empresa en marcha, trabajando todavía mano a mano en el piso de la abuela de uno de ellos, facturaron 600.000 euros. Entonces hicieron su primer gran fichaje y dedicaron 2021 a profesionalizar su estructura, que hoy en día pasa por una plantilla de 45 trabajadores, un equipo de diseño propio, fabricación en Portugal y Turquía, y vender esencialmente ‘online’ pero también en tiendas. Hoy en día, tienen incluso un ‘podcast’ en el que hablan con emprendedores o personas tan conocidas como Paco León de sus historias de superación o crecimiento personal.

“Ha sido una montaña rusa y un reto increíble, pero hemos tocado varias cosas que han hecho que el crecimiento del 2021 al 2022 haya sido enorme, y una de ellas ha sido abrir la primera tienda”, analiza Benlloch. El plan pasa ahora por contratar otra veintena de trabajadores y mudarse a unas oficinas mucho más amplias. También, confiesan para terminar, por encontrar un socio que les ayude a llegar a América Latina, donde gracias a varios artistas son archiconocidos pero todavía no venden.  

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