evolución económica

Calviño descarta una recesión y dice que España crecerá con fuerza en 2022 y 2023

La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, insiste en que todos los organismos prevén un crecimiento en el entorno del 4% en 2022 y del 2% en 2023

La Comisión Europea anticipa una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento para este año y el próximo y el alza de la inflación

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, interviene en el acto ‘España Digital 2026’, a 8 de julio de 2022, en Madrid (España). ‘España Digital 2026’ es una jornada centrada en el Plan de Recuperación.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, interviene en el acto ‘España Digital 2026’, a 8 de julio de 2022, en Madrid (España). ‘España Digital 2026’ es una jornada centrada en el Plan de Recuperación. / Eduardo Parra - Europa Press

Silvia Martinez

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La situación económica de la Eurozona seguirá marcada por la “altísima incertidumbre” que provoca la guerra de Rusia en Ucrania y los posibles cortes en el suministro de gas lo que ha llevado a un nuevo escenario “de más inflación y más alta durante más tiempo”, según ha alertado este lunes la vicepresidenta primera y ministra de economía, Nadia Calviño, que considera que España afronta la segunda parte del año con unas perspectivas de crecimiento fuerte y que no debe temer una recesión. “Todos los organismos prevén un crecimiento fuerte en España en el curso de 2022 y también un crecimiento importante en 2023. Estamos hablando de unas previsiones en el entorno del 4% este año y del 2% el año próximo”, ha explicado en el marco de su participación en la reunión de ministros de finanzas de la zona euro.

Un “crecimiento fuerte”, vaticina, incluso en “un contexto de tan elevada incertidumbre" como el actual, "marcado por la evolución geopolítica y el ataque de Rusia contra Ucrania”. Un contexto que llevará a la Comisión Europea a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento para este año esta semana y al alza la inflación, según ha confirmado el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis. “El crecimiento económico está siendo bastante resistente este año. Aun así, cabe esperar alguna revisión a la baja para este año y más aún para el próximo año porque hay muchas incertidumbres y riesgos. Y, por desgracia, la inflación sigue sorprendiendo al alza”, ha anticipado sobre las cifras que presentarán el 14 de julio. En su última revisión en mayo pasado, la Comisión Europea ya rebajó al 2,7 % su previsión de PIB para este año, frente al 4% estimado en febrero, y pronosticó una inflación del 6,1% frente al 3,5% previsto anteriormente.

Pese a esta revisión, el Gobierno español espera que el turismo tire de la economía este verano y augura una campaña turística positiva, con cifras muy próximas al “récord” logrado en 2019. “Los datos que tenemos de momento apuntan a una temporada turística muy positiva. Estamos en unas cifras que se acercan al año récord de 2019. Los niveles de reservas, de viajes, etc siguen evolucionando de forma muy positiva y todo apunta a una campaña turística muy buena en el caso de España”, ha explicado. Calviño ha recalcando también el “enorme interés de inversores internacionales” por invertir en España que ha achacado a la diversificación de las fuentes energéticas, la alta penetración de las renovables, y a la red de seguridad que crea el tope al gas.

Situación energética difícil

“Todos estos elementos hacen de España uno de los mercados más interesantes para trabajar, invertir y el estableciendo de negocios”, ha apuntado. Aún así, España, al igual que el resto de países de la Eurozona, sigue preparándose para un eventual corte total en el suministro de hidrocarburos rusos. “Hemos aprobado un segundo paquete de medidas y estamos preparando un plan de contingencia, preparándonos para cualquier eventualidad de cara al otoño”, ha indicado Calviño recordando que “España parte de una posición favorable” gracias a la diversificación del suministro y de fuentes, la alta penetración de renovables, así como la elevada capacidad de almacenamiento aunque reconoce que hay que prepararse para una situación "más complicada" de cara al próximo otoño. 

Aunque Calviño ha eludido avanzar posibles nuevas medidas económicas del Gobierno, en el marco del debate sobre el estado de la nación, ha apuntado que "vamos a seguir actuando como hemos hecho desde que nos golpeó la pandemia, adoptando medidas eficaces y adecuadas”, ha insistido poniendo el foco en dos terrenos: contener el alza de los precios, porque "la prioridad debe ser contener la inflación" -alcanzó la cifra récord de 8,6% en junio en la Eurozona-, y garantizar un reparto justo del coste de la guerra.

Orientación fiscal en 2023

Precisamente, los ministros de Eurogrupo han acordado este lunes cuál debe ser la orientación fiscal en 2023, de cara a la preparación de los presupuestos del próximo año. Los Diecisiete países del euro tienen claro, tal y como ha apuntado Calviño, que los retos son diferentes a de la pandemia y que “frente a bajadas de impuestos generales o medidas de corte global es necesario adoptar medidas que se adapten y que se orienten al apoyo a los colectivos y sectores más afectados.

“Las políticas fiscales de todos los países deberían tener como objetivo preservar la sostenibilidad de la deuda, así como aumentar el potencial de crecimiento de forma sostenible para potenciar la recuperación, facilitando también la tarea de la política monetaria de garantizar la estabilidad de los precios al no añadir presiones inflacionistas”, sostiene la declaración que recomienda centrar las medidas fiscales en aliviar las limitaciones de la oferta, que están frenando las economías, y en dar prioridad a las reformas estructurales y la transición ecológica y digital.

El Eurogrupo descarta también medidas fiscales de amplio alcance, como reducciones generales de impuestos e impuestos especiales, que deberán ser temporales y ajustarse para dirigirse únicamente a los más vulnerables. Además, al preparar sus presupuestos nacionales de 2023, los gobiernos deben preservar los incentivos para la transición energética y priorizar las medidas fiscales centradas en ingresos más que en los precios. "El efecto negativo sobre los ingresos debido a los elevados precios de la energía no puede abordarse de forma duradera con medidas fiscales compensatorias, sino que requerirá inversiones a medio plazo en eficiencia energética y en el desarrollo de fuentes locales de energía ambientalmente sostenibles”, aseguran.

“Tenemos que encontrar el equilibrio adecuado entre el apoyo a la economía, especialmente para los más vulnerables en relación con la crisis energética y alimentaria, y avanzar hacia una postura fiscal más prudente, teniendo en cuenta los efectos de la inflación y los efectos del endurecimiento monetario en los costes de financiación de la deuda soberana”, ha reivindicado Domvrovskis. “El mensaje es diferenciar las políticas fiscales según el nivel de la deuda y concentrar las medidas para hacer frente a la emergencia energética en medidas temporales y focalizadas, no mediante universales y perennes porque esto socavaría nuestra transición climática”, ha añadido el comisario Paolo Gentiloni.

Recambio en el MEDE

Los ministros de economía y finanzas de la zona euro también han aprovechado el encuentro para tratar de cerrar un acuerdo sobre el próximo director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), aunque ninguno de los dos candidatos que han llegado a la ronda final, el portugués Joao Leal y el luxemburgués Pierre Gramegna -el italiano Marco Buti se ha retirado- han logrado los apoyos suficientes para convertirse en el sucesor del alemán Klaus Regling, cuyo mandato expira en octubre. Los países de la Eurozona volverán a intentar llegar a un acuerdo en septiembre. "Creo que hay buenas razones para ser optimistas", ha dicho el presidente de, Eurogrupo, Paschal Donohoe.