Durante un año

CaixaBank propone al resto de bancos congelar las cuotas de hipotecados en problemas

Otras entidades apuestan por incluirlo dentro de un abanico de medidas y por aplicarlas tras estudiar caso a caso

El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar

El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar / EFE /JUAN CARLOS HIDALGO

Pablo Allendesalazar

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Primeros avances en las negociaciones de los bancos entre sí y del sector con el Ministerio de Economía para dar respuesta al impacto de la vertiginosa subida del euribor en los hipotecados en situación vulnerable. CaixaBank ha propuesto al resto de entidades congelar las cuotas de los créditos de dicho colectivo durante 12 meses, según han confirmado diversas fuentes financieras a EL PERIÓDICO. De acuerdo con esta propuesta, las cantidades en que deberían haber subido las cuotas se pasarían a cobrar al final de la vida del préstamo sin necesidad de ampliar el plazo del mismo (ya que ello obligaría a hacer una novación de la hipoteca, con los consiguientes gastos para la entidad y el cliente).

Otras entidades no rechazan aplicar la congelación propuesta por CaixaBank, pero apuestan por incluirla dentro de un abanico de medidas posibles (con otras como periodos de carencia en el pago, reducciones del tipo, conversión a tipo fijo o ampliaciones de plazo), así como por aplicarlas en función del perfil y la situación de cada cliente tras estudiarlos caso a caso. Algunos bancos habían planteado realizar una moratoria sectorial de dos años en el pago del capital como la que se puso en pie tras el estallido de la pandemia, pero la mayoría lo descarta por las provisiones que les obligaría a hacer y porque se entiende que sería aplazar el problema, ya que cuando se acabase la moratoria los hipotecados podrían seguir teniendo dificultades de pago.

Uno de los aspectos cruciales de la negociación es determinar quiénes son los potenciales beneficiarios de la ayuda. Desde 2012 existe un Código de Buenas Prácticas para apoyar a hipotecados vulnerables, pero que de forma general solo está pensando para unidades familiares con unos ingresos anuales conjuntos de 24.318,84 euros, en los que el pago de la hipoteca haya elevado su peso sobre la renta familiar en al menos 1,5 veces, y cuya cuota hipotecaria sea superior al 50% de los ingresos netos. 

Nuevos requisitos

Se trata de unos requisitos que dejarían fuera a muchas familias que ahora pueden verse afectadas por el alza del euribor, por lo que se están definiendo otros criterios. En el sector, en este sentido, está en debate no solo tener en cuenta la subida de la cuota hipotecaria y su peso sobre la renta disponible de los hogares, sino también otros gastos básicos que se han disparado por la inflación (como la luz, la calefacción, el agua o incluso la cesta de la compra), que también influyen lógicamente en la capacidad de pago de las familias. 

La idea más extendida hoy por hoy es aprobar el nuevo esquema no como una reforma del Código de Buenas Prácticas de 2012, sino como un anexo al mismo o como un nuevo código o protocolo que las entidades se comprometan voluntariamente a cumplir. Se entiende, así, que las nuevas medidas responden a una situación coyuntural por el alza de la inflación y los tipos de interés, mientras que el código aprobado en la anterior crisis tiene vocación de largo plazo ya que trata de dar solución a los problemas de los hipotecados que son vulnerables sea cual sea la situación económica general.  

En las próximas semanas

Los bancos, sus patronales y Economía están manteniendo reuniones e intercambiando documentos en los últimos días y tienen previsto seguir haciéndolo. Las posiciones dentro del sector todavía son dispares, con lo que el asunto está abierto y puede sufrir muchos cambios. Lo que parece claro es que el Gobierno va a presionar para llegar a un acuerdo en no mucho tiempo. Así, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ya apuntó el pasado viernes, tras la presentación del plan para llevar el efectivo a la España vaciada, que su departamento y la banca iban a seguir trabajando "en las próximas semanas" para resolver la "creciente carga financiera de los deudores hipotecarios" por el cambio en la política monetaria del BCE para frenar la espiral inflacionista. 

Calviño confirmó que "en primer lugar" la negociación está consistiendo en "identificar dónde puede encontrarse esa situación de vulnerabilidad" en la actual coyuntura. Los mecanismos hoy disponibles, resaltó, fueron "diseñados en un contexto muy diferente" del actual, "que se caracteriza muy específicamente por la rápida subida del euribor y los tipos de interés, que afectan a la capacidad de pago de familias que por lo demás podrían no tener otros elementos de vulnerabilidad". Por ello, afirmó, Economía está trabajando con el sector en un "conjunto de elementos que puedan responder a la situación extraordinaria" provocada por la inflación. "Yo creo, y he visto una disposición muy favorable de las entidades, que sí tenemos que revisar ese catálogo de medidas, y en su caso ver qué mejoras se pueden incluir para poder cubrir esa situación sobrevenida", aseguró.

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