¿Pueden convivir la producción de energías renovables y el campo? Así lo hacen en tres municipios

Las fuentes de energía renovables son el camino para construir una economía descarbonizada. En 2021, de hecho, y según los datos de Red Eléctrica de España, estás tecnologías ya supusieron el 48,4% de la electricidad producida en el país. Un avance muy importante que va en la línea de las metas marcadas por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada en 2021, que ha fijado como objetivo que el sistema eléctrico genere el 74% de la energía con renovables en 2030 y, en 2050, alcanzar la descarbonización.

Para llegar a ese objetivo es necesario seguir apostando por el incremento de la capacidad productora de energías renovables. España es el país del mundo con más horas de sol de Europa, con más de 2.500 horas anuales. Algo muy beneficioso para la producción de energía fotovoltaica. También el viento es otro recurso abundante, tanto es así que la energía eólica supuso el año pasado el 23,3% de la energía consumida.

En la actualidad existen en España más de 62.000 instalaciones fotovoltaicas y casi 1.300 parques eólicos. Una cifra nada desdeñable, pero que aún no es suficiente para alimentar la demanda energética del país. El desarrollo de este tipo de tecnologías, pues, es crucial para seguir avanzando en la descarbonización del sistema eléctrico y también para reducir la dependencia de los combustibles fósiles como el gas, que en la actualidad está siendo el principal factor que está encareciendo la factura de la luz.

En los últimos años, ha surgido un debate referente a esta cuestión: ¿Es posible la convivencia de las instalaciones productoras de energías renovables con el territorio? En este artículo te damos algunos ejemplos en los que la producción de energías renovables y el territorio son compatibles.

¿Qué es la agrivoltaica? Agricultura, biodiversidad y producción fotovoltaica

España es un país donde el campo juega un papel muy importante. Según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el 50% del suelo está catalogado como superficie agraria útil con más de 23 millones de hectáreas. La convivencia de las actividades tradicionales y la producción de energía fotovoltaica se han visto, en algunas ocasiones, como algo incompatible. Pero lo cierto es que sí lo son.

Endesa, a través de su filial de energías renovables Enel Green Power España (EGPE), ha desarrollado el concepto de agrivoltaica. Un modelo que combina los usos tradicionales del suelo, la biodiversidad y la producción de energía solar. En un parque fotovoltaico se pueden combinar los cultivos, u otras actividades como la apicultura o la ganadería, con la instalación de placas solares. Una fórmula en la que ganan las dos partes: el agricultor puede desarrollar su actividad con un precio de suelo más competitivo y, en el caso de Endesa, consigue minimizar los costes de mantenimiento.

En total, son cinco los proyectos en los que este modelo ya está funcionando en España: Carmona (Sevilla), Totana (Múrcia), Valdecaballeros y Augusto (Badajoz) y Andorra (Teruel). “Este modelo, en el que compartimos el uso del suelo y no competimos por él, es la mejor fórmula de conseguir la sostenibilidad de nuestras plantas fotovoltaicas a largo plazo”, asegura Inmaculada Fiteni, la responsable de programas de creación de valor de la dirección de sostenibilidad de Endesa.

El caso de Carmona (Andalucía)

En el municipio sevillano de Carmona la agrivoltaica ya es una realidad. En esta localidad de 30.000 habitantes, Endesa cuenta con las plantas fotovoltaicas de “Las Corcheras” y “Los Naranjos” donde la producción de energía solar (202 GWh al año) se combina con el pastoreo, la apicultura solar y el cultivo de plantas aromáticas.

Juan Ávila, alcalde del municipio, explica que desde que se instalaron las dos plantas vieron una gran cantidad de ventajas, no solo medioambientales, también de promoción local. “Con la agrivoltaica hemos podido combinar algo tan vanguardista como la generación de energía limpia con oficios tan tradicionales como el pastoreo, que estaba en declive”, apunta.

Se trata de una fórmula ‘win-win’. Los pastores cuentan con un espacio donde poder llevar a sus animales y, al mismo tiempo, la planta se beneficia de un mantenimiento natural, puesto que las ovejas abonan el terreno y evitan que la hierba crezca. Lo mismo sucede con la plantación de plantas aromáticas y su riego. El agua se puede reaprovechar para limpiar los paneles y evitar el polvo en suspensión.

