Mesa redonda sobre el acceso a un bien básico

Aumentar la oferta de vivienda disponible, una petición unánime

Una cita previa a la Barcelona New Economy Week sirvió para constatar que el sector inmobiliario reclama una mayor colaboración público-privada para incrementar el parque residencial en el área metropolitana de Barcelona, sea libre o protegido

Participantes en la mesa redonda celebrada en DFactory.

Participantes en la mesa redonda celebrada en DFactory. / Joan Cortadellas

Eduard Palomares

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El sector inmobiliario no es, obviamente, ajeno a lo que sucede en la sociedad. Así que en unos momentos de inflación e incertidumbre como los actuales, parece lógico que se resienta. Sin embargo, los números actuales todavía no reflejan ningún frenazo evidente en la actividad de compraventa, aunque la obra nueva sí que experimentó un leve retroceso en julio después de 20 meses seguidos al alza (y con precios que alcanzan máximos históricos). En cualquier caso, los expertos señalan que de producirse una crisis de ningún modo sería como la del 2008 por una razón fundamental: en ese momento hubo un exceso de oferta de vivienda cuando ahora sucede todo lo contrario.

De hecho, cómo incrementar el número de unidades en el mercado, tanto libres como protegidas, para facilitar el acceso a un bien básico como es la vivienda fue el eje en el que pivotó la mesa redonda organizada por EL PERIÓDICO y el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) en DFactory, el nodo que promueve el desarrollo de la industria digital en Europa. Un encuentro con motivo de la celebración de la tercera edición del evento híbrido BNEW, del 3 al 6 de octubre, dedicado a la industria 4.0 y con uno de sus ejes dedicados al Real Estate. 

Bajo el título La adaptación del sector inmobiliario a los nuevos escenarios, participaron Pere Navarro, delegado especial del Estado en el CZFB y presidente de BNEW; Blanca Sorigué, directora general del CZFB y directora de BNEW; Gerard Duelo, presidente del Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España; Daniel Roig, presidente de la Comisión Territorial de APCE en Tarragona; Fredi Turull, socio fundador de Turull-Sorensen Arquitectos; Pablo Romaní, director de Consultoría Estratégica y Desarrollo de Negocio de Savills Barcelona; y Juan Carlos Álvarez, director general de Negocio de Gestión Patrimonial en Servihabitat.

La adaptación del sector inmobiliario a los nuevos escenarios

Mesa redonda: La adaptación del sector inmobiliario a los nuevos escenarios. /

Escasez de oferta de vivienda

En el debate se puso en valor que, en la última década, el sector ha transitado hacia una mayor digitalización y sensibilidad ambiental, aunque después de analizar la situación actual y las dificultades de buena parte de la población al acceso a una vivienda, la conclusión fue unánime: es necesario incrementar la oferta actual de vivienda no solo en Barcelona sino en toda el área metropolitana, y para ello es clave la colaboración público-privada.

“En el CZFB nos situamos en la frontera entre lo público y lo privado, así que nuestro papel es poner la mesa para que los expertos debatan y para que emerjan soluciones fruto de la colaboración entre los dos ámbitos. Y, con la celebración de BNEW, también queremos resaltar que en la nueva economía no existen cajas cerradas, sino que todo está relacionado. Es necesario aprender unos de otros y generar una red de conexiones, porque el sector inmobiliario también está interrelacionado con el talento, la inversión, la sostenibilidad, la movilidad…”, introdujo Pere Navarro.

Colaboración público-privada

Una colaboración público-privada que los participantes en la mesa consideraron no solo básica, sino urgente. “Hay una clara falta de oferta residencial, que supone el 85% de todo lo edificado. Es un tema estructural, por diferentes motivos, en parte porque hemos sido un país más de compra que de alquiler. También porque la administración no ha generado un parque público de vivienda, como en otros países europeos. Esta es una de las cosas más urgentes a resolver, pero teniendo en cuenta que no se va a conseguir de hoy para mañana. Y esto debe pasar por la colaboración, que no es lo mismo que la imposición”, remarcó Juan Carlos Álvarez. 

Un concepto que también quiso remarcar Pablo Romaní: “Todo debe pivotar sobre la colaboración público-privada para incrementar la oferta de vivienda. Existe una demanda muy fuerte que quiere acceder a una vivienda y está totalmente insatisfecha. De hecho, el 99% de las promociones de obra nueva se venden antes de la entrega. Debemos ser capaces de encontrar instrumentos para encontrar más bolsas de suelo, pero los mecanismos son anacrónicos o lentos. Y también hay que empezar a pensar en la Barcelona de los 5 millones, la que abarca toda el área metropolitana”.

Debate durante la mesa redonda sobre el sector inmobiliario celebrada en DFactory.

