A partir de hidrógeno verde

Maersk invertirá 10.000 millones en Andalucía y Galicia para fabricar metanol verde

Qué es el metanol verde, la alternativa al combustible fósil en el transporte marítimo

El Gobierno estudia su entrada como inversor estratégico en el proyecto anunciado por el gigante del transporte marítimo

El logo de Maersk se ve en los contenedores almacenados en la Zona Franca de Barcelona

El logo de Maersk se ve en los contenedores almacenados en la Zona Franca de Barcelona / ALBERT GEA/REUTERS

Sara Ledo

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El gigante del transporte marítimo danés Maersk elige España para impulsar la descarbonización de su flota con la creación de dos plantas en Andalucía y Galicia para producir metanol verde para su propio consumo, según ha anunciado en un comunicado. La inversión podría alcanzar los 10.000 millones de euros de aquí a 2030, según estimaciones gubernamentales a partir del coste actual de producir esta tecnología. En el caso de de Galicia, la instalación se ubicará en el puerto exterior de A Coruña, informa Marcos Mosquera.

Las fuentes gubernamentales apuntan que hay una alta probabilidad de entrada del Estado como inversor estratégico en el proyecto, lo que provocaría un 'efecto llamada' sobre otros inversores, además de que podría concurrir a fondos europeos a través de alguno de los PERTEs (hidrógeno verde, sector naval o descarbonización de la industria). La creación potencial de empleo es de 5.000 puestos de trabajo directos, a los que hay que sumar 40.000 indirectos y 40.000 en la fase de construcción.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha reunido este jueves con el consejero delegado del Grupo A.P. Møller-Maersk, Søren Skou, así como con altos directivos de la compañía, después de las negociaciones entre el Ejecutivo, las comunidades autónomas y la compañía para coser el proyecto. Desde el Gobierno descartan que haya alguna contrapartida para el desarrollo del proyecto en este país, más allá de sus bondades para el impulso de esta tecnología –amplios recursos naturales y fomento de las renovables--, así como el acompañamiento público para que el proyecto avance relativo a permisos de acceso a la red eléctrica o espacio en los puertos.

Maersk es, junto con MSC, una de las principales navieras dedicadas al transporte de mercancías a nivel global. Con una cuota de mercado del 20%, la compañía cuenta con 750 buques en su flota, más de 100.000 empleados y está presente en 120 países. En España tiene 1.700 empleados directos en 10 ciudades y opera en 12 puertos marítimos. Es uno de los grandes consumidores de petróleo, sobre todo gasoil, con 10 millones de toneladas al año.

El gigante danés se ha comprometido a descarbonizar sus operaciones antes de 2040 y han decidido hacerlo, al menos en una primera fase, con metanol verde. Esto es un combustible bajo en carbono que se puede obtener a través de electrolisis de hidrógeno verde con CO2 biogénico (dióxido de carbono que se libera durante la descomposición de materia orgánica como los restos de los alimentos).

La compañía ha realizado un pedido de 19 grandes buques (17 toneladas) con motores de combustible dual, que permiten metanol verde y combustible sucio, para su entrada en funcionamiento antes de 2023. Y ya cuenta con siete alianzas estratégicas con empresas en todo el mundo para producir al menos 730.000 toneladas al año a partir 2025. Las empresas en cuestión son CIMC ENRIC (China), European Energy (Dinamarca), Orsted (Dinamarca), Proman (Suiza), WasteFuel (Estados Unidos) y Debo (China).

Pero necesita unos 20 millones de toneladas de metanol verde –el equivalente a esos 10 millones de toneladas de gasóleo que consume ahora— y les está siendo difícil encontrar socios dispuestos a realizar inversiones grandes para alcanzar esta cifra, dada la baja competitividad actual de la tecnología. Y es por ello que han decidido producir para su propio consumo poco más de la mitad, unos 12 millones de toneladas, explican desde Moncloa. Y es ahí donde entra la inversión en España.

Maersk ha identificado 6 hubs donde ubicar esta tecnología alrededor del mundo. Uno de ellos es Egipto y otro será España, con el objetivo es fabricar 2 millones de toneladas de aquí a 2030 en dos plantas, ubicadas en Andalucía y Galicia. La compañía prevé controlar toda la cadena de producción, lo que implica tener un 4.000 megavatios de energías renovables al final del proyecto que serán propios (a través de nuevas instalaciones o compras) o a través de acuerdos (ppa) con otras energéticas.

El proyecto será en tres fases. En un primer momento, que se iniciará en el segundo semestre del año que viene, se pondrá en marcha la primera instalación para producir unas 200.000 toneladas antes de 2023. A partir de 2027 llegará la segunda, que tendrá el objetivo de alcanzar el 1 millón de toneladas y en 2030 se espera llegar a los 2 millones. En función del éxito de la primera fase del proyecto, la compañía decidirá a mediados de la década si en la segunda planta fabrica metanol verde o amoníaco, esto es a partir del hidrógeno verde y el nitrógeno atmosférico. Esa es la otra solución que se vislumbra en el horizonte para descarbonizar el transporte marítimo.  

“Este proyecto se alinea perfectamente con la estrategia de España de reindustrialización, de transición energética justa y a la hoja de ruta del hidrógeno verde, avanzando en el cumplimiento del compromiso común de descarbonización de la Unión Europea”, ha asegurado el presidente del Gobierno tras el encuentro con los directivos de Maersk. El Ejecutivo lleva meses trabajando con la multinacional para sentar las bases de este proyecto. “Además, reforzará los lazos económicos, políticos y comerciales con Dinamarca, como tuve ocasión de conversar en la reciente visita de la primera ministra, Mette Frederiksen”, ha remarcado Pedro Sánchez.