El positivo mensaje del BBVA para España

El BBVA considera que la economía española sobrellevará mejor de lo previsto la coyuntura actual. Así se desprende del último informe del servicio de estudios de la entidad financiera, que ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento del PIB hasta el 4,6% para 2022 (frente al 4,4% que se estimaba en octubre) y del 1,2% para el año que viene (superando el 1% pronosticado inicialmente). 

Según el análisis ‘Situación España’ esta mejora de las expectativas se sustenta en cuatro elementos: la evolución "atípicamente positiva” del empleo en el tramo final de 2022 y las buenas cifras que se esperan tanto de las exportaciones como del consumo privado, así como la inversión en maquinaria y equipo, que “también creció, impulsada por la flexibilización de las restricciones que han estado afectando al sector de la automoción”, según ha detallado Jorge Sicilia, el director de BBVA Research y economista jefe de la entidad.  

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Sicilia ha detallado que la explicación por la que el consumo se mantiene mejor de lo esperado pese a la pérdida del poder adquisitivo es por el colchón de ahorro acumulado por los hogares durante los años de pandemia. Pero dicho gasto se acabará viendo condicionado por el efecto de la inflación y la subida de tipos de interés. 

El gasto de los hogares

BBVA Research prevé que el PIB “prácticamente se estancaría en el cuarto trimestre de 2022 o podría experimentar un avance similar al del trimestre anterior”, en lugar del “moderado descenso” (-0,3%) que preveía en octubre. 

Respecto al PIB del año que viene, el banco es más optimista y eleva del 1% previsto al 1,2%, pero igualmente aprecia un descenso respecto a este año. La entidad pone el foco en el gasto de los hogares españoles, al considerar que “se verá afectado por la mayor incertidumbre, el incremento de los precios, la desaceleración del empleo y el aumento en los tipos de interés”.

De ahí que el consumo privado “mostrará el agotamiento de la flexibilización de las restricciones del covid y la inflación reducirá el poder de compra de los salarios, y la desaceleración del empleo” (que subiría un 1,1% el año que viene por el 3,3% previsto para 2022), de manera que se producirá “una disminución de la renta disponible de los hogares de casi un 8% en términos reales”.