Crisis económica

Lagarde abre la puerta a subidas más bruscas de los tipos de interés

La presidenta del El BCE dice que irá "tan lejos como sea necesario" para devolver la inflación al 2%

El Banco Central subirá los tipos en 25 puntos básicos en julio y volverá a aumentarlos en septiembre dependiendo de cómo evolucionen los precios

Lagarde mantiene su previsión de crecimiento económico pese a la inflación

Lagarde mantiene su previsión de crecimiento económico pese a la inflación

Rosa María Sánchez

Rosa María Sánchez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, aseguró este martes que la institución está dispuesta a llegar "tan lejos como sea necesario" para garantizar que la inflación se estabilice a medio plazo en el objetivo del 2% y defendió que contar con una herramienta específica para combatir la fragmentación -y la diferencia de la prima de riesgo de la deuda entre unos paises y otros- permitirá al organismo aumentar los tipos de interés "tanto como sea necesario".

La francesa confirmó en su discurso inaugural de la edición de 2022 del foro de bancos centrales que el BCE organiza en Sintra (Portugal) que el Consejo de Gobierno del banco central subirá tipos en 25 puntos básicos en julio y volverá a subirlos en septiembre, aunque entonces la intensidad del aumento de la tasa dependerá de la evolución de las expectativas de inflación.

"Continuaremos por este camino de normalización, e iremos tan lejos como sea necesario para garantizar que la inflación se estabilice en nuestro objetivo del 2% a medio plazo", aseguró la banquera central de la zona euro, que a partir de 2023 contará con Croacia como nuevo integrante.

Gradualismo y opcionalidad

Lagarde señaló "el gradualismo y la opcionalidad" como los dos principios rectores del BCE en el proceso en marcha de normalización de su política monetaria. No obstante advirtió de que "hay condiciones en las que el gradualismo no sería apropiado", como en el caso de que una inflación más alta amenace con desanclar la expectativa de una tasa del 2% a medio plazo. Eso podría llevar a una subida de tipos más rápida.

Evitar la fragmentación

En paralelo, para evitar la fragmentación de tipos de interés en la zona euro, Lagarde ha reirado que el BCE utlizará "flexibilidad" para reinvertir los reembolsos procedentes de vencimientos de deuda en los países que resulten más castigados por la prima de riesgo. Además, el nuevo instrumento de compra de deuda que está diseñando el BCE también deberá contribuir a evitar la disparidad excesiva de primas de riesgo entre países. "El nuevo instrumento deberá ser eficaz, a la vez que proporcionado, y contener garantías suficienes para preservar el impulso de los Estado miembros hacia una política fiscal sólida", dijo Lagarde apuntando de forma imprecisa hacia la posible condicionalidad que podría imponer el BCE a cambio de comprar deuda en determinados países.

"Preservar la transmisión de la política monetaria en toda la zona euro permitirá que las tasas aumenten tanto como sea necesario", dijo Lagarde, reforzando así el mensaje inicial de que el el BCE "llegará tan lejos como sea necesario" para estabilizar la inflación.

Presiones inflacionistas

En su análisis, Lagarde reconoció que las presiones inflacionarias se están intensificando y ampliando, no solo como reflejo de los altos precios de importación, ya que comienzan a afianzarse en el sector servicios, que es el sector "mas pegajoso" en la subida de los precios. Al mismo tiempo, el bajo nivel de desempleo y la escasez de mano de obra generalizada, junto a la recuperación, sugieren un repunte de los salarios superior al 4%, según las últimas previsiones para 2022 y 2023 y del 3,7% en 2024, casi el doble del promedio histórico antes de la pandemia.

Asimismo, Lagarde advirtió de que existen señales de que los shocks de oferta que afectan a la economía podrían durar más y, aunque es razonable suponer que las interrupciones de la cadena de suministro global se resolverán gradualmente, las perspectivas para la energía y las materias primas siguen siendo "nubladas". Por otra parte, los elevados niveles de inflación están condicionando a la baja las perspectivas de crecimiento, al recortar el poder de compra y añadir incertidumbre a las decisiones de inversión.

En medio de estos retos, el BCE sostien que "el proceso de normalización" de la política monetaria continuará "de manera decidida y sostenida" bajo el doble principio de "gradualismo" (en una estrategia de prudencia en la subida de tipos) y de "opcionalidad" que permita ir adaptando los movimentos a cualquier circunstancia cambiante. Así, se puede llegar a la conclusión de que "claramente hay condiciones en las que el gradualismo no sería apropiado" si, por ejemplo, la inflación se desborda. Y esto es lo que el BCE tendrá en cuenta antes de decidir si la subida de tipos de septiembre será de 25 puntos o superior. "Más alla de septiembre, el Consejo de Gobierno ha acordado que será apropiado un camino 'gradual pero sostenido'", dijo Lagarde.

"Este enfoque condicional del ritmo de ajuste de los tipos de interés no debe confundirse con el retraso de la normalización", subrayó la francesa.

Medidas complementarias y compensatorias

Si con un mano, el BCE guiará la subida de tipos de interés para contener la inflación, con la otra mano pretende modular la política de compra de deuda pública para evitar que la subida de las primas de riesgo castigue de forma desproporcionada a países con economías más vulnerables, como los del sur de Europa.

A este respecto, la presidenta del BCE reiteró la importancia de que la política monetaria sea transmitida de manera adecuada entre las distintas jurisdicciones de la eurozona, para lo que el banco central, además de gestionar las reinversiones de vencimientos, ha ordenado acelerar el diseño de un nuevo instrumento específico para combatir la fragmentación en los mercados de la zona euro. "Preservar la transmisión de la política en toda la zona del euro permitirá que las tasas aumenten tanto como sea necesario. En este sentido, no hay disyuntiva entre lanzar esta nueva herramienta y adoptar la postura de política necesaria para estabilizar la inflación en nuestra meta. De hecho, uno habilita al otro", resumió Lagarde.