Círculos Concéntricos

Naturgy con la vista más allá de 2023

La gasística española dejará que pase el año próximo para poder resucitar la operación para dividirse.

Sede de Naturgy en Madrid.

Sede de Naturgy en Madrid.

Martí Saballs Pons

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Naturgy tenía que liderar la operación empresarial del año. Hoy no se sabe si algún día llegará a cumplirse. Ni siquiera en 2024, como internamente dentro de la compañía empiezan a barajar los más optimistas. Nadie es capaz de predecir qué ocurrirá en 2023. 

Todo empezó el 10 de febrero. El grupo energético español, heredero de la antigua Gas Natural, que compró Unión Fenosa, anunciaba la decisión de dividir la compañía en dos negocios separados totalmente, incluyendo gobierno corporativo. Uno englobaría los negocios liberalizados y de mayor crecimiento, entre los cuales están las energías renovables. En el otro se encuadrarían los negocios de infraestructuras reguladas y de transporte de energía. Dentro del complejo entramado de las compañías energéticas, para los inversores el primero asume más riesgo y menos -o cero- dividendo; y el otro es más conservador, con alto dividendo. Al realizar el anuncio, la compañía estimaba que estos negocios ya estaban formalmente separados en el día a día.

¿Cómo iban a valorar los mercados cada división era una incógnita? Desde el inicio se comunicó que los accionistas se repartirían las acciones salomónicamente al principio. Posteriormente, cada accionista iría tomando las decisiones que considerada oportuna de acuerdo a su estrategia. Naturgy tiene como primer accionista a Criteria, herramienta de inversión de Fundación Caixa, con un 26,27%;le siguen tres fondos de capital riesgo, cada uno con objetivos distintos: CVC/Rioja (20,7%), GIP (20,6%) y, estrenado unos meses antes del anuncio de la operación Géminis, el australiano IFM (13,9%). El quinto accionista de referencia es la petrolera argelina Sonatrach, con un 4,1%. Recuerda la relevancia de la procedencia del gas. Se mueven libremente en Bolsa (free float) un 14% de las 969,6 millones de acciones en circulación. Las acciones de Naturgy rozan los 26 euros y la capitalización de la compañía es de 25.170 millones, la sexta en el ránking del Ibex 35. En doce meses el valor se ha revalorizado un 17,4%.

Catorce días después del anuncio de la operación Géminis llegó la guerra y una nueva etapa en la política energética en Europa. El gas se convirtió en la materia prima más seguida del mundo por culpa de la dependencia centroeuropea de Rusia. La Comisión Europea aumentó sus controles e intervencionismo. A la batalla contra el cambio climático se le unía un nuevo factor. Naturgy echa el freno a la división de forma «sine die» hasta que el panorama se aclare. A esta situación se le unen más rumores sobre movimientos en el sector a nivel europeo que los fondos accionistas de Naturgy podrían facilitar.

El gobierno español no ha permanecido ajeno a la estrategia de Naturgy. La vicepresidenta tercera Teresa Ribera fue muy vehemente en una reciente entrevista a Cinco Días manifestándose en contra de la operación Géminis «en este momento» y mostrándose favorable a la entrada de un socio industrial. ¿Exceso de intervencionismo y opinión gubernamental? Desde Naturgy apuestan por quitar hierro y dejar pasar el tiempo mientras hoy el negocio siga creciendo. Hay que pasar 2023, que no es poco.

La asegurada transición de Sánchez Galán

Cinco años tardó Ignacio Sánchez Galán en pasar a ser de vicepresidente ejecutivo y consejero delegado a presidente ejecutivo. Fue en 2006 cuando sustituyó como presidente de Iberdrola a Íñigo de Oriol. ¿La diferencia? Asumió todo el poder, gestionando las distintas áreas con responsables por cada una de ellas, pero sin un claro número dos. El nombramiento de Armando Martínez, director general de negocios de la eléctrica, como CEO abre una nueva etapa en la que se prevé un reparto de responsabilidades. Hay aún pocos casos en el Ibex 35 donde exista el presidente florero. En España, el papel, por mucho que haya CEO o consejero delegado, del presidente (aunque no sea ejecutivo) sigue siendo primordial para la imagen institucional, la visión estratégica y la relación con los accionistas primordiales. Si, además, resulta que el valor de la empresa crece y su imagen exterior es positiva, las quejas son mínimas. Las presiones de algunos fondos de inversión en nombre del gobierno corporativo deseado y la separación de poderes son más ruido que nueces. Galán, como otros pesos pesados del panorama empresarial y financiero español aguantarán el tiempo que haga falta. 

Santander: a la espera de Lula

El 27% del beneficio del grupo financiero Santander en los nueve primeros meses del año procedieron del negocio bancario de Brasil: 2.027 millones de euros al cambio sobre 7.316 millones. Cualquier movimiento en la economía más grande de Latinoamérica afecta a las cuentas del banco cántabro. A las buenas noticias procedentes de la apreciación del real en el último año debido a la subida de tipos de interés para combatir la inflación se le ha unido la incertidumbre política. El aumento de los precios está en el 7,1%,menos que la zona euro y EEUU y la tasa de desempleo ha caído al 8,9%. ¿Afectará el nuevo Gobierno de Lula da Silva al sector? La experiencia con Lula como presidente ya ha existido, de 2003 a 2010. Pero algunas nubes podrían aumentar en el horizonte si Lula decidiera salirse de la ortodoxia fiscal en esta segunda etapa en la jefatura de mando en Brasilia. Reducir la tasa de pobreza, que afecta a un 30% de la población (214 millones de habitantes) es aún el principal desafío. Hay ratios que preocupan. Brasil es el país en el que está presente Santander con una mayor tasa de morosidad, un 6,63%, y con el coste de riesgo más alto, un 4,46%. 

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