Condiciones laborales

¿Cómo es trabajar 4 días a la semana?: el primer estudio internacional revela empresas solventes y empleados más felices

Un informe recopila las experiencias de 33 empresas y 906 trabajadores de Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Irlanda, Nueva Zelanda y Canadá

BARCELONA 29/10/2020 Economia ITNIG Reportaje sobre los efectos de la pandemia en las start-ups (empresas emergentes digitales). Necesitamos fotos de recurso para ilustrar la pieza. Lo ideal sería que se vieran unas oficinas bastante vacías y algunas de las personas llevando mascarillas. FOTO de RICARD CUGAT

BARCELONA 29/10/2020 Economia ITNIG Reportaje sobre los efectos de la pandemia en las start-ups (empresas emergentes digitales). Necesitamos fotos de recurso para ilustrar la pieza. Lo ideal sería que se vieran unas oficinas bastante vacías y algunas de las personas llevando mascarillas. FOTO de RICARD CUGAT / RICARD CUGAT

Gabriel Ubieto

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¿Cómo es trabajar un día menos a la semana y cobrar lo mismo? La semana laboral de cuatro días, vista como una utopía deseada por la gran mayoría de trabajadores y como una idea ingenua e insostenible económicamente por muchas empresas, es algo que 33 empresas y 906 trabajadores de Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Irlanda, Nueva Zelanda y Canadá han puesto a prueba durante un periodo de seis meses. Es el primer estudio internacional que se publica sobre los pros y contras de esta reducción de jornada. Las conclusiones del estudio elaborado por el 'think tank' The 4 Day Week y que ha contado con la participación de investigadores del Boston College, la University College Dublin y la Cambridge University, entre otros, revela que la cuenta de beneficios de las compañías no se ve afectada negativamente, mientras la salud mental y la felicidad de las plantillas mejora transversalmente.

El debate sobre la semana laboral de cuatro días asoma la cabeza en las economías occidentales. Países como Reino Unido o Portugal ya han puesto en marcha programas pilotos con presupuesto estatal para financiar que empresas apliquen este nuevo modelo organizativo. En España dicho experimento arranca esta semana y el Ministerio de Industria dará ayudas de hasta 150.000 euros a unas 60 o 70 empresas que reduzcan su jornada manteniendo salario durante un mínimo de dos años. El único piloto similar que desde la administración pública española se ha impulsado nace en València, donde la Generalitat empezó a subvencionar empresas hace un año. 

Los resultados recién publicados por The 4 Day Week acreditan que el principal beneficiado de la disminución de la jornada es la salud mental de los trabajadores. Según las entrevistadas mantenidas con los 906 empleados participantes del piloto, el estrés, la sensación de quemazón (‘burnout’), la fatiga y los conflictos derivados de no poder conciliar la vida laboral y personal disminuyen de manera transversal. 

Una mejora para los empleados que, al menos en los casos participantes del piloto, no se traduce en un perjuicio para las empresas. De hecho, las compañías analizadas han aumentado sus beneficios, de media, el 8,1% desde el momento en el que empezaron el piloto hasta su finalización. Tres de cada cuatro afirman que ya tienen decidido que seguirán con la semana laboral de cuatro días más allá del experimento. 

El economista, profesor asociado de la Universitat de València y unos de los diseñadores del piloto de la Generalitat valenciana, Joan Sanchis, pide prudencia en la lectura de los resultados. "Proyectan más una serie de intuiciones que no son estrictamente científicas, pero sí permiten ver cuáles son los potenciales efectos”, reconoce. No puede determinarse, por ejemplo, que todas las empresas que apliquen la semana laboral de 4 días incrementarán un 8,1% su cuenta de resultados, pues la prueba carece de grupos de control con empresas análogas que no implementaran esa misma reducción horaria. Pero sí da cuenta de que es compatible trabajar menos y que las compañías sigan siendo competitivas.

¿Cómo se aplica la semana de 4 días?

“Los procesos de reorganización del trabajo y de reducir los momentos improductivos fueron mayoritariamente exitosos”, apuntan los investigadores. Es decir, se eliminan el máximo de ‘tiempos muertos’ y los empleados deben trabajar más intensamente el resto de la jornada. Los resultados indican que los trabajadores sí perciben algo más de intensidad y carga de trabajo durante los cuatro días hábiles, si bien ello no se traduce en que parte de ese trabajo se lo tienen que llevar a casa para poder acabarlo ni que acumulen un mayor estrés, presión o dificultad en las tareas.

“Uno de los principales riesgos es no gestionar bien esa intensificación del trabajo”, alerta Sanchis. Es decir, que sea peor el remedio que la enfermedad y recortar un día menos de trabajo acabe quemando al trabajador. “No es suficiente con trabajar un día menos, sino que ello tiene que implicar un cambio de mentalidad, tanto de la dirección como de los trabajadores”, añade. Según la encuesta, la sensación de ‘bornout’ -calificado por la OMS como enfermedad profesional- ha bajado en el 67,6% de los trabajadores, mientras que ha subido en el 20,5%. En términos de estrés el balance es algo menos concluyente, ya que ha bajado entre el 32,4% de los trabajadores y aumentado en el 16,7%.

¿Qué ganan los trabajadores?

El balance entre las plantillas de trabajar un día menos no sorprende: el 97% quiere continuar con la prueba. Un día menos de trabajo a la semana es un día más para su tiempo libre. Concretamente, los empleados pasan una hora menos a la semana en ir y venir del trabajo. Antes del piloto, de media, los trabajadores invertían 3,6 horas a la semana en desplazamientos laborales, tras el mismo dicha cifra se reduce a 2,6.

Más tiempo que emplean en hacer más ejercicio, en dormir mejor por las noches y pasando más tiempo en familia o con sus aficiones. Los trabajadores, de media, hacen casi 24 minutos más de ejercicio físico a la semana. La proporción de empleados que duermen menos de siete horas cada noche baja significativamente, pasando del 41,3% al 35,1%. Y antes del piloto un 45% de los encuestados decía querer pasar más tiempo en familia, seis meses después dicho porcentaje bajaba al 25%. Todo ello redunda en una mayor felicidad. Antes de empezar el experimento, los participantes le ponían, de media, un 6,6 sobre 10 a su vida. Tras seis meses trabajando un día menos a la semana, dicha nota asciende a un 7,5. 

¿Y qué ganan las empresas?

Una de las preocupaciones más recurrentes entre las direcciones de las empresas es el absentismo laboral. Es decir, la ausencia de parte de la plantilla principalmente por enfermedad o permisos relacionados con la crianza. Dicho absentismo tradicionalmente ha aumentado en España en épocas de bonanza económica y ha disminuido en épocas de crisis, bajo la hipótesis de que una mayor sensación de inseguridad de los trabajadores para con su puesto de trabajo -el miedo de "me van a despedir si falto"-. Sobre esta cuestión la experiencia de la semana laboral de cuatro días indica que a menor carga horaria, menor absentismo. Concretamente este ha disminuido entre la muestra un 30% durante los seis meses de experimento, si bien lo reducido de la muestra provoca que los autores del estudio no puedan afirmar con rotundidad que dichos porcentajes sean extrapolables. 

Donde no han podido extraer respuestas concluyentes los investigadores es a la pregunta de si reducir la jornada laboral mejora la capacidad de retención de las compañías. En este sentido, la disminución detectada en la rotación no planificada de empleados es insignificante, lo que puede revelar un sesgo de selección. Es decir, aquellas empresas que están dispuestas a participar voluntariamente de un piloto para la semana laboral de cuatro días, probablemente ya fueren centros de trabajo atractivos para los empleados.

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