Espacio

La carrera espacial llega a Europa: el 84% de la ciudadanía apoya aumentar la inversión para competir contra otras potencias

Cuatro de cada cinco defiende aumentar la independencia de las actividades espaciales europeas

La península Ibérica en una fotografía tomada desde la Estación Espacial Internacional

La península Ibérica en una fotografía tomada desde la Estación Espacial Internacional / ESA

Julio de Manuel Écija

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La exploración espacial se ha convertido en una prioridad para los europeos. El 84% de los europeos es favorable a incrementar la inversión e integración de las industrias nacionales para competir contra otras potencias. Son datos de una encuesta de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) publicada el martes, donde también se revela que el 81% de la población está a favor de garantizar la independencia de las actividades espaciales europeas.

La carrera espacial ha aumentado su velocidad en los últimos años, en línea con el debate sobre aumentar la soberanía estratégica de Europa. En verano, el Gobierno anunció dos pasos en la apuesta por la exploración extraterrestre. Por un lado, la creación de la Agencia Espacial Española, cuya elección de la sede ha generado una fuerte polémica por la intención de llevarla fuera de la capital. Por otro lado, el brazo aéreo de las Fuerzas Armadas se ha reformado y ha pasado a denominarse el Ejército del Aire y del Espacio, siguiendo la estela de propuestas similares en otros países como Estados Unidos o Francia.

La encuesta realizada por la ESA a 21.000 personas de los Estados miembros de la agencia revela que el compromiso de los europeos ha aumentado con respecto a 2019, cuando el 70% y el 64% estaban a favor, respectivamente, de mayor integración e independencia de la actividad espacial. 

Próximas misiones

Hasta la invasión de Ucrania, la mayoría de las misiones europeas con astronautas dependían de las cápsulas Soyuz de origen soviético lanzadas en Kazajistán en colaboración con Roscosmos, la agencia espacial rusa. Por otro lado, la mayoría de los proyectos de la ESA dependen en gran medida del apoyo de la NASA, la agencia espacial estadounidense, como los satélites y componentes de la Estación Espacial Internacional.

La ruptura de las relaciones debido al conflicto y el miedo a la dependencia estadounidense ha llevado a una situación delicada para la ESA, que solo cuenta con el programa Ariane como oportunidad de lanzamientos de misiones espaciales propias.

El 86% de los ciudadanos considera que la limpieza de la basura espacial debería ser la máxima prioridad de las siguientes operaciones de la ESA. Esta cifra supera a la organización de una exploración robótica en Marte (77%), enviar astronautas a la Luna (71%) o a Marte (70%). Por otro lado, nueve de cada diez personas encuestadas afirmaron que la recopilación de información sobre el cambio climático y la comprensión de lo que ocurre en la Tierra debería ser el uso más importante del espacio.

"Esta encuesta muestra que los ciudadanos europeos apoyan firmemente la inversión en el espacio para mejorar la vida en la Tierra, y que hay un mayor deseo de aumentar la ambición por el espacio en Europa”, aseguró Josef Aschbacher, director general de la ESA. “Mientras vemos cómo los líderes mundiales se reúnen en la COP27, los ciudadanos europeos demandan que el espacio se utilice aún más para controlar y mitigar el cambio climático. Debemos actuar ahora para aumentar la autonomía, el liderazgo y la responsabilidad de Europa en el espacio", agregó.

Segunda carrera espacial

Durante el siglo XX, la carrera espacial se dirimió fundamentalmente entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Los logros que ambas superpotencias consiguieron en apenas 20 años asombraron al mundo y sirvió como mecanismo de propaganda, avances militares y progreso científico. Tras el fin de la Guerra Fría, gran parte de la inversión y la atención por el exterior se esfumó.

Ahora, hasta una docena de Estados tienen el propósito de lanzar su propio programa espacial. Además de Estados Unidos y Rusia, China, India, Emiratos Árabes Unidos o Israel cuentan con planes a lo largo de esta década para explorar las estrellas. Pekín ha terminado de ensamblar su estación espacial este mes, que ha provocado varias alertas mundiales por la caída de restos desde la órbita, y quiere establecer una base lunar en 2035.

Nueva Delhi, que busca convertirse en la cuarta potencia espacial, quiere en los próximos años poner a sus primeros astronautas en el exterior y pisar nuestro satélite. Por otra parte, Emiratos Árabes Unidos se convirtió a principios del año pasado en la primera potencia del golfo Pérsico en conseguir que una sonda entrara en la atmósfera de Marte.

En el caso de Europa, la ESA aglutina la mayor parte de las actividades espaciales del continente. Agrupa a 24 Estados miembros y cuenta con otros ocho países asociados o cooperantes. Emplea a 230.000 personas y tiene instalaciones repartidas por toda Europa, además del cosmódromo situado en la Guayana Francesa. La agencia europea representa el 16% de la financiación pública mundial en programas espaciales.

Los próximos 22 y 23 de noviembre se celebrará en París un consejo ministerial en el que se invitarán a todos los Estados miembros y asociados. En esa cumbre, se espera que haya un fuerte impulso a un acuerdo político que podría materializarse el año próximo y el posible anuncio de un incremento de la inversión en el programa espacial europeo.