Frenazo del consumo familiar

El BBVA rebaja a la mitad su previsión de crecimiento de la economía catalana en 2023

La escalada de precios de los últimos meses y la parca subida de los salarios merman el ahorro de las familias, que ya están consumiendo menos

Puerto de Barcelona

Puerto de Barcelona / Óscar Ferrer

Gabriel Ubieto

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El BBVA ha revisado a la baja este martes sus previsiones macroeconómicas para el año 2023 y ha recortado a la mitad el crecimiento estimado de la economía catalana. El PIB de la misma estima que aumentará el 0,9%, la mitad de lo que anticipaba hace cuatro meses. Y es que la inflación acumulada durante los últimos meses y su lenta y no garantizada remisión está comiéndose los ahorros de las familias y mermando su poder adquisitivo, lo que ya está lastrando el consumo interno y reduciendo las ventas de las empresas. Todo ello, sumado a la incierta evolución de la guerra de Ucrania -agravadas las expectativas por la retórica de guerra nuclear con la que coquetea Vladimir Putin- y la previsión oficial de que Alemania, la locomotora económica de Europa, entre en recesión el año que viene, han rebajado las perspectivas para el 2023.

Los técnicos del BBVA han revisado a la baja sus previsiones para Catalunya y también para el conjunto de España. Si en julio pronosticaban que ambas economías crecerían al 1,8%, este lunes se corrigen y apuntan a un crecimiento del 0,9% de la primera y un 1% de la segunda. El diagnóstico de la entidad bancaria apunta hacia la crisis de precios, soportada mayoritariamente por los hogares. "La economía podría permanecer prácticamente estancada como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo", alertan desde la entidad bancaria. Y es que los salarios pactados por convenio están aumentando al 2,8%, tres veces por debajo del IPC. Si bien en "se esperan crecimientos más acentuados a medida que avancen los meses", según auguran desde el BBA. El gasto en tarjeta ha experimentado este tercer trimestre una desaceleración "relevante", si bien el endeudamiento de las familias catalanas está aumentando menos que en el conjunto de España (y ambos están a niveles lejanos respecto a la crisis del 2008).

Ese diagnóstico de 'menos crecimiento, debido a menos consumo, debido a un menor poder adquisitivo de las familias' es compartido por los especialistas de otras casas de estudio, como Funcas. Esta también ha revisado este martes su cuadro para el ejercicio próximo. Ellos anticipan un menor crecimiento del PIB español en 2023, concretamente del 0,7% (tres décimas por debajo que el BBVA), cuando en la anterior previsión estimaban un 2%. "Todo apunta a una agudización del debilitamiento que viene observándose en los últimos meses", anticipan.

La principal explicación la encuentran en la pérdida de poder adquisitivo que están experimentando los hogares como consecuencia del aumento de precios. "La tasa de ahorro de los hogares se ha reducido ya hasta niveles próximos a la media de los últimos años, lo que significa que muchas familias ya no disponen de un colchón de liquidez para compensar la pérdida de capacidad de compra de sus ingresos", alertan los expertos de Funcas.

Volviendo a las previsiones del BBVA, la caída de las expectativas para el 2023 no será igual en todo el territorio y el correctivo más severo se lo ha llevado el País Vasco, que pasa del 1,1% a un 0,3%. Si bien todas las autonomías sufren revisiones a la baja. No obstante, desde el BBVA abren la puerta a moderar ese especial impacto, dependiendo de si se solucionan o no los cuellos de botella. "Las exportaciones de bienes deberían comenzar a acelerarse a lo largo de 2023, impulsando la actividad industrial. Como consecuencia, las comunidades autónomas del norte de España podrían compensar parcialmente los factores negativos anteriores", apuntan desde el observatorio de la entidad bancaria.

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