Mercado laboral

Contrato fijo discontinuo: qué es, cómo funciona y derechos del trabajador

El PP acusa al Gobierno de hacer una lectura manipulada de los datos de desempleo aprovechando la figura estrella de la nueva reforma laboral

Una camarera lleva bandeja con bebidas en un restaurante.

Una camarera lleva bandeja con bebidas en un restaurante. / EFE

Gabriel Ubieto

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La figura del contrato fijo discontinuo se ha instalado en el foco de la polémica sobre la evolución del mercado de trabajo. Un tipo de contrato que hasta ahora era residual y que en los últimos meses ha proliferado, en tanto que es una de las principales figuras estrella de la reforma laboral pactada entre el Gobierno de coalición, patronal y sindicatos. Estos la auparon como alternativa para reducir los altos niveles de temporalidad que han lastrado desde hace décadas la calidad del empleo. Una fórmula más garantista para el trabajador que un mero contrato eventual, pero que no tiene las mismas condiciones que un contrato indefinido a tiempo completo, ya que durante parte de la semana o el año dicho trabajador permanece inactivo. De ahí el concepto fijo y discontinuo. El PP se ha agarrado a esa intermitencia y está focalizado sus críticas contra el Gobierno, arguyendo que es un contrato "precario" y que su contabilidad está "maquillando los datos del paro". ¿Cómo influye realmente el aumento reciente de los fijos discontinuos en las estadística de empleo y desempleo?

¿Qué es un fijo discontinuo?

La figura del fijo discontinuo no es nueva y existe en el ordenamiento laboral español desde hace décadas. "El contrato por tiempo indefinido fijo-discontinuo se concertará para la realización de trabajos de naturaleza estacional o vinculados a actividades productivas de temporada, o para el desarrollo de aquellos que no tengan dicha naturaleza pero que, siendo de prestación intermitente, tengan periodos de ejecución ciertos, determinados o indeterminados", según recoge el artículo 16 del Estatuto de los Trabajadores.

No obstante, la reforma laboral pactada entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos limita la contratación temporal y pretende redirigir parte de ese empleo hacia la figura del fijo discontinuo. Para situar la dimensión de los mismos, en los cinco meses que lleva en vigor la reforma laboral se han firmado en España un total de 683.300 contratos de este tipo, según datos públicos del SEPE. En el mismo periodo del 2019 se firmaron 98.026, es decir, siete veces menos.

Pero, ¿cómo funciona un fijo discontinuo? El empleado tiene contrato todo el año, pero el empresario únicamente llama a trabajar a dicho empleado en los momentos que tenga mayor actividad o demanda. Pueden ser 10 meses de 12 al año o un tiempo menor, no hay un mínimo o máximo de tiempo en este sentido. El contrato de fijo discontinuo tiene carácter de indefinido estadísticamente hablando, ya que el trabajador no rompe en ningún momento su vinculación laboral con la empresa. Esta pasa a 'hibernar' y el empresario tiene la obligación de volver a llamarlo a él cada año. Y si no debe despedirlo y pagarle la indemnización procedente. En tanto que estadísticamente indefinido, su proliferación explica, en parte, el aumento sustancial de la contratación indefinida experimentado durante los últimos meses.

Hasta ahora la figura del fijo discontinuo se usaba casi exclusivamente en perfiles como los camareros o trabajadores de hotel. El hotel tenía una plantilla fija para atender el negocio durante todo el año, pero ante los picos de actividad en invierno o verano activaba a un grupo extra de trabajadores fijos discontinuos. Ya los tenía contratados previamente y estos conocían el quehacer del negocio, pero no tenía sentido que tuviera una plantilla sobredimensionada durante todo el año. Mientras no estaban activos no cotizaban, tampoco cobraban de la empresa, pero esta tenía la obligación de llamarlos a ellos y no a otras personas cuando empezara la temporada. Los preavisos y el periodo mínimo de trabajo se negocian por empresa o convenio.

¿Cuenta un fijo discontinuo como parado cuando no trabaja?

