Esto es lo que debe pagar Vodafone por incluir a una clienta en una lista de morosos

Una tienda de Vodafone en Barcelona

Una tienda de Vodafone en Barcelona / Danny Caminal

Alexa Fuentes

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Es un clásico entre las operadoras de telecomunicaciones: ofertan una tarifa para toda la vida y, al cabo del tiempo, esa 'vida' se acorta a un par de años, a lo sumo.

Y es lo que le pasó a una vecina de Barcelona: en la factura recibida en octubre de 2020, le avisaron de que su factura de internet y teléfono móvil iba a subir 3 euros al mes a partir del 15 de noviembre, a pesar del compromiso adquirido de un precio fijo "para toda la vida".

Mejora no solicitada

Eso sí, a cambio de una mejora en la velocidad de conexión que ella no había solicitado. De hecho, la empresa de telefonía subió entre 1,5 euros y 3 euros al mes por línea a todos los clientes de contrato a cambio de una mejora de condiciones.

Como los cambios entraban en vigor a partir del 15 de noviembre, la operadora daba de plazo hasta ese día para darse de baja sin penalización -en caso de que se tuviera-.

Mantener las condiciones

Y eso es lo que intentó hacer la mujer que ahora debe ser indemnizada: llamó por teléfono al departamento de fidelización para solicitar que no se le subiera la cuota, "a pesar de que entiendo que, si una de las partes contractuales modifica o incumple el contrato firmado, este queda automáticamente anulado. Es decir, que la limitación temporal dictada por Vodafone para darse de baja sin penalización no aplicaba", explica a EL PERIÓDICO.

Desde el departamento de fidelización de Vodafone se le indicó que se le dejaría la oferta tal y como estaba o incluso de le mejoraría. Habló con ese departamento tres o cuatro veces "y en todas se me decía lo mismo", alega.

Finalmente, el 14 de noviembre hizo una última llamada, en la que se le volvió a decir que le mejorarían la oferta. "Pero esa vez decidí apuntar la hora de la llamada", explica.

Llamadas a la empresa

A partir de ahí, se le empezó a cobrar la cuota con la subida y ella hacía llamadas periódicas, "normalmente cada dos semanas", matiza, en las que se le decía que sí, que se le iba a aplicar un descuento. Ella apuntaba todas las llamadas ("día, hora, agente que me atendía, duración de la llamada... incluso número de incidencia, si me lo facilitaban").

Finalmente, viendo que le seguían cobrando la cuota con la subida, a finales de diciembre decidió cambiarse de compañía.

"La sorpresa llegó cuándo, al hacer la portabilidad, Vodafone me llama y me dice que tengo una permanencia hasta junio de 2021 y que debo pagar la penalización por haberme ido antes. Una penalización que ascendía a 207,15 euros", cuenta la afectada.

Incluida en la lista de morosos

"A partir de ahí, se sucedieron las llamadas, los mensajes y los emails amenazantes, tanto de Vodafone como de varias empresas de cobro", explica. Y en agosto del año pasado, le llegó una carta de la empresa Asnef Equifax, asegurándole que le habían incluido en una lista de morosos.

"Me enfadé muchísimo", dice. "No entendía cómo cualquiera podía incluir mis datos en una lista de morosos sin contrastar la información ni aportar pruebas", afirma.

Enfado mayúsculo

Y el enfado ya fue mayúsculo cuando hace unos meses, al intentar dar de alta un seguro para un vehículo, no podía. "Lo intenté con hasta cuatro compañías y, al llegar al final, cuando facilitaba mi número de DNI, me decían que no entendían qué pasaba, pero que no podían hacerme el seguro", explica la afectada.

Hasta que al final, tras mucho preguntar, una de las compañías de seguros le dijo que no sabía qué podía ser, pero que, quizás, estaba incluida en alguna lista de morosos. "Me dijo que no le ponía el motivo, pero que conocía un caso que le había pasado, y era por eso", cuenta.

"No conseguí nada"

Es entonces cuando esta exclienta de Vodafone se puso en contacto con un abogado, que le hizo la reclamación a Vodafone. "Pero no conseguí nada".

Tras este primer fiasco, su abogado le dijo que solo le quedaba pagar o gastarse dinero en una denuncia judicial, algo que le costaría más que lo que le reclamaba Vodafone. O un paso intermedio y gratuito: acudir a una junta arbitral de consumo. Y eso es lo que hizo: puso el caso en conocimiento de la Junta Arbitral de Consum de Barcelona, que ha acabado dándole la razón y exige que Vodafone le abone 600 euros en concepto de daños y perjuicios, aparte de que borre sus datos de cualquier lista de morosos y de su base de datos.