Tecnología

Caixabank y Aigües de Barcelona testean una nueva forma de identificación digital

Validated ID ha llevado a cabo un proyecto piloto con ambas entidades para demostrar que es viable crear una cuenta bancaria y domiciliar facturas a través de una versión virtual del cliente

Su propuesta, en línea con la apuesta de la Unión Europea, es utilizar la identidad digital descentralizada: un monedero de credenciales personal que sirva para casi todos los trámites

El equipo fundador de Validated ID.

El equipo fundador de Validated ID. / Validated ID

Paula Clemente

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Una de las principales tareas pendientes de internet parece estar cerca de resolverse. Y la maraña de obstáculos para confirmar compras o realizar según qué gestiones 'online' con la administración pública, cerca de terminarse. “En los próximos tres o cuatro años previsiblemente todos los ciudadanos europeos tendremos un ‘wallet’ [monedero virtual] con todas nuestras credenciales”, introduce el consejero delegado de Validated ID, Santi Casas, máximo responsable de una empresa que se dedica precisamente a ello. “Todos tendremos esta identidad digital, que no dejará de ser una aplicación en nuestro móvil donde iremos metiendo nuestras credenciales, sea un título universitario, el sitio de empadronamiento o que somos titulares de una cuenta bancaria”, ejemplifica el empresario.

Lo llaman identidad digital descentralizada y tan previsible es su llegada que CaixaBank y Aigües de Barcelona han elegido a esta empresa catalana para llevar a cabo un proyecto piloto para testear esta nueva forma de operar. Es decir, que en vez de tener que pasar un control de reconocimiento facial, introducir un PIN o meter un código que el banco envía por mensaje de texto para confirmar una identidad casi cada vez que el cliente efectúa una operación, éste pueda tener una identidad digital validada que le acredite automáticamente para todo.

En este nuevo escenario, si Aigües de Barcelona necesita saber que una persona es el titular de una cuenta determinada para pasarle los recibos, bastaría con compartir con ellos la credencial que ha emitido CaixaBank sobre él y que le identifica como titular de esa cuenta.

“Al final el modelo es este: cuando yo me relacione me pedirán cosas sobre mí y yo solo tendré que compartir estas credenciales, puede ser el recibo del agua, la universidad, el Gobierno o incluso la empresa, porque lo más falsificable hoy en día es el currículum”, plantea Casas.

Ahorro de gestiones

El modelo, en el que la Unión Europea se ha volcado por completo desde hace un par de años, beneficia al banco en tanto que se ahorra una serie de gestiones que no tendrían que formar parte de su día a día. “Una de las cosas que hacen sobre todo los bancos es gestionar las identidades digitales de sus usuarios, y ese no es su negocio: su negocio es el financiero, pero como no hay una solución global de identidad digital, todos se han tenido que montar sus sistemas con usuario, contraseña, código por SMS… un trabajo que no les aporta ningún valor”, explica el consejero delegado de Validated ID.

Por otro lado, también permite que haya mucha más información de un usuario y potencial cliente, es decir, que Aigües de Barcelona podría acreditar que se trata de un pagador puntual si éste pide un crédito a Caixabank.

Control de la identidad

“El objetivo del proyecto ha sido demostrar la viabilidad del uso de la identidad digital de manera descentralizada para proporcionar a las personas el control de su identidad y facilitar el acceso seguro del usuario a los servicios en línea”, sintetiza la propia Caixabank. “El piloto ha ayudado a construir una solución de identidad que permite la identificación de un cliente y el intercambio de información segura entre dos empresas: se ha podido probar la interoperabilidad entre diferentes redes ‘blockhain’ y estándares de identidad digital soberana”, detalla la entidad.

“La conclusión es el que el modelo funciona y que tiene todo el sentido del mundo”, añade Casas. “Pero también que esto implica cambios organizativos en todas las organizaciones: ahora tienen modelos de funcionar y tendrán que adoptar otros”, concluye el mismo.

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