Temperaturas extremas

'Riders' bajo la ola de calor: "O repartes en las horas de más sol o no ganas nada"

Deshidratación, fatiga y quemaduras son las adversidades a las que se enfrentan los 'riders' durante su jornada laboral

Un repartidor de Gorillas

Un repartidor de Gorillas / Cedida

Gabriel Ubieto

Gabriel Ubieto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un ciclista pedalea por el carril bici de la calle Diputación de Barcelona y se para a un metro y medio de un semáforo en rojo, en vez de apurar la línea del paso de cebra como es práctica habitual. El pedaleador ha dejado pasar a una pareja de turistas a lomos de chillones bicis de alquiler y que iban a ritmo de paseo. Ha detenido la primera rueda de su vehículo, a sabiendas y milimétricamente, justo donde acaba la sombra de un platanero y evitándose así esperar al verde bajo la solana de las dos del mediodía. A su espalda porta una mochila de la aplicación de reparto a domicilio Glovo y probablemente le lleve la comida a casa a alguien que la espera con el aire acondicionado puesto.

“Trabajamos más de seis horas seguidas. Yo suelo empezar pronto para intentar evitar las horas más calurosas, pero no son ni las diez de la mañana y ya estás sudando. Puedes dejar de repartir al mediodía, pero no vas a ingresar nada. Además Glovo pone los bonos más altos [paga más las horas] de una a cinco de la tarde. Es una manera de obligarnos a estar en dichas horas de comida”, cuenta David, un repartidor afiliado a la CGT.

Pese a que el calor invitaría a primera vista a equiparse con la mínima ropa posible, es habitual entre los ‘riders’ llevar camisetas de manga larga. Es para evitar las quemaduras que repartir durante horas bajo la solana puede causar. "O me pongo una camiseta de manga larga o al día siguiente me voy a querer arrancar la piel", cuenta Joaquín, otro repartidor. "Deshidratación, fatiga y quemaduras por el sol suelen ser las adversidades más frecuentes por las que nos vemos en estos días tan calurosos”, cuenta David.

Fuentes consultadas tanto de CGT como de CCOO explican que en las empresas donde subcontratan a los repartidores de las flotas de UberEats o Stuart no facilitan ni cremas solares, ni espacios donde poder refugiarse del calor. Tampoco botellas de agua. Y que en los supermercados fantasma de Glovo, donde los 'riders' aguardan el pedido para llevarlo luego a los domicilios, el espacio de descanso es demasiado pequeño para todos los repartidores que suelen juntarse y que no hay ni aire acondicionado ni ventilador.

Uniformes asfixiantes

Otras firmas como Getir sí tienen contratados directamente a sus repartidores para hacer las entregas ultrarrápidas desde sus supermercados fantasma. El problema que cuentan desde CCOO es que los empleados carecen de uniforme de verano y deben salir a repartir con una gruesa chaqueta que luce la marca y el color lila de la compañía. La protección que les confiere el uniforme ante caídas (y el reclamo comercial que este representa) choca con el calor que les da salir a pedalear o repartir en moto cuando realizan varios pedidos al sol. "Muchos cuando se alejan un poco de los almacenes se abren la chaqueta para poder respirar mejor, pero si los ve algún superior les puede recriminar o sancionar", cuentan desde CCOO. Esas mismas fuentes, que acaban de constituir comité de empresa hace pocas semanas, afirman que han solicitado a la empresa que les habilite un uniforme de verano, más ligero y adaptado a las altas temperaturas del mediodía.