La mejora de la seguridad en los ascensores afectará a todo el parque de instalaciones catalán

El parque de ascensores incorpora continuamente al mercado aparatos con nuevos avances tecnológicos que aumentan sus prestaciones, aportan mejoras técnicas en sus componentes, y junto con un mantenimiento más efectivo, dan como resultado instalaciones más seguras, confortables y

energéticamente eficientes.

La asesoría técnica del Gremio de Ascensores destaca que no de los aspectos más relevantes de la nueva reglamentación es que se insiste en las obligaciones del titular de guardar y custodiar toda la documentación relacionada con el ascensor y con sus instalaciones. Este punto coge más importancia cuando la instalación es antigua y no está localizada la documentación, ni el manual de instrucciones ni el de mantenimiento.

Pero también se encuentran en uso ascensores más antiguos que pertenecen a reglamentaciones anteriores, con materiales y tecnologías en desuso, en que sus prestaciones están en desventaja con los nuevos ascensores, y que en algunos casos merecen efectuar intervenciones de mejora. Por este motivo, la reglamentación de ascensores define las reglas de seguridad aplicables al sector que sirven para proteger a las personas, a los animales y a las propias instalaciones ante riesgos de accidentes que pueden producirse como consecuencia del funcionamiento, del mantenimiento o de un uso indebido.

Nuevas medidas para mejorar las prestaciones y seguridad de los ascensores

De acuerdo con este principio, la Administración tiene entre sus objetivos acercar las prestaciones y seguridad de las nuevas instalaciones al resto de ascensores instalados, arbitrando las medidas que sean necesarias. Para ello, en 2023 entrará en funcionamiento una nueva normativa que prevé acciones muy importantes y supondrá grandes cambios en los ascensores existentes.

Estas modificaciones incluyen cambios en materia de nivelación, seguridad y accesibilidad que, por ejemplo, deberán garantizar que en todos los ascensores la precisión de la parada sea ±10 mm. y la precisión de nivelación ± 20 mm. También se tendrá que incorporar un dispositivo de control de carga que impida la sobrecarga de la cabina.

En cuanto a la protección de la persona usuaria contra el cierre de las puertas, deberán colocarse barreras fotoeléctricas que impidan que las puertas automáticas puedan golpear los usuarios en la entrada y salida de la cabina.

Del mismo modo, se incorporarán dispositivos de seguridad que impidan los movimientos ascendentes incontrolados de la cabina y los movimientos incontrolados de la cabina en reposo y con las puertas abiertas.

La normativa hará inciso también en la información que la empresa conservadora tiene que proporcionar al titular de la instalación en relación a las actividades del mantenimiento.

Los ascensores también deberán incorporar un dispositivo de comunicación bidireccional en cabina que garantice que las personas usuarias atrapadas puedan pedir auxilio en cualquier momento a un centro de rescate. Asimismo, los elevadores también tendrán que cambiar el guiado de cabina y contrapeso allá donde hayan guías de madera, cilíndricas o de raíl.

Esta última medida, relativa a los contrapesos y las guías, afectará a muchos ascensores antiguos, mayormente situados en el Eixample barcelonés o núcleos antiguos de poblaciones. Podría tener especial afectación en edificios de protección patrimonial o con elementos arquitectónicos protegidos.

Con estas acciones, aparte de mejorar las prestaciones de los ascensores existentes, se persigue reducir los accidentes e incidentes que aún se producen, como las caídas por trabas en la entrada y salida de la cabina causadas por una deficiente nivelación o los golpes recibidos por las puertas automáticas en las maniobras de entrada y salida de la cabina.