Semana clave

Expectación ante un cambio decisivo en la criptomoneda Ethereum

La segunda criptomoneda más potente del mundo después de Bitcoin cambiará su forma de operar para tratar de reducir hasta en un 99% su voraz consumo de energía

Criptomoneda Ethereum

Criptomoneda Ethereum / ÁNGEL GARCÍA / BLOOMBERG

Carles Planas Bou

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El volátil mundo de las criptomonedas se prepara para una importante sacudida. A partir de este martes, Ethereum, su segundo mayor activo después de Bitcoin, cambiará su forma de operar para reducir su consumo de energía, una actualización que ya ha sido descrita como la más importante en la historia de las divisas virtuales.

Fundada el año 2015, Ethereum es una plataforma descentralizada de código abierto que usa la tecnología de cadena de bloques (más conocida como Blockchain) para la transacción de criptomonedas y la ejecución de contratos inteligentes. Miles de ordenadores trabajan ininterrumpidamente para certificar y validar la inscripción de cada una de esas operaciones en la cadena de bloques, un sistema de cooperación entre usuarios que se conoce como "minado" y que permite un autogobierno descentralizado, pero que a su vez supone un abultado consumo energético.

Ethereum es la segunda plataforma descentralizada más conocida del mundo, copando aproximadamente un 20% del mercado de las criptomonedas, y su sistema consume la misma energía que países como Nueva Zelanda. Ether es también la segunda criptomoneda más popular después de Bitcoin y su valor asciende a unos 1.728 euros. Su capitalización se catapultó a principios del 2021 aunque este año ha caído casi un 48% siguiendo con la volatilidad general del sector. Aún así, su capitalización supera los 213.000 millones de dólares.

Cambio clave

Del 13 al 15 de septiembre, Ethereum llevará a cabo un cambio de modelo que se conoce como "fusión" y del que se habla desde hace años. Ethereum es conocido especialmente por su masiva utilización en el mundo del arte digital, pues cerca del 90% de las transacciones se producen en la plataforma.

Si un artista quiere comercializar una de sus obras digitales, puede convertirla en un token no fungible (NFT), un proceso con el que se registra esa obra en la cadena de bloques. Marcada con ese ADN digital, la obra pasa a ser única, lo que hace que su valor de comercialización se dispare. El artista percibe una pequeña comisión cada vez que su obra sea revendida.

Ethereum pasará del sistema "prueba de trabajo", que certifica que se inscribe esa operación de minado en la cadena de bloques, al sistema "prueba de participación", que recompensará a todos los que participen financieramente en ese proceso. Los usuarios que quieran participar con sus ordenadores y lucrarse con el proceso de validación de las operaciones deberán invertir 32 Ethereums (unos 55.296 euros) en la red. Ya hay 415.000 usuarios que se han apuntado para ser validadores.

Así, sistema "prueba de participación" que será adoptado esta semana se ha descrito como un modelo más ecológico, pues pasará a necesitar menos ordenadores para certificar las transacciones dentro de la cadena de bloques de Ethereum. Ese cambio promete reducir en hasta un 99% su consumo de energía.

La credibilidad cripto, en juego

El cambio es clave no solo para la credibilidad y la reputación de Ethereum sino de todo el sector de las criptomonedas. Los expertos señalan que, bajo un sistema más verde, las divisas virtuales pueden ganar una mayor popularidad. Ese cambio hacia un menor consumo de energía también puede abrir las puertas a una mayor adopción institucional de las criptomonedas, que hasta ahora han sido recibidas con escepticismo por parte de la mayoría de gobiernos e instituciones financieras del mundo. Ese viraje podría ayudar a un sector aquejado por un año de polémicas y turbulencias económicas.

Además, la esperada "fusión" llevará a una menor emisión de criptomonedas que, a su vez, podría relanzar la capitalización bursátil de Ethereum durante el próximo año, incluso superando la de Bitcoin, según un estudio.

Dudas y protestas

La mayor parte de la criptocomunidad de Ethereum apoya esa transición. Sin embargo, también hay dudas sobre cómo se aplicará ese cambio. La "minería" es actualmente un jugoso negocio para quienes participan en Ethereum y tienen una mayor capacidad informática para procesar datos. El cambio que se efectuará esta semana reducirá casi un 90% la recompensa que tienen los usuarios para participar en la validación de operaciones en la plataforma. Al verse perjudicados, esos "mineros" pueden pasarse a otras criptomonedas que consumen más energía y algunos han asegurado que lucharán para mantener el antiguo modelo.

Otros han denunciado que los cambios harán que Ethereum esté más centralizada en las pocas manos que amasan una gran cantidad de las criptomonedas emitidas, como Lido Finance y Coinbase, propietarias de casi el 46% de las divisas emitidas en esa red.

Aún así, el cambio parece inevitable. OpenSea, la mayor plataforma mundial de compraventa de NFT, ya ha advertido que solo aceptará las obras que estén registradas en ese nuevo modelo más sostenible.

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