ERE

La ingeniería General Electric plantea 199 despidos en España, el 75% de ellos en Barcelona

La empresa especializada en la fabricación de molinos de viento pretende recortar el 20% de su plantilla en España 

Uno de los parques eólicos marinos de Iberdrola.

Uno de los parques eólicos marinos de Iberdrola. / CHRIS JAMES

Gabriel Ubieto

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La empresa de origen estadounidense General Electric ha iniciado un expediente de regulación de empleo (ERE) de 199 trabajadores de sus centros en España, lo que representa el 20% de su plantilla en suelo español. La firma especializada en la fabricación de aerogeneradores para energía renovable aduce una reestructuración global, que aquí tendrá su principal damnificado en el centro de Barcelona, donde están previstos 150 despidos. El expediente fue formalmente registrado el pasado 4 de enero y las conversaciones con la representación legal de los trabajadores ya han comenzado, según explican fuentes sindicales. Desde el Ministerio de Trabajo confirman la recepción del ere. 

General Electric es una multinacional con distintas divisiones enfocadas al diseño y construcción de infraestructuras y presencia en distintos países. La corporación tiene sus tres centros de ingeniería repartidos entre Estados Unidos, la India y Barcelona. Este último será uno de los principales afectados por la reestructuración global que ha iniciado, según explican fuentes sindicales de CCOO consultadas. Este medio ha intentado ponerse en contacto con General Electric para conocer su versión de los hechos, sin recibir respuesta. 

La argumentación que formalmente han trasladado desde la dirección a los trabajadores es que el centro de Barcelona es deficitario actualmente. En dicho centro, de unos 600 empleados actualmente, se dedican al diseño de molinos de viento para su ubicación en tierra. Y desde la dirección consideran que para solventar esas pérdidas necesitan recortar personal. 

Algo que, en opinión de CCOO, es contradictorio con las proyecciones del sector de las renovables a medio plazo, en tanto que está previsto que la producción de dichas energías se doble en el horizonte 2030. Otra paradoja aparente es que, en el actual contexto en el que las energéticas están logrando beneficios récord gracias al alza generalizada de precios, un fabricante de maquinaria para generarla aluda falta de rentabilidad con sus productos. 

La compañía ha iniciado una reestructuración global que afectará a centros de toda su operativa. Según avanzó Reuters, General Electric pretende finiquitar al 20% de su plantilla en Estados Unidos. Un porcentaje que coincide con la proporción de trabajadores que ha anunciado que despedirá en España. Otros centros que se verán afectados en Europa son los de Alemania. La dirección comunicó por carta a sus trabajadores que los recortes en el ‘Viejo Continente’ podrían ascender en total a 570 empleos, según recogió AFP.  

Posible relocalización a Estados Unidos

Fuentes sindicales consultadas temen que General Electric impulse esta reestructuración para relocalizar procesos hacia Estados Unidos, de donde es originaria la matriz y donde la administración de Joe Biden está concediendo ayudas públicas para aquellas empresas que concentren toda su cadena de valor para generar renovables en suelo americano.  

Las partes ya han iniciado el periodo de consultas y tienen todo el mes de enero para tratar de llegar o no a un acuerdo y cerrar el expediente. Desde CCOO demandan recortar el número de trabajadores afectados e instan a la compañía a impulsar medidas de ajuste alternativas, que no sean traumáticas ni definitivas, como sería el caso de un expediente de regulación temporal de emple (ERTE).

El 2022, a falta de los datos definitivos de diciembre, ha sido un ejercicio de relativa paz social en cuanto a despidos colectivos. A falta de un mes para cerrar el año, en Catalunya se registraron un total de 4.592 trabajadores cesados vía ere. Es la cifra más baja (o menos alta) desde 2018 y se encuentra lejos de las estadísticas registradas durante la Gran Recesión, cuando entre 2008 y 2012 las cifras de eres rondaban un mínimo de 8.000 afectados en Catalunya.

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