Pero si destaca un proyecto en Carmona es el Apiario Solar de Endesa, un proyecto innovador en el que se han instalado 30 colmenas inteligentes en el que las abejas producen miel en un entorno seguro y vallado. La empresa local, Loramiel, fue la seleccionada para cuidar del proyecto. “Se trata de un proyecto innovador. Las colmenas cuentan con sensores para medir la temperatura, saber cuánta miel hay, y las abejas que entran y salen”, explica Ávila.

“Otros países utilizan el petróleo para generar riqueza. Nuestro petróleo es el sol. La instalación de las plantas fotovoltaicas han sido un aliado fundamental para ayudar a que una ciudad como Carmona tenga más ingresos, genere más empleo y mejore la calidad de vida de sus ciudadanos”, asegura alcalde del municipio. Gracias a los ingresos que suponen la presencia de estas plantas en materia fiscal, como por ejemplo el IBI, el Ayuntamiento va a bajar impuestos y ha invertido en otras infraestructuras como el nuevo pabellón municipal.

El caso de Valdecaballeros y Logrosán (Extremadura)

Valdecaballeros es otro de los proyectos de agrivoltaica que EGPE ha desarrollado. En su planta fotovoltaica se han plantado plantas aromáticas como el tomillo y el romero, y otras de uso medicinal como el aloe vera y el diente de león. En este proyecto, compartido con el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (CTAEX), además, se está trabajando en la implantación de una pradera polifita que estará destinada a la alimentación animal.

“Se ha procurado, en todo momento, que la producción agrícola y la de producción renovable no interfieran la una en la otra. El objetivo es que se adapten y puedan convivir”, explica Jesús Gil Soto, responsable de proyectos de I+ D en el Área de Agricultura de CTAEX.

Pero más allá de la convivencia de la agricultura y la producción de energía fotovoltaica, estos proyectos también promueven la biodiversidad o el fomento de las comunidades locales. En el caso de Logrosán, por ejemplo, la planta fotovoltaica cuenta con un proyecto de reintroducción de aves rapaces, otro de pastoreo y uno de reforestación. Pero también fue un impulso para el pueblo.

“Este proyecto consiguió que dejásemos de ser la España vaciada. Durante la construcción el pueblo se llenó de gente y todos los comercios del pueblo lo notaron”, apunta Diego Cantalejo, técnico de mantenimiento de la planta y vecino de la localidad, que consiguió empleo gracias al proyecto.

Parques eólicos compatibles con la fauna

En el caso de las plantas eólicas, la tecnología también evoluciona para convivir de mejor manera con el entorno y la fauna. Es el caso del proyecto que Endesa y su filial de energías renovables EGPE han desarrollado en el parque de Fuenaliente (Canarias) con el objetivo de proteger la pardela canaria, un ave procelariforme que pasa la mayor parte del tiempo mar adentro, pero que cada primavera anida en tierra.

En ese parque eólico se ha instalado un sistema láser que durante la noche avisa a estas aves de la presencia de los molinos y les permite rectificar su recorrido. Así mismo, y en caso de ser necesario, también se pueden parar los aerogeneradores.

Más allá de este caso, Endesa cuenta con otros proyectos en Galicia, Castilla y León, Castilla y la Mancha o Andalucía para desarrollar la convivencia de estas plantas productoras y algunas especies animales.

¿Por qué es necesaria la producción de renovables?

Incrementar la producción de energías renovables aporta beneficios al planeta, a la economía y también a la sociedad.

1. Respeta el medio ambiente. Estas fuentes de energía no generan emisiones de CO₂ y, por lo tanto, su desarrollo es una de las mejores fórmulas para combatir el cambio climático.
2. Es inagotable. A diferencia de los combustibles fósiles, el sol, el aire o el agua son recursos inagotables.
3. Es más barata. Precisamente, y muy vinculado al segundo punto, producir energías renovables a gran escala es más rentable y mucho más barato. Un beneficio para productores, comercializadores y consumidores.
4. Genera nuevos empleos. El desarrollo de la economía verde requerirá de nuevos empleos.
5. Más versátil. A diferencia de los combustibles fósiles, se trata de recursos que se pueden producir en cualquier parte del mundo. Un factor que, además, disminuye la dependencia energética.
6. Más eficiente. El desarrollo de la tecnología permite que estas fuentes de energía sean mucho más eficientes que los combustibles fósiles.