Crisis energética

España pide a sus energéticas frenar las compras de gas a Rusia aunque la UE sigue sin vetarlas

Rusia desbancó en junio a Argelia como segundo mayor proveedor de gas en plena guerra y el Gobierno lo achaca a contratos comerciales firmados con anterioridad

España pide a sus energéticas frenar las compras de gas a Rusia aunque la UE sigue sin vetarlas.

España pide a sus energéticas frenar las compras de gas a Rusia aunque la UE sigue sin vetarlas.

David Page

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Las tensiones geopolíticas y la crisis energética han provocado una revolución en el ranking de proveedores de gas natural a España. Argelia ha sido durante el último medio siglo el mayor vendedor de gas al mercado español y quedó desbancado por Estados Unidos el pasado enero tras el cierre del mayor gasoducto que une ambos países a través de Marruecos y por el Mediterráneo.

El mes pasado, de manera inesperada y en plena guerra en Ucrania, las empresas energéticas españolas dispararon sus compras de gas a Rusia hasta convertirlo en el segundo mayor proveedor, según los registros de

Enagás

, el operador del sistema gasista español. El gas ruso concentró el 24,4% de las importaciones totales de España en junio, frente al 29,6% de Estados Unidos y por delante del 21,6% de Argelia.

Desde el Gobierno y desde el propio sector energético se apunta que la fuerte subida de las compras de gas a Rusia como un fenómeno temporal, fruto de la ejecución de contratos firmados con anterioridad y que no se pueden romper fácilmente, incluso en plena invasión militar. Además, el Ejecutivo y las empresas subrayan que las compras de gas no se encuentra, al menos de momento, en el listado de productos afectados por las sanciones comerciales impuestas por la Unión Europea, más allá de la anunciada intención de ir reduciendo la dependencia del continente con el gas ruso.

Tras conocerse el fuerte incremento de las importaciones de gas ruso del mes pasado, no obstante, el Gobierno ha hecho un llamamiento directo a las compañías energéticas españolas a frenar las compras a Rusia. “Es conveniente lanzar un mensaje a las comercializadoras para que busquen reducir al máximo el consumo procedente de Rusia”, ha sentenciado la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Desde el Ejecutivo se asume que las compras de gas ruso no están vetadas y no supone infringir el régimen de sanciones internacionales desplegadas por la Unión Europea para ahogar económica a Rusia y frenar la guerra en Ucrania, pero “es recomendable que las empresas busquen opciones alternativas” e impulsen aún más la diversificación de los proveedores de gas. No obstante, la vicepresidenta ha subrayado que, pese al subidón del mes pasado, el volumen de compras de gas a Rusia a lo largo del último año se mantiene en los mismos niveles que en ejercicios previos y que no hay una tendencia al alza.

Ribera ha subrayado que su departamento trabaja activamente en el desarrollo de un plan para blindar el suministro en España (tanto con medidas para reducir el consumo y mejorar la eficiencia, como para impulsar la electrificación de la economía y el uso de los gases renovables) y ayudar a nuestros vecinos europeos trasvasando gas natural de cara al próximo invierno, que amenaza con ser complicado por el riesgo de corte de gas ruso. Un plan que el Ejecutivo está compartiendo con energéticas, consumidores industriales y domésticos, agentes sociales y otras administraciones públicas.

“Estamos preparándonos para cualquier eventualidad de cara al otoño" sobre un eventual corte de suministro total de gas por parte de Rusia, ha sentenciado la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, antes de participar en la reunión del Eurogrupo en Bruselas. La canciller económica del Gobierno ha reconocido la “alta incertidumbre” acerca de la evolución del suministro y su impacto económico, y ha insistido en que se trabaja en un escenario de “inflación más alta y durante más tiempo”.