Coste de la vida

España, el segundo país de la OCDE donde los salarios pierden más poder de compra

La inflación se ceba con las familias de menores ingresos, que están viendo como el coste de la vida se les encarece el 66% más que el de los hogares más ricos

Un camarero trabajando en un quiosco de verano

Un camarero trabajando en un quiosco de verano

Gabriel Ubieto

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La escalada de la inflación espoleada por la guerra de Ucrania y el encarecimiento generalizado de la energía lleva meses golpeando los bolsillos de las familias de toda Europa. No obstante, no en todos los países impacta con la misma dureza y no la sufren por igual todas las clases sociales. España es el segundo país de la OCDE donde los salarios están experimentando una mayor pérdida de poder adquisitivo, dados los parcos incrementos que están registrando las nóminas este año los pocos convenios frente al intenso encarecimiento de la lista de la compra, según revela el estudio publicado este viernes por la OCDE. El gabinete de estudios económicos de la institución considera que el retroceso generalizado de los salarios aleja la amenaza de que estos alimenten una nueva espiral inflacionista. "El riesgo es menor que en el pasado", apuntan. 

Este mismo viernes el Ministerio de Trabajo ha actualizado sus datos de convenios colectivos registrados. Los pocos que se renuevan, dado el bloqueo generalizado de las mesas de negociación colectiva ante la falta de acuerdo salarial entre las cúpulas de patronal y sindicatos, revelan un incremento medio del 2,6% hasta agosto. Una cifra cuatro veces por debajo de la inflación. Datos que coinciden en la línea con las estimaciones realizadas por los economistas de la OCDE, que anticipan que los salarios de los españoles perderán de media un 4,5% este año de capacidad de compra, ya que las previsiones para lo que queda de año son "que la inflación se mantenga muy por encima de los salarios nominales negociados para el 2022".

Es la segunda mayor tasa de todos los estados analizados por la OCDE, solo superada por Grecia (-6,9%). Si bien todos los países registran retrocesos en el poder de compra, el de España prácticamente duplica el de la media de la OCDE y se sitúa claramente por encima de los casos de Italia (-3,1%) o Alemania (-2,6%). Mayoritariamente, las empresas en el 'Viejo Continente' están priorizando con sus recursos disponibles aumentar la plantilla que mejorar las condiciones laborales de la ya existente, en tanto que el empleo durante el primer semestre del año ha crecido notablemente y el paro ha bajado a mínimos. Hasta el punto de que la carestía de determinados perfiles para llenar vacantes está creciendo por todo el continente, aunque ello no está tensionando a las empresas hasta obligarlas a subir sueldos para así captar y retener profesionales.

Las familias de menos ingresos vuelven a pagar esta crisis

Y de la misma manera que los países del sur de Europa están sufriendo más que sus vecinos norteños la crisis de la inflación, las familias de menores ingresos también están pagando una factura mucho más elevada que las más acomodadas. El informe de la OCDE desglosa el impacto de la escalada de precios por rango de ingresos y determina que en España un hogar situado en la horquilla del 20% más empobrecido ha visto crecer sus facturas el 3,3% durante el último año. Mientras que las unidades familiares con una renta entre los 20% más ricos ‘solo’ han visto aumentar el coste de su vida el 2,2%. Es decir, la escalada del IPC está siendo el 66% más dura entre los más empobrecidos que entre los más acaudalados.  

Ese diferencial en los niveles de ingresos se explica por el mayor peso de los productos básicos en la cesta de la compra de las familias con menores recursos. Aquellas más pudientes pueden encontrar bienes alternativos dentro de su consumo habitual, un margen del que carecen las familias con dificultades económicas. Es decir, los paganos de esta crisis están siendo las clases bajas, que ya fueron "las más perjudicadas por la crisis del covid", remarca la OCDE en su informe.

Aumentar el salario mínimo

Los economistas de la OCDE apuntan diversas recetas con las que los gobiernos pueden amortiguar la actual crisis de precios. Facilitar la firma de convenios colectivos, ajustar los salarios mínimos y el sistema de impuestos y beneficios o implementar bonos energéticos temporales son algunas de las recomendaciones del organismo.