Eurogrupo

Las cinco grandes economías del euro se comprometen a aplicar el impuesto del 15% a las empresas

Calviño afirma que el objetivo es asegurarse de que no existe una "competencia a la baja" entre países para captar compañías

Nadia Calviño

Nadia Calviño / David Castro

EFE
Europa Press
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las cinco grandes economías de la eurozona, España, Alemania, Francia, Italia y Países Bajos, se han comprometido este viernes a implementar en 2023 un tipo mínimo efectivo del 15% en el impuesto de sociedades si no se logra en las próximas semanas un acuerdo por consenso en la Unión Europea, que de momento permanece bloqueado por el veto de Hungría a la propuesta. "Es una palanca clave para una mayor justicia fiscal a través de una lucha más eficiente contra la optimización y la evasión fiscal", han defendido sus titulares de economía en un comunicado conjunto desde el consejo informal que celebran los ministros comunitarios en Praga.

El Gobierno ya aprobó el año pasado la aplicación en España de dicho tipo mínimo en el tributo que grava los beneficios empresariales, impulsado por la OCDE y el G-20. Pero quiere que se extienda cuanto antes al resto de la UE para que las compañías españolas no se vean discriminadas competitivamente. "Necesitamos asegurarnos de que no existe una competencia a la baja y de que nuestros sistemas fiscales son justos y las grandes empresas también contribuyen al coste de la guerra (en Ucrania)", ha defendido la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.

Más de 130 países de la OCDE, incluidos todos los de la UE, acordaron el año pasado fijar dicho tipo mínimo a las empresas que facturen más de 750 millones de euros anuales, que podría generar 150.000 millones adicionales de recaudación cada año a nivel global. La intención de la UE era tener en marcha la medida en 2023, objetivo que parecía alcanzable en junio después de que Polonia levantase sus reservas. Sin embargo, quedó bloqueado por el veto de último minuto de Hungría, que meses antes había anunciado que retiraba su oposición tras conseguir algunas modificaciones en la propuesta.

Consenso

Los cinco ministros han asegurado que su primer objetivo es lograr un consenso, pero han advertido de que si la unanimidad no se logra "en las próximas semanas", sus países adoptarán la medida en 2023 "por cualquier medio legal posible". Las opciones podrían ser una cooperación reforzada a nivel europeo (que permitiría aplicar la medida en los países que lo deseen con el apoyo de al menos nueve estados miembros) o "soluciones nacionales coordinadas", según explicó el ministro francés, Bruno Le Maire.

"A medida que la inflación golpea con fuerza el poder adquisitivo de nuestros conciudadanos, las empresas deben pagar su parte justa de la carga para aliviar el impacto de la crisis energética mundial", han argumentado los cinco ministros.

Además del tipo mínimo, los cinco países se comprometieron a completar los trabajos sobre el segundo pilar del acuerdo de la OCDE, que se centra en la redistribución de los beneficios de las multinacionales para capturar mejor el modelo de negocio de los gigantes digitales. El objetivo es poder firmar una convención multilateral a mediados de 2023. 

Recesión más posible

Por su parte, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ha admitido que es "evidente" que el riesgo de recesión ha aumentado aunque no cree que sea una posibilidad "inevitable". A pesar de los "crecientes obstáculos", ha destacado, la economía de la zona euro se mantuvo "firme" en la primera mitad del año. No obstante, concedió, los últimos indicadores apuntan a una desaceleración "en los próximos meses". En todo caso, ha añadido, los gobiernos están respondiendo con medidas de apoyo con un coste fiscal del 0,9% del PIB, que "sin duda aumentará sustancialmente antes de que acabe el año".