Debate durante la mesa redonda sobre el sector inmobiliario celebrada en DFactory. / Joan Cortadellas

Y es que en Barcelona no sobra precisamente suelo, por sus límites naturales. “Se deben buscar fórmulas imaginativas que no comporten el estancamiento o el deterioro del parque construido. Es en este punto donde la administración tiene que flexibilizar el marco legislativo. Por ejemplo, permitir la transformación de espacios inicialmente destinados a otros usos o adaptarse a nuevos estilos de vida o tipologías: edificios con espacios compartidos, fórmulas constructivas como el derecho de superficie… Y que la construcción de vivienda protegida sea atractiva para el inversor privado”, destacó Gerard Duelo.

Activar la actividad constructora

Por su parte, Daniel Roig avisó que no se trata tanto de la escasez de suelo, sino la financiación de los proyectos: “El ayuntamiento de Barcelona tiene ya terreno para construir 20.000 viviendas. Y en el área metropolitana, se podrían hacer más de 70.000 viviendas. El problema no es la falta de suelo, sino cómo activarlo”. Ante ello, el representante de los promotores solicitó “colaboración público-privada para ver cómo se puede movilizar la inversión necesaria para empezar a edificar, una legislación actualizada y ágil y un debate menos polarizado cuando se trata de vivienda”.

Como arquitecto, Fredi Turull estuvo muy de acuerdo en la necesidad de actualizar las normativas: “El Plan General Municipal actual, que marca las grandes líneas urbanísticas, data de 1975 y, claro, ahora todo es muy diferente. La mezcla de usos y la transversalidad es el camino a seguir, por lo que necesitamos flexibilidad y que la administración facilite los procesos. También debemos cambiar la visión general que tenemos actualmente: los edificios han de ser eficientes y también los costes”.

¿Y cómo puede BNEW facilitar este acuerdo tan necesario entre el ámbito público y privado? Respondió Blanca Sorigué: “La primera sesión de BNEW estará dedicada, como en todas las ediciones, a debatir de cómo mejorar la colaboración público-privada. Esto demuestra que hace tiempo que sabemos que esta es la clave, aunque cuesta encontrar la manera de conseguirlo. Seguiremos hablando, en todo caso, y reuniremos a la administración tanto catalana como española y a los operadores privados. Pero también tocaremos a lo largo del salón muchos otros temas: cómo evolucionan los mercados financieros, el talento, las redes, el real estate aplicado al turismo, el sector salud, la innovación en vivienda social, la smart city, la arquitectura sostenible, los fondos europeos… En definitiva, el BNEW habla de nueva economía, que son nuevas oportunidades”.

Soluciones concretas

En la mesa redonda se identificaron los problemas actuales y también las posibles soluciones, aunque siempre más a largo plazo. Por eso, Pere Navarro pidió “crear una corriente de confianza para ser todos más ágiles” y también ser capaces de “no centrarse tanto en solucionar aspectos universales, sino concretos, que puedan tener una resolución”. Por este motivo, se les pidió a todos los participantes que pensaran en una medida específica que pondrían ellos en marcha de manera inmediata. 

Juan Carlos Álvarez pidió “un pacto de Estado para sacar el tema de la vivienda del debate electoralista, y buscar acuerdos en lo básico: las soluciones para aumentar la oferta de vivienda”. Pablo Romaní señaló la necesidad de “incrementar la vivienda social de alquiler, que no vaya ligada a los precios de mercado libre sino a los ingresos, para aquellos colectivos que, por su situación económica o ciclo vital, no se pueden permitir la situación actual”. Y Blanca Sorigué remarcó la necesidad de que tanto el sector público como privado “pongan el foco en los consumidores, también en las nuevas generaciones, para idear soluciones adaptadas a ellos”.

Daniel Roig incrementaría el presupuesto en políticas de vivienda porque España “sigue muy lejos de los países más avanzados” y también demandó analizar cómo aprovechar los fondos europeos “sin olvidar que se trata de una entrada de fondos extraordinaria que, en algún momento, desaparecerá”. Gerard Duelo pidió trabajar en “la integración de nuevas tecnologías en todos los eslabones de la cadena de valor del mercado inmobiliario”. Y Fredi Turull reclamó revisar el coste que supone construir en base a los estándares actuales y pensar de manera más sostenible, porque “si no se consigue rebajar el coste constructivo, los precios finales se elevarán y no serán razonables”. 

Finalmente, Pere Navarro recogió todas las propuestas y solicitó crear “tres pactos de Estado sobre los derechos básicos de los ciudadanos: vivienda, sanidad, educación”. Ahora solo falta configurar el escenario adecuado para poner de acuerdo al sector público y al privado porque, de hecho, no están tan alejados como a veces pueda parecer.