No. Para que una persona compute oficialmente como parado debe cumplir dos requisitos. Por un lado, no tener empleo. Y, por el otro, estar inscrito en las oficinas públicas de empleo (SEPE) como demandante de ocupación. Hay parados que no están inscritos y que no computan. Es por ello que, por ejemplo, las estadísticas de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE frecuentemente muestran más personas en paro que las estadísticas del SEPE. También existe el caso de personas inscritas que no figuran como paradas porque tienen otro trabajo, pero constan en el registro por si les llega una oferta de trabajo alternativa.

Un fijo discontinuo no puede contar como parado mientras tengan un contrato fijo discontinuo, pues está ligado formalmente a una empresa. Y solo computarán como parado si dicha empresa considera que no va a necesitar más sus servicios y le despide, pagándole la indemnización pertinente.

Mientras el fijo discontinuo está operativo cotiza como cualquier otro trabajador a la Seguridad Social y cuando deja de estar operativo deja de cotizar y de estar registrado como trabajador en alta a la Seguridad Social. Es decir, este sí desaparecería como "ocupado" de los datos mensuales que maneja el Ministerio de Inclusión y que se ofrecen cada mes. A menos que dicho trabajador pase a trabajar en otro empleo, algo habitual en algunos perfiles, que encadenan una campaña con otra y cuyos periodos de inactividad son cortos o inexistentes.

¿Por qué ahora la polémica con los fijos discontinuos?

El método para contabilizar parados no ha variado desde 1996, cuando se inicia la serie estadística del Sepe y la Seguridad Social. De hecho, la metodología de conteo se establece en una orden que data del 1985 y que no se ha modificado desde entonces, ni por gobiernos del PSOE ni del PP.

En este sentido, la acusación del PP de que el Gobierno "maquilla" los datos del paro al no computar como desempleados a los fijos discontinuos carece de base estadística, ya que nunca han contado como parados y la nueva reforma laboral no ha introducido cambios a este respecto. Y, además, infiere que un fijo discontinuo solo estará empleado en una única empresa y no irá encadenando empleos durante todo o parte del año. En algunos casos será así y en otros puede que no.

El origen de la polémica tiene su raíz en la popularización actual de esta fórmula, que hasta ahora era muy residual y ahora está moderadamente extendida. El principal foco de opacidad es que actualmente no existe un registro oficial en el que pueda consultarse cuantas de las personas empleadas con un contrato fijo discontinuo están activas y cuántas inactivas. Lo que no permite dimensionar el peso de este colectivo en el conjunto del mercado laboral.

¿Puede tener el alza de fijos discontinuos incidencias en los datos del paro?

Sí, aunque indirectamente. Muchos trabajadores que hoy son fijos discontinuos antes eran trabajadores temporales. La empresa, por ejemplo, les hacía un contrato de tres meses para cubrir la campaña de verano y cuando esta acababa se iban a la calle y pasaban a computar como parados. Con la popularización del fijo discontinuo, esa misma persona no computará como parado, ya que seguirá vinculado -pasivamente- a la empresa. Pero si no trabaja, tampoco figurará como empleado.

Lo que le garantiza más derechos -como la garantía de volver a ser llamado él y no otra persona, posibilidad de acogerse a un erte o mayor indemnización en caso de despido, entre otros-. Pero sí que es cierto que en determinados periodos del año parte de los fijos discontinuos dejarán de trabajar. Por un lado, ello provocará que causen baja en la Seguridad Social, lo que les hará desaparecer de la lista de trabajadores en activo que se actualiza mes a mes. Pero, por otro lado, no figurarán como parados registrados en el SEPE, ya que mantendrán su relación laboral.

Atribuir la actual bajada del desempleo a ese cambio normativo tiene ahora mismo menos incidencia sobre los datos que nunca, pues las empresas que han recién contratado a un fijo discontinuo lo han hecho para que trabaje ahora y la cantidad de estos que esté inoperativo totalmente será residual. Es decir, el paro ha bajado en casi 100.000 personas en mayo respecto a abril por la inercia expansiva del mercado laboral durante los últimos meses. Por ejemplo, en Catalunya, de todas las personas que han dejado de estar inscritas en el paro este mayo, el 72% de las mismas ha sido porque han encontrado un empleo.

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