Hasta septiembre

El BBVA gana un 46,2% más pese a la hiperinflación en Turquía

Su consejero delegado descarta un "gran problema" de impago en hipotecas y considera poco probable una guerra por los depósitos

Onur Genç

Onur Genç

Pablo Allendesalazar

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El BBVA ganó 4.842 millones de euros entre enero y septiembre, un 46,2% más que en el mismo periodo del año pasado. Excluyendo los impactos no recurrentes (-201 millones este ejercicio por la recompra de oficinas a Merlin y -416 millones en 2021 por el coste de la reestructuración de plantilla en España, parcialmente compensada por la aportación de la filial estadounidense hasta su venta), el resultado hubiera sido de 5.044 millones, un 35,3% más. En España, el banco ganó 1.312 millones, un 10,2% más. Sus acciones han caído un ligero 0,23% en bolsa.

El banco, así, apunta a registrar este año uno de los mejores resultados de su historia. Los está obteniendo pese a los problemas en Turquía, donde el IPC se situó en el 83,5% en septiembre y la entidad ha tenido que empezar a realizar una contabilidad hiperinflacionaria en su filial Garanti. Así, sufrió en el país una pérdida contable de la posición monetaria neta por un importe bruto de 2.070 millones de euros, compensada parcialmente con el impacto positivo de los ingresos derivados de los bonos ligados a la inflación de 1.351 millones. Además, dicha pérdida no es deducible fiscalmente, lo que ha elevado notablemente el pago del impuesto de sociedades en el conjunto del grupo (un 55%, frente a un resultado antes de impuestos del 27,9%).

La filial turca, así, aportó 336 millones de beneficio a BBVA, un 42,3% menos que un año antes. Se trata de apenas un 6,9% del resultado total, un nivel muy inferior al 13,8% de peso de la filial en el patrimonio contable del grupo. Así lo ha admitido su consejero delegado, el turco Onur Genç, que sin embargo ha defendido la opa recientemente culminada por el banco para aumentar su peso en dicha filial del 49,85% al 86% por unos 1.350 millones. Turquía, ha argumentado, es un país con gran potencial a largo plazo, Garanti está aportando ya beneficio cuando se esperaba que no lo hiciera y, tras este año "particular", aumentará su contribución al resultado global. 

Problema pequeño

El banquero, además, ha afirmado que el incremento de las cuotas hipotecarias por la escalada del euribor "no va a ser un gran problema" para la mayoría de sus clientes, pero sí para algunos. En esta línea, ha afirmado que el banco apoyará a aquellos que tengan dificultades de pago y ha apoyado el plan que el sector negocia con el Gobierno para colectivos vulnerables, que espera que se concrete "en las próximas semanas".

Asimismo, ha juzgado poco probable que el sector se embarque en una guerra por captar depósitos con la oferta de altos intereses, pese a las alzas de tipos del Banco Central Europeo (BCE), habida cuenta de la alta liquidez que tienen las entidades. Además, ha afirmado que destinará sus 1.536 millones de exceso sobre su objetivo de capital a remunerar al accionista y al crecimiento orgánico. Así, ha sostenido que es "muy probable" que no busque oportunidades de comprar otros bancos o negocios.

Más ingresos, menos costes

La mejora del resultado del banco hasta septimebre fue fruto de la subida de los ingresos (29%, gracias al aumento de la actividad y el alza de los tipos) y las comisiones (14%). En sentido negativo, el banco registró un impacto de 1.145 millones debido principalmente al ajuste negativo por hiperinflación de Argentina y Turquía y a la mayor contribución al Fondo Único de Resolución europeo. Los gastos del grupo (12,8%) crecieron menos que los ingresos totales (17,8%) pese al entorno inflacionista (16,5% de IPC medio registrado en todo los países donde opera el banco). 

Ello permitió que el margen neto subiese un 21,8%, lo que sumado a un menor crecimiento de las provisiones para afrontar pérdidas y devaluaciones de activos (8,1% por el incremento de la actividad) dio lugar a una mejora del resultado antes de impuestos del 27,9%. El mayor pago del impuesto de sociedades (51,5%) se vio contrarrestado por la menor atribución de resultado a accionistas minoritarios (tras la opa en la filial de Turquía y la menor aportación de esta división), lo que explicó el alza final del 46,2%. 

Rentabilidad aún insuficiente

Como consecuencia de todo ello, el grupo obtuvo una rentabilidad del 15%, por encima de la que le exigen los inversores (14,2%, en su caso). El capital se situó en el 12,45%, por encima de su objetivo (11,5%-12%). La tasa de morosidad sigue en un nivel contenido (en el trimestre bajó del 3,7% al 3,5%), con un alto peso de las provisiones sobre los activos problemáticos (83%). El coste del riesgo (nuevas provisiones sobre el total de activos) se elevó al 0,86%, frente al 0,81% del segundo trimestre, en línea con lo esperado por el banco para 2022 (por debajo de 100 puntos básicos, en niveles similares a los de 2021).

En España, el banco ganó 1.312 millones, un 10,2% más, gracias a la mejora de los ingresos y la caída de los gastos y provisiones. Sin el impacto de la recompra de las 662 oficinas a Merlin, el beneficio hubiera sido de 1.514 millones, con un 27,1% de incremento. En México, principal mercado de BBVA, el banco ganó 2.964 millones, un 64,7% más. En Turquía, en cambio, el beneficio cayó un 42,3%, hasta los 336 millones, por la elevadísima inflación del país y la caída de su moneda. En América del Sur, obtuvo 614 millones, un 87,4% más. El resto de negocios aportaron 183 millones, un 20,2% menos, mientras que el centro corporativo perdió 566 millones, un 30,7% menos.