Cuentas públicas

¿Qué supone una prórroga de los Presupuestos de la Generalitat?

La falta de apoyos suficientes obliga al Govern a alargar las cuentas, como sucedió entre 2010 y 2021

La consellera de Economía y Hacienda  Natàlia Mas, comparece en el Parlament.

La consellera de Economía y Hacienda Natàlia Mas, comparece en el Parlament. / Quique García

Agustí Sala

Agustí Sala

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Las inversiones en carreteras e infraestructuras sufrieron varios ejercicios de parálisis con la década de prórrogas y presupuestos fuera de plazo aplicado por la Generalitat entre 2010 y 2021. Eso puede afectar a las de 2023, que se sujetan a una prórroga técnica, que el Govern espera que no dure mucho tiempo.

El problema esencial son los más de 3.000 millones adicionales que le corresponden a la comunidad por la financiación autonómica, que no se pierden pero que se tendrían que gestionar con menos agilidad a través del Parlament si la prórroga se alarga. Y normalmente afectan sobre todo a las inversiones. Ya hace unas semanas, que el Ejecutivo catalán se hizo a la idea de que las cuentas no podrían aprobarse en plazo, a diferencia de lo ocurrido con las de 2022, es decir, antes de acabar este ejercicio, pero tienen el convencimiento de que podrán lograrlo en pocas semanas.

Mismo nivel de gasto

En esencia, una prórroga supone que se tiene que mantener el mismo nivel de gasto que en las cuentas del ejercicio prorrogado y teniendo en cuenta que una inflación elevada como la actual hace que se pueda hacer menos con los mismos recursos. El límite de gasto no financiero establecido para 2022 fue de 30.015 millones de euros y para 2023 se disparó más del 10% hasta los 33.113 millones de euros. Es necesario que todo esté planificado desde el uno de enero para poder gestionar con más agilidad. Si no existen herramientas para poder gastar más de lo previsto a pesar de la prórroga a través de ampliaciones de crédito.

El Govern, tras la salida de Junts, cuyo representante, Jaume Giró, ocupaba la cartera de Economia y fue relevado por Natàlia Mas, ya llegó a un acuerdo con los Comuns sobre las cuentas, pero con ese aval no le basta. Según los expertos, al aprobar la prórroga, el Consell Executiu puede realizar un expediente de modificación de crédito y hacerlo a través de traspasar recursos de una partida a otra, lo que se denomina transferencia de crédito. La vía más fácil y que es la que se empleó durante la pandemia del covid para destinar a gastos sanitarios y sociales.

Más compleja es la opción de los créditos extraordinarios o los suplementos de crédito, que aumentan el gasto y que requieren pasar por el Parlament, a través de un un informe justificativo, lo que ralentiza la gestión. Si el resto de partidos no apoyaron un Presupuestos podrían frenar algunas iniciativas de mayor gasto que plantee el Govern o hacérselas modificar. Los fondos europeos, en cambio, requieren la generación de crédito, que implica más gasto como consecuencia de unos mayores ingresos, pero se pueden usar a medida que van llegando, afirman los expertos.

La ley de Presupuestos de la Generalitat afirma que no se pueden llevar a cabo iniciativas legislativas o administrativas que supongan un aumento del gasto público presupuestado si no se proponen, a la vez, los recursos adicionales necesarios o las reducciones proporcionales de gasto. Tampoco se pueden tramitar ampliaciones de plantilla nuevas ni otras reestructuraciones que comporten un aumento global del gasto de personal.

Durante el periodo de prórroga no se pueden tramitar gastos de los capítulos seis, siete y ocho, que incluyen básicamente inversiones, con la excepción de los autorizados por acuerdos de gobierno con carácter plurianual. En todo caso se pueden autorizar algunas excepciones.

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