El pesimismo de los empresarios alemanes avanza en agosto por el deterioro económico

La confianza de los empresarios alemanes ha vuelto a empeorar ligeramente en agosto, después del desplome observado en julio, según refleja el índice elaborado por el Instituto de Investigación Económica de Múnich (Ifo), que se ha situado en los 88,5 puntos desde los 88,7 puntos del mes pasado, ante la expectativa de que la mayor economía europea se contraerá en el tercer trimestre.

El presidente del Ifo, Clemens Fuest, no ha dudado en reconocer que "el estado de ánimo en la economía alemana es malo", ya que las empresas estaban un poco menos satisfechas con la situación actual del negocio, mientras que las perspectivas para los próximos meses se mantuvieron casi sin cambios y claramente pesimistas.

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En concreto, la evaluación de la presente coyuntura de la economía alemana por los empresarios germanos bajó a 97,5 puntos desde los 97,7 de julio, mientras que las expectativas para los próximos meses prácticamente no registraron cambios, ya que el índice correspondiente pasó a 80,3 puntos desde los 80,4 de julio. "La incertidumbre entre las empresas sigue siendo alta. Es probable que la producción económica se contraiga en el tercer trimestre", añadió Fuest. De momento, la Oficina Federal de Estadística (Destatis) ha publicado este jueves el dato definitivo que confirma que la economía alemana creción el 0,1% entre abril y junio en relación con los tres meses anteriores, recuperando así el nivel del último trimestre de 2019 previo a la crisis de la pandemia del coronavirus. En el primer trimestre de 2022, el PIB alemán había crecido un 0,8 %.

En el caso del sector manufacturero, el índice de confianza empresarial IFO se ha mantenido sin cambios en agosto. Si bien las empresas evaluaron la situación actual algo menos positivamente, las expectativas fueron algo menos pesimistas. En el sector servicios, el clima empresarial ha mejorado ligeramente tras la fuerte caída del mes anterior, ya que las empresas evaluaron algo mejor su situación actual, mientras que sus expectativas seguían siendo pesimistas. En concreto, a pesar de que la confianza en el sector turismo se recuperó un poco, la industria hotelera espera que el negocio se deteriore notablemente. De su lado, el comercio continuó registrando un descenso de la confianza y cada vez menos empresas informaron que el negocio iba bien, mientras que las expectativas son extremadamente pesimistas ante los problemas plantados por la inflación. En el caso de la construcción, el clima de negocios ha mejorado en agosto, puesto que las empresas evaluaron algo mejor su situación actual y se ha atenuado un poco el pesimismo respecto a los próximos meses.