Energía

¿Por qué ha fracasado la subasta de renovables?

La incertidumbre en el sector redujo las pujas y quienes acudieron al concurso lo hicieron a un precio por encima del máximo fijado por el Gobierno y se quedaron fuera

Paneles solares

Paneles solares / europa press

Sara Ledo

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Ya es oficial, la cuarta subasta de energías renovables ha sido un tremendo fiasco: solo se repartieron 45,5 megavatios entre dos empresas Elawan (20 megavatios) y Forestalia (25,5 megavatios) con un precio medio de 42,78 euros de media por megavatio-hora del total de 3.300 ofrecidos por el Ministerio para la Transición Ecológica, según los resultados publicados por el Gobierno. Es la tercera gran subasta, después de dos organizadas el año pasado que fueron todo un éxito, por su acogida y por el resultado, el precio promedio fue de 24,47 euros y de 30,56 euros, respectivamente. Mientras que este año esas cifra se han elevado hasta 42,78 euros por megavatio-hora de media. ¿Qué ha pasado?

"Es un momento convulso", reconocía este miércoles en los pasillos del Congreso de los Diputados la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, al ser preguntada por el resultado del concurso. Este tipo de subastas sirven para aportar seguridad financiera a los promotores de proyectos de energía limpia, al garantizarles un precio fijo durante un periodo de tiempo largo (en este caso 12 años). El Gobierno establece unos cupos --en este caso 1.800 megavatios de potencia solar y 1.500 megavatios de potencia eólica-- y gana quien ofrezca el precio más bajo al que está dispuesto a producir esa electricidad.

Días antes de su celebración la palabra que más se repetía en el sector era "incertidumbre". Y en el comunicado publicado por el departamento que dirige Teresa Ribera justifica el resultado por la "coyuntura, con elevados precios de mercado eléctrico, elevada inflación, tipos de interés al alza y tensiones en las materias primas y en los equipos". Coincidiendo en el diagnóstico con la previsión del sector que descartaba una puja masiva y a precios tan bajos como los de entonces, pero que advertía una incógnita como clave: el precio de reserva, que es el precio máximo al que se puede pujar y es lo que, señalaban, determinaría la balanza hacía un lado u otro.

Este precio de reserva es una cifra que fija el Gobierno y es secreta, aunque podría haberse situado en torno a unos 50 euros por megavatio, pues la potencia otorgada ha tenido un precio medio de 42,78 euros por megavatio-hora con un máximo de 45,12 euros por megavatio-hora y un mínimo de 39,88 euros por megavatio-hora, y algún participante reconoce que lo "razonable" hubiera sido un precio de reserva de entre 55-60 euros por megavatio-hora, lo que da una pista de por donde han podido ir algunas ofertas.

¿Y por qué no se ha puesto un precio de reserva más alto? La vicepresidenta, que no ha querido desvelar ese tope "para que no haya información para las próximas subastas", ha defendido que si el precio de reserva no ha sido más alto es para "mantener un límite de precios que protegiera al consumidor", dado que el precio al que finalice la subasta marcará la retribución que reciban estas instalaciones durante los 12 años siguientes a su puesta en marcha. "Los precios de hoy no serán los precios de dentro de 8, 10 o 5 años y, por tanto, poco sentido tiene elevarlos demasiado", ha agregado. En este sentido, desde la Asociación Empresarial Eólica (AEE) se quejan en un comunicado de que el límite debía de estar en alrededor de los 47 euros por megavatio-hora, lo que reeflejaba un 53% del valor del futuro 2025, mientras que en la del año pasado debía de estar alrededor de los 40 euros por megavatio-hora, un 78% del valor del futuro del año 2025. 

¿Supone este fracaso una ralentización en el crecimiento de las renovables? "Lo único que se subastó ayer era un derecho económico, la posibilidad de que tu proyecto fuera a un régimen económico durante los próximos 12 años. No le damos demasiada importancia ni nos preocupa. No creemos que se vaya a poner en riesgo ni en duda los objetivos renovables", ha contestado el director general de APPA, Rafael Merino, al ser preguntado por esta cuestión en la presentación del avance del informe del Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España en 2021.

Los casi 5.000 megavatios instalados de eólica y solar en los últimos dos años han sido sin subastas. Todo a través de contratos bilaterales, a riesgo de mercado o con coberturas. Y es aquí donde entra otra de las variables que también anticipaban desde hace días los expertos: los contratos a largo plazo (PPA) con un cliente industrial garantiza un precio fijo durante un tiempo determinado y, probablemente, ese precio, dado los altos precios del mercado, es superior al precio ofertado por el Gobierno. "En este momento el mercado tiene otras alternativas más interesantes", reafirmaba una fuente del sector el martes por la noche tras conocer los resultados de la subasta.

Además, Ribera ha desvelado que estaban acreditados muchos más megavatios que "no necesariamente han hecho una propuesta concreta". Las empresas deben 'apuntarse' a la subasta con cierta antelación, y la gran mayoría lo hicieron, pero una parte importante de ellas decidieron no realizar ninguna oferta este martes. No obstante, la vicepresidenta Ribera ha pedido "tranquilidad" ante este resultado y ha confirmado que "habrá más subastas" en el futuro. El Ministerio para la Transición Ecológica ha confirmado que la potencia que no se ha adjudicado se incluirá en los próximos concursos, que se celebrarán según el calendario publicado a finales de 2020 por el Gobierno. De cara a acelerar esas subastas, la Asociación Empresarial Eólica (AEE) ha pedido en un comunicado acelerar el ritmo de tramitación de los proyectos para evitar que muchos decaigan porque las administraciones no los han tramitado en tiempo y forma.

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